Una eterna sonrisa [Sonrisas Parte III] [Cristiana]✅

Capítulo Ocho

Calor, ese era lo que más sentía. El miedo latente en mi corazón y la sensación de estar siendo torturada. Era horrible, estaba débil y mi piel se desgarraba con cada paso que daba.

—¿Qué es este lugar?—pregunté con voz temblorosa—sin poder observar nada más que la oscuridad obsorviendome.

—Este lugar es tu destino—contestó una voz siniestra que me hizo temblar aún más—¿De qué forma deberíamos torturarte primero?

¿Toeturarme? Hasta respirar dolía ¿Acaso eso no era suficiente tortura? Quería salir, quería que todo acabara, pero nada sucedía.

—Grecia—la dulce voz de mi hermana se hizo presente. Me giré para verla pero toda la luz en la que estaba envuelta era un poco molesta para mis ojos.

—América ¿qué estoy haciendo aquí? Por favor sácame de aquí. No me gusta este lugar—supliqué pero todo lo que obtuve fue una mirada triste.

—Grecia—una segunda voz me llamó y entonces junto a mi hermana apareció Daniel.

—Oh vamos, déjate de sentimentalismos. Es tu momento para arder—dijo aquella voz siniestra poniéndome los pelos de punta una vez más.

—¿Que hice para estar aquí?—pregunté antes de ser arrastrada por un camino lleno de sangre, por un camino lleno de muerte.

—No fuiste valiente, ni creiste lo suficiente. Ahora eres mía.

—¡No!—grité abriendo los ojos. Por suerte para mi había sido sólo una pesadilla, aunque fue tenebrosa y llena de angustia.

Estaba exaltada y pronto se me hizo aún más difícil respirar. La opresión en mi pecho era cada vez más fuerte y los pitidos constantes de la máquina que indicaba los latidos de mi corazón no tardaron en llegar.

—¡Doctor! ¡Enfermera! ¡Por favor alguien venga a ayudar a mi hermana, no se que le está ocurriendo!—oí los gritos desesperados de América.

Ahora tenía miedo ¿Y si todo lo que soñé se convertía en algo real? Estaba aterrada ante aquella idea, así que me aferré con fuerza al recuerdo más bonito que tenía de mi hermana y después todo se volvió oscuro.