La manzana de el pecado

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Por los atajos de Central Park va caminando un tipo sin par, lo suelo llamar el regalo del mal.
En esta ciudad donde el sol no se oculta para los demás, lo ven pasar, a saber cuál de estos pecados a de pagar, maldito don Juan.
Es el dueño del lugar en los barrios y contrabandos, implanta miedo a su paso, su fulminante inteligencia le a dado un lugar en la alta sociedad.
Perfecto pecado de la manzana probar un bocado, todo calmado va caminando y tomando en los bares más caros.
Fue mi mayor anhelo, mi desvelo, mis deseos.
De el me contaron cientos de veces que no era de fiar me podía lastimar.
¡Ay! papá perdóname no me pude aguantar, fue una noche nada más.
De escusas te llena y de halagos te inunda, caí presa de su poca cordura.
Es un chico de ciudad, las que lo ven pasar piensan que es su propiedad, pobres no saben dónde van a parar.
Dónde las luces no se apagan, conoces más de ellos pero de el su nombre nunca vas a olvidar.
Si ha tomar en cuenta cuánto a de pagar por enseñar la parte mortal de esta gran cuidad, eso que mas le da.
Nada a su paso lo detiene, solo una víctima cuando quiere perder su tiempo.
Besos, noche, luna las sirve en tribuna.
Entendí por qué algunas han perdido toda cordura.
Inrrenplasable seductor, amante sin reloj, cuando marque las cuatro se irá sin rumbo.
No lo esperes, mañana volverá a ser el mismo pecador.

{Escucha Mi Silencio} No Esta PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora