{Escucha Mi Silencio} No Esta Perdido

Culpable

Estába la muerte susurrando al odio
su dicho.

Un hombre entre cadenas y gritos.

Se habló de aquel asesino, que mató al esparto tirando lo al hoyo.

La sala callo bajo el silencio que penetró un corto desaliento.
El acusado ya enterrado en los misterios del habla de los que más saben y los de pensamientos fugaces.

Si, si ya ahogado en la condena de muerte o condena el acusado.

Al estrado paso y hablo :
-señor, señor-
lo llamo el hombre de el tribunal
-dice usted que no consiente algo con mala mente, explique señor ¿cómo se llevó el crimen atroz?

-Yo- respondió- aunque mucho calle o hable, me harán culpable, está vez lo intentaré, por favor escucharme, que no, no escondo una cara bajo mi fachada de persona humilde y sin casa.
Quizás es cierto, pretendo tener dinero, solo un poco, no vivo solo.
Y aunque el esporto se ganó el odio de todos, porque yo he de pagar sino tengo con que, culpables todos entonces si es el odio lo que arrebata vidas y me odiais a mi solo por testimonios.
Entonces todos sois asesinos. Hasta hayer era un transparente luchador que se gana la vida con su sudor, hoy soy palpable, supuesto culpable.
Señor de la corte, el que lleva las ropas de monje, hombre sin nombre, buscando castigar un pecado en un buen hombre.
Entonces que dios de lo que toca al malechor-Entre precisas e intercambio de riza que más daban pena del señor acusado continuo-¿saben de afán? o¿ de mi sufrir? encerrado entre rejas ví como me alejan.
Si este es el regalo de ser osado, mejor me ahogo en sobornos costeados.

El jurado a indecisa, no habla de nada a toda prisa .
Mirándolo en estrado, haciéndose la ilusión que esto, esto extraño
se ocultan en la última página del libro la familia de un testigo.

Consuela su madre al niño que vio a su padre morir vivo en su desvelo.

No pasan los minutos y pasmá la sala .
Volviendo a dónde sale el río en el estrado entra el testigo.

entre un extraño sonido de los que sacan de quicio.

Pregunta el que de verdad sabe y de pensamientos fugaces y una lengua que hecha causes

-lo vio, lo vio usted ?
Y con la sonrisa despiadada, lo mira despeinado su alma..
-¡si, si lo ví !-
Con voz rota y frágil responde el invitado de honor que se sentó en en banquillo de el estrado.

Y entre otras más preguntas uno de los que más saben, de pensamientos fugaces, una lengua que echa causes y voraces

solo, solo con una frase cambio a los intelectuales-
No hay más nada que decir con mucha pena.
Sin consiencia se pide una agenda prueba del delito, que al parecer está llena.
Una foto de los que sienten pena y bajando la cabeza no entran en escena.
la familia del acusado pegada en la tierra de las miradas que eran de fieras, por tan bella escena.
-¿Podra ser este hombre un asesino?
Dame una prueba y callaré por qué así a de ser-alzo la voz el defensor.
Pero no, no se podía no admirar dicha experiencia.
Esta foto cambiado el tema.
Se vieron los ojos desbordados en lluvia en el acusado.
Y quién lo hiba a negar.
Rompiendo la fribolencia y malas lenguas se paró el jurado y dijo que el dictamen estába tomado.
Un ¿como?
cubrió la sala y sonó el són de el estrado un martillo palpitando.
Pues cerro sección y se fue juéz a ver qué paso con lo de aquel.
Se vio como se le erizo la piel cuando el caballero callado de el puesto meridiano pregunto calmado
-¿puede ver la foto ?¿señor juéz cree que este hombre merece tanto sufrir?
Escandalisado de aquel mal,
se vio llorar al fiscal al ver cómo el acusado se despedía de su familia diciendo:
-valió la pena.
Se espero mucho de esto ,nada que aquello, y sonó el trueno.
Se paró el caballero y con voz de directo.
-no hay culpa en el acusado.
alzo la mano el acusado y dió gracias al jurado.
salió despistado y agitado
miro a al abogado y le dió su salario
-¡se hizo justicia¡-dijo uno de al lado.

Se le vio caminando al jurado el señor acusado y en su mano derecha la llave de sus cadenas dió al caballero del jurado no era oro ni plata pero lo suficiente para callar su alma.
nadie lo vio, nadie entendió que fue aquel gesto del señor que se acercó,
haya fue el señor acusado llevándose consigo también todo un derecho a vivir por un minuto en silencio ahogado en dinero.

No todo son tan inocentes y no todos tan culpables ......