Capítulo 10

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Durante todo el trayecto Byul permaneció en silencio, visiblemente molesta, mientras Yongsun entraba en pánico. Por supuesto, la alfa sabía lo que había estado esperando antes, la idea original era darle un beso pero se asustó y se echó atrás en el último segundo, pero al parecer fue un movimiento equivocado.

Ahora su compañera está de mal humor y no sabe qué hacer.

Está sudando la gota gorda y ni siquiera puede concentrarse en la carretera porque Byul la mira de vez en cuando, causándole miedo. Normalmente, cuando viajan juntos, las dos hablan de cosas al azar, sobre todo de si mismas para conocerse mejor.

Maldición, tenía que hacer algo o si no la menor se quedaría en silencio y podría estar de mal humor durante toda su cita, y eso es lo último que quiere.

Llegaron al restaurante, todavía sin intercambiar palabras entre ellas - Yongsun teme por su vida. Estacionó en un espacio libre, permaneciendo sentada sin mirar a Byul, aún reuniendo el valor suficiente para enfrentarse a ella.

- Mírame - de repente escuchó la voz grave del omega, gruñendo y la hizo estremecerse al instante.

Como un cachorro obediente, la mayor se dio la vuelta lentamente, chillando cuando se encontró con los agudos ojos de la omega.

- ¿Sí? - preguntó en forma de susurro y tragó saliva.

Byul se desabrochó el cinturón de seguridad y Yongsun la siguió, intentando desabrochar también su cinturón a pesar de tener sus manos temblorosas, pero antes de que pudiera lograrlo, un par de manos lo hicieron por ella. Una vez más Yongsun se estremeció debido a la proximidad.

Byul tiene una mirada siniestra con una sonrisa traviesa. Yongsun no sabe si sentirse asustada o excitada. La omega definitivamente trama algo.

- ¿Cómo te atreves a dejarme así? - preguntó con una voz baja, acercándose cada vez más, haciendo que la alfa tragara, apartándose hasta que no pudo alejarse más. Estaba atrapada.

- Y-yo... - tartamudeó la mujer pelinegra sin saber qué responder.

En cuestión de segundos Byul ya está rozando sus labios con los de Yongsun, esta última pudo sentir escalofríos.

La menor ladeó la cabeza para conseguir un mejor ángulo y parecer más intimidante.

- La próxima vez no lo vuelvas a hacer - resopló agarrandola suave por el cuello mientras su otra mano acariciaba su nuca - ¿entiendes, unnie? - añadió para luego presionar un casto beso en su mejilla.

Yongsun asintió e inmediatamente presionó sus labios contra los más suaves de la omega, besándola apasionada y suavemente mientras sus manos acariciaban ambos lados de sus mejillas.

Byul se derritió inmediatamente en el beso, su decepción y ligero enfado habian desaparecido. Por instinto atrajo a Yongsun lo más cerca posible.

Después de unos cuantos besos aquí y allá, Byul se apartó con una sonrisa tratando de recuperar el aliento. Pellizcó la nariz de la alfa, riéndose de lo sonrojada que estaba y se colocó unos mechones de cabello detrás de la oreja.

- Tengo hambre - confesó con un lindo mohín, haciendo que la mayor se riera.

Yong le dio una palmadita en la cabeza antes de ahuecar sus mejillas una vez más, limpiando sus labios antes de limpiar los suyos, arreglando también el desordenado cabello de Byul, peinándolo con sus dedos.

- Vamos - murmuró antes de abrir la puerta

[...]

Su cita estaba yendo bien, habian contado algunas anécdotas y hechos al azar sobre ellas mismas, riéndose y sonriendo la una a otra mientras comían hasta que fue arruinado por unos hombres betas.

Al principio, Byul estaba muy molesta con ellos hasta que se dio cuenta de que esos tipos eran sus amigos de la infancia, cuando vivía en su pueblo natal. Son buenos y gentiles que casualmente se toparon con ellas y trataron de ponerse al día porque han pasado años, o eso pensaba ella.

A Yongsun le pareció bien pero no le gustó que la dejaran de lado y que toda la atención de Byul estuviera en esos dos hombres. Decidió ignorarlos porque tenía miedo por muchas razones:

En primer lugar, Byul podría enfadarse si llegaba a intervenir.

Segundo, podría estropear la conversación.

Tercero, simplemente le aterra hablar.

Pero entonces, Yongsun notó algo extraño. Uno de los hombres estaba siendo susceptible y pegajoso con Byul, obviamente a ella no le gustaba nada, en especial cuando ponía su brazo alrededor de la menor mientras se reían. Trató de tranquilizarse, apretando los puños bajo la mesa y siguió comiendo en silencio, pensando que era sólo un gesto amistoso ya que Byul no se mostraba incómoda con él.

Sin embargo, el tema de las relaciones no tardó en surgir. Esos dos hombres aún siguen solteros y siguieron preguntando por Byul, incluso bromeando con que debería elegir una pareja compatible entre los dos porque seguro que, aunque sólo fueran Betas, la cuidarían bien.

Los tres se sorprendieron cuando la menor contestó que tenía ya pareja. Yongsun, por supuesto, sintió que su pecho se hinchaba de orgullo e incluso sonrió en secreto.

- Espera, ¿me estás diciendo que esta mujer de aquí es tu compañera? Pensé que no te gustaban los alfas - preguntó el de cabello castaño llamado Ken, sin creérselo e incluso señalando a Yongsun.

Byul asintió mientras sonreía a la mayor.

El par se echó a reír. Yongsun frunció el ceño porque, ¿qué demonios era lo gracioso de eso?

- Wow, Byulie. Estaba a punto de creerte, pero no era necesario mentir de tal manera - contestó el del cabello negro alborotado, Sandeul. Vacilante y obviamente sin tomárselo en serio.

Byul no contestó, sólo los miró, ella también estaba visiblemente enojada por eso, pero se quedó callada. Yongsun aflojó la mandíbula, dando continuos pisotones en el suelo, tratando de calmarse.

- Además, no tienes una marca de apareamiento. Significa que aún no estás reclamada. ¡Byulie! ¡Por favor, sé sincera con nosotros! Sé que no te aparearás con una alfa como ella, parece tan frágil. Creo que ni siquiera podría protegerte adecuadamente - volvió a hablar Sandeul.

Era notable que estos tipos no eran de aquí ya que no conocían a Yongsun.

La alfa intentó cantar algo en su cabeza para poder controlarse pero no pudo. Sus ojos se posaron en el cuello de Byul, sintiendo un escalofrío. Sabía que se estaban tomando todo con calma pero no podía evitar sentirse insegura y aterrorizada, la gente podría aprovecharse de su compañera porque aún no tiene ninguna marca de reclamo que pueda ahuyentar a posibles amenazas y depredadores.

- Byulie, si quieres podemos divertirnos... - Ken ni siquiera pudo terminar su frase cuando un puñetazo le fue lanzado a la cara, derribándolo al instante.

Todos los presentes en esa mesa sabían lo que intentaba insinuar con eso a juzgar por su mirada a la omega.

Los ojos de Byul se abrieron de par en par, todo sucedió demasiado rápido. Todo era demasiado rápido. Cuando parpadeó, Ken estaba en el suelo y cuando volvió a parpadear, Yongsun ya estaba estrangulando a Sandeul.

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○Mo.onie○

Predestined [Moonsun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora