Predestined [Moonsun]

Capítulo 16

- Oye, relájate - Yongsun le dijo a Byul, alcanzando la mano temblorosa de su compañera y dándole un ligero apretón. En un instante, la menor se sintió tranquila, aunque no borró del todo su nerviosismo.

Byul sentía que iba a explotar por el exceso de nerviosismo y presión, ya podía sentir una bilis que subía hasta su garganta. Intentó mostrarle a Yongsun que estaba realmente bien y relajada pero su cuerpo no cooperó en absoluto.

A juzgar por sus pupilas temblorosas, uno podría decir que Byul está realmente nerviosa y asustada.

- Llegamos - dijo con una dulce sonrisa, dirigiendo su auto hacia la enorme e intimidante puerta que tiene un enorme cartel arqueado que dice 'KIM' para mostrar que están entrando en la espaciosa y amplia propiedad del Clan Kim.

Byul se estremeció cuando el auto entró en el camino y el portón detrás de ellas se cerró. Intentó concentrarse en el camino que les llevaría a la infame finca Kim, se quedó boquiabierta al ver el maravilloso ambiente entre los altos árboles y los diferentes tipos de flores, lq luz de los postes les daban suficiente iluminación para ver el largo sendero que tenían por delante.

Pasaron unas cuantas casitas, lo que hizo que Byul sintiera curiosidad por saber a dónde conducían esos caminos, así que preguntó al respecto.

- Van hacia la granja de aves, de frutas y de animales.

La omega recordó de repente, que la familia Kim es realmente dueña de una de las tierras más amplias de Corea del Sur, dentro de dicha sede, hay granjas, ranchos, un lago, inmensos jardines, entre otras cosas, y muchos agricultores de confianza trabajan e incluso viven aquí. Podria considerarse un pequeño pueblo.

Finalmente, después de unos minutos de conducción, llegaron a la entrada principal de la mansión. Había numerosos guardias rondando por allí, la seguridad en este lugar no es ninguna broma y es muy pesada. Yongsun le dijo que antes de que los visitantes pudieran entrar, los guardias escanearían el interior y el exterior del vehículo y los visitantes serían sometidos a un control corporal, además de que se les haría un montón de preguntas antes de que pudieran ser escoltados hasta la entrada. Por lo general, tardarán unos quince minutos en comprobar si no son una amenaza.

Por suerte, ella está con la heredera, así que no hace falta que la interroguen y todo eso. Solo bastó que Yongsun le hiciera un gesto a uno de los guardia para que la puerta metálica se abriera y la glamurosa vista de la mansión les diera la bienvenida. Byul sintió que su alma se salía de su cuerpo cuando su mirada se posó en la maravillosa e impresionante mansión, enorme pero antigua. Muy intimidante y a la vez hermosa.

Se tomó su dulce tiempo para escudriñar y admirar la enorme mansión con la boca abierta, ella vio este lugar un par de veces en las noticias, incluso se preguntó cómo se siente vivir en una casa de ensueño como esa.

Hay una gran fuente en el centro de la entrada y la mayor no pudo ver la figura que estaba de pie en el centro - debe ser su fundador. Luego, vio una fila de magníficos autos esparcidos por la entrada, pero bien aparcados en las esquinas adecuadas.

Yongsun se estacionó frente a la entrada principal de la mansión. Byul tragó saliva, esa enorme puerta doble de madera de alta calidad ya la intimidaba hasta la médula, el propio porche gritaba realeza como si sólo los monarcas pudieran pisarlo.

- Respira - Yongsun la hizo salir del trance, giró la cabeza hacia su dirección, su corazón se derritió al ver la suave mirada de su compañera.

La menor inhaló y exhaló, asintiendo y mordiéndose el labio inferior.

- No puedo evitarlo - murmuró y Yongsun suspiró suavemente, acercándose a su rostro y acariciando sus mejillas con cariño y suavidad.

- Te aseguro que no se parecen en nada a lo que estás pensando. Estoy aquí ¿de acuerdo? Si alguna vez te sientes incómoda, dímelo.

Su mente se puso en marcha de repente. No le gusta cómo suena eso. La típica gente rica es muy mezquina y arrogante, ya sabes a qué se refiere, ¿no? En las películas, en los dramas... todos son mala gente y la separarían a ella de Yongsun, ya que Byul es una simple plebeya. Le aterroriza mucho ese pensamiento, sabiendo lo poderoso y conocido que es su clan.

Yongsun se dio cuenta de que su compañera volvía a perderse en su mundo y sonrió, sabe exactamente lo que podía estar pensando ahora mismo, así que soltó una bocanada de su aroma, intentando tranquilizar y relajar a su nerviosa amante. Ayudó, los hombros de Byul se desplomaron, se relajaron y la tensión de su cuerpo disminuyó al oler el encantador y relajante aroma, incluso lo olfateó con avidez, acercándose más a la mayor y aferrándose a ella como un koala.

- Cuando estés lista, entraremos - susurró contra su oído y Byul se estremeció, asintiendo, su abrazo alrededor de Yongsun se hizo más fuerte.

Los brazos de la contraria serpentearon hasta la cintura de la menor, fundiéndose en el abrazo mientras el familiar aroma a vainilla y jazmín entraba en su organismo, poniéndola a gusto y satisfecha de inmediato.

Byul rompió el abrazo, sintiendo que su pecho se calentaba, pero aún había nerviosismo. Yongsun la miró, sonriendo bobamente.

- ¿Te sientes mejor? - preguntó mientras acomodaba su propio cabello.

La menor frunció un poco los labios antes de asentir, lo que hizo que Yongsun sonriera.

- ¿Salimos ahora o...? - los ojos de Byul se abrieron de par en par y negó frenéticamente con la cabeza.

- D-Dame unos momentos, por favor - respondió y Yong soltó una risita, asintiendo.

- Por supuesto. No hay problema.

Bueno, ahora Byul solo tiene un par de minutos para pensar una excusa realista para irse o en casos extremos elaborar un plan de escape.

A quien engaña, este era su fin.

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