Capítulo 13

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Yongsun se movía impaciente dentro de su auto, mordiéndose la uña del pulgar mientras esperaba la respuesta de Byul. En estos momentos se encuentra frente a la residencia Moon, esperando que su compañera la busque fuera. Está muy nerviosa.

Revisó su ropa, enderezándola de vez en cuando. Sólo lleva su ropa habitual, después de todo, la propia Byul dijo que debía vestirse como lo hace todos los días, así que: sudadera con capucha, pantalones cortos y zapatillas. Además, miró el regalo que había preparado en el asiento del copiloto.

Por supuesto, sé preparó. Ravi le dio este consejo anoche cuando lo llamó porque estaba realmente asustada. Yongsun tuvo que quedarse toda la noche para pensar en el mejor regalo que podía hacerle a la Sra. Moon y afortunadamente, consiguió pensar en uno después de investigar. Ni siquiera Byul sabe que llegará con un regalo para su madre.

Después de un minuto, la puerta se abrió de repente, lo que hizo que Yongsun saltara en su asiento y se golpeara la cabeza con el techo, pero lo ignoró saliendo apresuradamente de su auto después de tomar la bolsa de plástico del otro asiento con una sonrisa tonta porque su amante se ve bien como siempre. Byul corrió hacia ella, abrazándola con fuerza como saludo.

- Hola, unnie - dijo con una sonrisa - ¿Lista para conocer a mi mamá?

Yong dejó escapar un tartamudeo nervioso mientras asentía.

- No te pongas nerviosa. Ella ya está esperando - Byul la tranquilizó y le tendió la mano, guiándola hacia el interior de la casa. Yongsun casi tropezó en la entrada porque perdió el control de sus piernas.

- ¡Mamá, ya está aquí! - gritó la menor mientras conducía a su nerviosa compañera a la sala de estar, haciéndo que se sentara allí. Yong obedeció, sentándose como un robot con el regalo apoyado en su regazo, mordiéndose el labio inferior para aliviar su nerviosismo.

Entonces oyeron una voz procedente de la cocina. 

- Espera, sólo estoy limpiando la mesa - eso hizo que la mujer pelinegra se estremeciera, pero Byul se limitó a sonreírle, sentándose a su lado y bajando la mirada. Eso hizo que Yongsun se incomodara porque pensó que la menor le estaba mirando su entrepierna pero estúpida ella por suponer, en realidad estaba mirando el regalo. 

- ¿Qué es eso? - preguntó, mirándola con curiosidad.

- Sólo un pequeño regalo... - respondió Yong en voz baja - Para tu madre - añadió, lo que hizo que los ojos de la menor se suavizaran. 

- No hace falta - murmuró pero Yongsun negó con la cabeza. 

- Insisto, está bien - dijo sonriendo suavemente a su amante.

Ambas se quedaron mirándose fijamente, perdiéndose demasiado en los orbes de la otra. Byul bajó un poco su mirada, observando los labios de Yongsun por un momento. Pero entonces, un sonido cercano de pasos hizo que su intenso contacto visual se rompiera.

- Bien, ¿quién...? - la Sra. Moon se detuvo en seco, entornando los ojos hacia la susodicha visitante.

Yongsun parpadeó, su nerviosismo y ansiedad se intensificaron, pero en realidad se sorprendió al ver que mujer parece muy joven para su edad, es literalmente la versión mayor de Byul. Sin embargo, sus ojos son de color negro intenso, a diferencia de los orbes miel de Byul, probablemente lo haya heredado de su padre.

Byul sonrió y se levantó, Yong casi tropieza al hecer lo mismo pero se recuperó inmediatamente. Se sintió muy tensa porque la aguda mirada de la Sra. Moon estaba sobre ella.

- Mamá - dijo, haciéndole un gesto para que se acercara y la mujer mayor lo hizo, pero sus ojos seguían clavados en la visitante - Me gustaría que conocieras a Yongsun - presentó a la mujer detrás de ella.

- Encantada de conocerla, señora - dijo haciendo un aprofunda reverencia.

Pero la Sra. Moon permaneció quieta, sólo en silencio y mirándola intensamente, levantando una ceja hacia ella e incluso escaneándola de pies a cabeza. A Yongsun le resultaba incómodo y le ponía muy nerviosa que la mujer la observara. La falta de emociones en sus ojos y en su expresión realmente la hizo temblar en su sitio.

Byul apretó los labios - Mamá - llamó su atención porque notó lo tensa que está Yongsun con su mirada.

- Alfa - murmuró la mujer mayor, ladeando un poco la cabeza mientras miraba a Yongsun - Eres una alfa - siseó, lo que hizo que susodicha temblara de miedo. La asustó porque había adivinado con exactitud su jerarquía, lo que rara vez sucede debido a su aroma tranquilo y a sus rasgos gentiles.

- Y no cualquier otro alfa - intervino Byul - Mamá, te presento a mi compañera predestinada, Kim Yongsun - dijo con recelo, obviamente estaba algo asustada por la reacción de su madre.

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