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Escuela preparatoria de konoha
1:09 p.m
Llovizna ☔︎︎

En la entrada de la preparatoria se encontraba Sakura Haruno la chica pelirrosa la cual el día anterior se había pintado el cabello a su tono natural castaño ya que las burlas de unas chicas en el entrenamiento de voleibol la hicieron sentir insegura con su cabello y que volviera a llorar por las noches. Volvía a suspirar pensando en cómo le haría para que su cabello no se arruinara con la lluvia que había comenzado hace una hora y que no había parado, se sintió estupida por no traer la sombrilla que su madre le dijo que trajera

– Ah pero tenias que ser tan terca Haruno– se dijo así misma– ¿se detendrá en una hora?

– el pronóstico de hoy dijeron que no dejaría de llover– una dulce voz espanto a la reciente castaña dando un salto detrás– lo siento no quería asustarte

– ¡no lo sientas!– Rascón su nuca– n-no me asustaste solo que no te escuche, no soy de ver el pronóstico– posa sus manos atrás de su espalda admirando las gotas que caían en montón – si que llueve,

– en Japón un día de lluvia es normal– comenta la azabache– pero tengo que admitir que el de aquí es agradable–muestra una pequeña sonrisa– aún que creo que es más la vista

– ¿crees?– entrecierra sus ojos sin ver esa agradable vista– creía que en Japón habían mejores vistas chica nueva

– Hinata Hyuga– se agacha a tomar una flor caída por el árbol de bugambilias que tenia la escuela– así me llamo

– ¡lo-lo siento!, no lo sabía– rasca su nuca– no eh tenido la oportunidad de preguntar tu nombre, yo soy Sakura

La azabache agachada por la flor, levanta su mirada junto con una leve y a la vista de la ojos verdes una hermosa sonrisa y así entrelazarlas, Sakura podía jurar como una flecha toco su corazón

–bueno me tengo que ir ¡adiós chica nueva! ¡Digo Hinata!

Ella empezó a caminar un tanto rápido a pesar de la lluvia y lo malo que le haría a su recién pintado cabello, ya había salido de las rejillas de la escuela cuando sintió como alguien le jalo su suéter, boneta levemente su cuerpo para que en su vista se posicione la tela de un paraguas color rosa pastel, baja un poco la mirada para así ver cómo la pálida mano libre de la chica nueva tomaba ese paraguas, esta la miraba sin expresión alguna hasta que encontró sus ojos y sonrió.

– Sakura Chan– juro que su corazón se había estrujado de la emoción por el "Chan"– vámonos juntas a nuestras casas

Se había quedado muda, era en verdad ella no podía producir ni una palabra a pesar de que quería hacerlo, antes de entrar en pánico empezó a asentir haciendo que la azabache riera y se posicionará al lado suyo, ahí se dio cuenta de lo bajita que era, al menos le ganaba por 7 cm y eso que usaba zapatos sin plataforma, empezaron a caminar y seguía pensando en un tema de conversación que le gustara a la asiática ¿¡de que hablan los asiáticos!?

– no vivo lejos, de echo mi casa esta por la zona pero no lo digas ya que después me hablarán por el dinero de mi familia– suspira deteniéndose en un semáforo rojo– es esa que está al lado de la beige

Wow si que su familia tenía dinero, era la casa más grande que había visto y eso que era amiga de Naruto que es el hijo del alcalde de la sona, realmente se sentía una vagabunda al lado de ellos.

Estaba tan absorta en sus pensamientos que no noto que ya habían llegado en la residencia de la azabache.

– toma– le acerca el paraguas para que lo tome pero ella niega– Sakura Chan yo ya llegue a mi casa no me enfermare si doy unos pasos a la puerta

– no quiero que te vayas a enfermar– pudo decir la ojos verdes– ¡es porque mañana hay clases y no debes faltar! A-así que quédatelo

Hinata se tornó un tanto rosa de su rostro pero no tanto, baja la mirada para así tomar las manos de la ahora castaña, sin notar que el tacto de esas hacían un efecto en Sakura

–Sakura Chan yo tampoco quiero que te enfermes, devuélveme mañana antes de clases o después como gustes– le deja el paraguas a la castaña para ir a su hogar pero antes de darse la vuelta para abrir el barandal vuelve a ella– me gusta más tu cabello rosa, te hace ver mas bonita de lo que eres.

Dicho eso, la Hyuga deja a sakura yendo adentro de su casa, mientras que la chica de afuera trataba de no morir por dentro, sin duda llegando a su casa volvería a pintarse el cabello

– dijo que soy bonita– tapó su boca para luego mirar que en su mano había una flor— dijo que soy bonita y me dio esta flor ... ¡kyaaaaa!

Pero claro ... ella no es lesbiana

¡Que no soy lesbiana! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora