Capítulo 10, ¿Eres tu, Mariposita?

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5 de Diciembre, 2019

(11:20 PM)

Mayara «Maya» Janer

¿Que había sido ese fragor?

Por mi mente se cruzó la idea de que eran zombies, pero ellos solo aparecen cuando hay un sonido, así que.. ¿Qué demonios fue eso? Creo que Adrián pensó lo mismo que yo, por que me ordenó;

―No creo que sean zombies... Iré por mi arma, quédate aquí

No me podía quedar ahí, mi hermano está herido, debo asegurarme que no le pase nada. Mientras abría la puerta de mi recámara escuché otro sonido algo fuerte en la planta baja; como si algo hubiera caído al suelo. A pasos silenciosos y algo rápidos iba hacia donde estaba Daniel. Mientras andaba sentí como alguien me tomó del hombro y me giro, yo levanté mi mano, lista para pegar un manotazo, pero al ver quien era suspire calmada

Sh sh, tranquila, soy yo―Musitó Oliver con cuidado

―Oliver, ¿Daniel está bien? ¿qué está sucediendo?―Inquirí algo inquieta

―Él está bien, está en su habitación. Emi está cuidándolo. Ven, vamos con ellos―

Nuestras recámaras están cerca. El chico bonito le dio tres toques suaves a la puerta de madera, por dentro, escuchaba como alguien le quitaba el cerrojo a la puerta y la chica asiática se asomó abriéndonos el paso para entrar a la habitación. Rápidamente, me adentre y con la mirada busqué a Dan, lo vi sentado en la cama con la pierna y el tobillo vendado

―¿Ves? Te dije que ella está bien―Aseveró Emi

Me senté al lado de Daniel y él me dio una palmada en el hombro con una sonrisa de labios cerrados

―¿Son zombies?

―Son ladrones.―Respondió la chica con tranquilidad

Yo arrugue ligeramente el entrecejo y mi hermano bufó e inquirió.

―¿Por qué lo dice con tanta calma?

―Pues, veras...Esta no es la primera vez que nos intentan robar. ¿Qué esperabas? vivimos en un mundo post-apocalíptico, la gente se vuelve cada vez más desesperada y necesitada. Los supermercados están vacíos, la única opción que queda es robar―Finalizó con un encogimiento de hombros

―Lastimosamente, es verdad―agregó Oliver―. Nos vamos a mantener aquí hasta que Alanna, Gerald o Adrián nos aseguren que todo está limpio.

No pasaron más de diez minutos cuando se escuchó que alguien tocaba la puerta, rápidamente, Emi tomó su rifle y se acercó con cuidado a la puerta y habló;

¿Eres tú, mariposita?

―Si soy yo, florecita―Respondió una voz femenina al otro lado de la puerta

Emi abrió la puerta, abriendo el paso para Alanna, Gerlad, y Adrián, se veían algo agitados. Me causaron gracia los apodos que se tenían, y llegué a escuchar como Oliver se rió un poco. Dios, que risa mas encantadora.

―¿Cuántos eran?―Cuestionó la asiática, ladeando la cabeza

―Cuatro, tres hombres y una mujer. Pero sabían pelear, sin embargo, no traían armas―Dijo Gerald, mientras se estiraba

―¿Qué querían?―Inquirí

―Lo mismo de siempre; agua, ropa, medicinas y comida―Respondió la chica morena

Note que Alanna tenía unos arañazos en la mejilla izquierda y un poco de sangre brotaba de ellos. Emi se dirigió hacia la mesita de noche que estaba al lado de la cama de Dan y tomó un botiquín de primeros auxilios para curarla.

―Bueno, yo estoy agotado―Indicó con un bostezo el ruloso―. Buenas noches

―Yo también estoy algo cansada―Agregó Emi. Se acercó a mí y me dio un ligero abrazo―. Descansa, Mayita

Arrugue el entrecejo por la manera que me había llamado, ―incluso me dio algo de gracia―, ¿Mayita? Vaya que era creativa con los apodos, incluso más que Daniel.

Daniel «Dan» Janer

Después de esa intensa situación, cada uno se despidió y fueron a sus recamaras. Le pedí a Maya que se quedara porque quería indagar sobre un tema

―Oye, Mayara. ¿Te puedo hacer una pregunta rápida?

―Claro―Accedió sonriente―, ¿qué sucede?

―Siento que he visto a Gerald en algún lado. Siento que ya lo conocía de antes, ¿a ti no?

―Mhm...Pues a mi no. ¿Seguro que no te pegaste en la cabeza?―Bromeó

―Estoy bien―Reí―, solo, no sé. Tal vez me lo imagine.

―Si, tal vez

―Bueno, en ese caso, buenas noches hermanita

―Descansa, Dan

Salió de la habitación. Me froté los ojos y me acomodé para dormir, en cuestión de minutos pude conciliar el sueño.

Mayara «Maya» Janer

Que pregunta mas extraña me acaba de hacer Daniel, seguramente solo estaba cansado.

Cuando entré a mi recamara, tomé el libro que estaba leyendo hace unos días; Lagrimas en el mar de Ruta Sepetys. Leí unos cuantos capítulos y me quedé dormida, con el libro en el pecho.

6 de Diciembre, 2019

(5:30 AM)

De la nada, oí como la puerta de mi pieza se abría. Me levanté de golpe: alerta y desorientada. Vi como él estaba ahí

―¡Lo siento! No queri- no quería asustarte―Se disculpó nervioso, Oliver

―No te preocupes. ¿Pasó algo?

El chico pecoso se ruborizo

―Pues, ehm... Yo...Quería mostrarte algo



💧

IG: ninemisha

¡Muchas gracias por leer mi historia!

La Lluvia [Un clima desacostumbrado] [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora