SatoSugu Oneshots

Un Café Diario

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Sᴀᴛᴏsᴜɢᴜ Fʟᴜғғ Wᴇᴇᴋ
Dɪ́ᴀ ₁
𝐶𝑜𝑓𝑓𝑒𝑒 𝑆𝘩𝑜𝑝 𝐴𝑈

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Había obtenido aquel trabajo de verano con el fin de estar lejos de casa, si había algo peor que estudiar en un internado era tener que quedarse allí en vacaciones, pero no tenía otra opción ni lugar al cual regresar, por lo menos su comportamiento era suficientemente bueno para que le permitieran salir diariamente a trabajar y no estar encerrado todo el día en aquel campus, aunque ese día hubiese preferido no estar allí. 

El clima era bastante caluroso y su aire acondicionado se había descompuesto, así que allí estaban dos baristas viendo como el novato trataba de entender cómo funcionaba aquel aparato. 

- Geto-chin ¿Podrás arreglar el aire acondicionado pronto? - decía una pequeña chica de apariencia amable y carácter despreocupado que miraba por encima de los hombros del joven mientras este simulaba estar haciendo algo. 

- No lo sé, pero más importante que eso ¿Porqué me llamas "Geto-Chin"? - Se había acostumbrado a que esa chica le cambiara de nombre cada día que iba a trabajar, pero ese en particular le causaba curiosidad, pues al lado de ella; no solo él, sino cualquier persona se vería grande.  

- Oh ¿Te molesta? ¿Preferirías Sugu-Chin? 

- Por supuesto que no - El joven arqueó los ojos y ce centró en su tarea - en todo caso ¿De qué año es este aire? Es un asco, no puedo creer que pretendan que arregle eso. 

- ¿Seguro que no es porque eres muy inútil para hacerlo Geto-Chin? 

- Obviamente no es el caso - Geto se levantó y se recostó en una pared cercana - Tal vez podría llevarlo a casa y repararlo en la noche, en el campus debe haber mejores herramientas ¿Les parece bien?

- Por favor hazlo - la chica sonrió y el otro joven que había en el lugar asintió con la cabeza - Muchas gracias Geto-Chin. 

Mientras los tres jóvenes empacaban el artefacto para que Geto se lo llevara, entró un chico local, les era bastante familiar pues había estado frecuentando el café los últimos días, siempre más o menos a la misma hora, era bastante excéntrico así que lo normal era recordar a alguien así.  Era su octavo día consecutivo yendo al local y cuando tomó asiento, la chica corrió rápidamente a atenderlo. 

Los dos jóvenes baristas conversaban de algo sin importancia mientras su compañera tomaba el pedido, aunque de repente pareció haber problemas en aquella mesa, no es como si ocurriera algo, pero se podía ver al cliente algo irritado y a pesar de sus grandes habilidades sociales, la chica parecía estar en problemas. Ante esto Geto se acomodó su uniforme y se acercó a la mesa tratando de sonreír. 

- ¿Hay algún problema, señor? - dijo esto poniendo su mano sobre el hombro de la chica para tranquilizarla. 

- Oh, eres tú - El muchacho que apenas segundo antes se veía molesto e intimidante, de repente dibujó una entusiasta sonrisa en su rostro - No tienes que decirme señor, seguramente tenemos la misma edad - rió y apoyó su cabeza en se brazo mientras hacia una especie de puchero - solo le preguntaba a la señorita porqué no podía atenderme otro de los camareros, he venido cada día de la última semana y solo he podido hablar con ella. 

- Así que era eso - el pelinegro suspiró pensando que esa era una situación bastante estúpida - Es por nuestros horarios, con la finalidad de trabajar equitativamente nos dividimos las horas en que cada uno atenderá las mesas, siempre viene a la misma hora así que es normal que sea atendido por ella, si le incomoda puede solicitar amablemente que otra persona lo atienda, pero cero que es innecesario, ella es bastante buena en su trabajo - Aunque llevaba poco trabajando allí, podía notar que su compañera era bastante susceptible a las críticas así que buscaba la manera de hacerla sentir bien, además había algo en la actitud de ese cliente que le molestaba bastante, no sabía decir qué, pero si dejaba de ir al café a partir de ese día estaría satisfecho.