°12 de marzo°

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He tenido un sueño bastante raro, y he decidido anotarlo por aquí porque estoy seguro de que tiene que ver con la criatura que le dio origen a esta bitácora tan especial.

En el sueño, despertaba recostado en la fina arena del mar profundo, mirando a mi alrededor como lo haría en un día brillante desde la comodidad de mi cama. El sobresalto al creer que podía haberme ahogado si no me movía pronto fue sustituido por la confusión de haber sido dotado con agallas para contar con menos necesidad de oxígeno y de una aleta que se mueve de arriba a abajo y que me permiten nadar como los peces que estudio y amo.

Daisy con su piel moteada aparece detrás mío y en mi sueño me veía emocionado por encontrarme en su mundo, parecía que ella se convertiría en mi guía en aquel lugar. Pero claro, como en todo buen sueño la alarma intervino en saber que podría haber pasado si continuaba dormido.

~•~•~

Saber lo que ocurría con Daisy le daba el porqué a todo lo que estaba pasando recientemente, por lo que decidí preparar mi reporte de investigación y hablarlo con mis altos mandos; no podíamos retener sus impulsos naturales ya que eso podría traer que tuviéramos más incidentes como el de Valentine o daños a su propia salud y no teníamos otro espécimen con el cual ponerla para que hicieran lo suyo y sus hormonas volvieran al estado de cuando la trajeron aquí, así que la única opción que quedaba era dejarla en libertad. Yo se los dije y lo manifesté en mi reporte, dijeron que lo pensarán.

Daisy mientras tanto, es como si lo hubiera escuchado debido a que comenzó a hacer vocalizaciones. Esta vez no era por comida o por alguna otra necesidad, esta vez era un llamado como si quisiera que alguien más le diera una respuesta. Después de que di mi reporte de que se encontraba cerca de la temporada de apareamiento mis superiores dijeron que tengo prohibido entrar en el agua y siquiera acercarme a la piscina, lo que es una lastima porque me gustaría ver esa emoción con mis propios ojos y no por los ojos vidriosos de las cámaras.

Como graduado de biología marina claro que me hace feliz pensar en la posibilidad de que una criatura rehabilitada regrese a su entorno y se reintegre en su sociedad; me hace feliz pensar en la reunión de Daisy con amigos y familiares que esperan con ansias su regreso o que en sus momentos de ausencia lloran su supuesta perdida, solo pienso en su rostro en el momento en que regrese a su ambiente en donde nadie la puede manipular como algunas personas lo han hecho por aquí. Sin horarios de piscina grande, sin hora de comer, solo cientos de kilómetros para que haga lo que quiera hacer y coma lo que quiera comer y cuanto quiera comer.

Pero como Chris Mousiki... Quiero convencerme a mí mismo de que sería egoísmo solo superado por el que Paula expresa a la hora en que decide dejar de darle de comer si quisiera que ella se quedara en el laboratorio solo para seguir viendo sus ojos gigantes y alegres cada mañana en cuanto llego al lugar, pero maldita sea, cuando se vaya ya nada de lo que vea en el trabajo va a poder sorprenderme de nuevo.

Tormenta de Ojos NegrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora