°9 de marzo:°

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Hoy me enteré de algo interesante, visto desde algún ángulo. Parecía que querían que se quedara en el aire como una anécdota sin importancia, pero hoy Paula me confesó de que estuvo observando desde la cabina de sonido el día de la extracción de sangre de Daisy, pero que había decidido salir de la habitación en el momento en que revisaron mis signos vitales y me dirigí de regreso a la cabina para buscar mi ropa y regresara a analizar lo que había sucedido.

Es verdad que un tiempo atrás Paula y yo compartíamos sentimientos más allá de nuestro trabajo, pero tuvimos ciertos problemas por los cuales de manera madura decidimos terminar nuestra relación sin que ninguno de los dos saliera herido.

O ese último punto es lo que yo quería creer. Por como se expresó acerca de Daisy esta mañana solo me hacía pensar en que de alguna manera estaba celosa de nuestro sujeto de piel moteada. Dice que me tiene bajo el clásico "Embrujo de sirena" que ha sido tan común en los cuentos de pescadores, suena un poco como una infantil cortina de humo.

Desde que empezamos a estudiarla no ha habido un solo día en que no crea que Daisy es más similar a nosotros de lo que se cree; sus manos, el sonido de su corazón, su rostro, todo. La teoría del simio acuático dice que así como algunos de nuestros ancestros evolucionaron para convertirse en criaturas que caminaban sobre dos pies, los de la especie de Daisy lo habían hecho para convertirse en uno con el mar; podíamos ser tan parecidos a ella como lo somos con los primates, o incluso más, siendo que coincidiera que venimos del mismo sitio y que ellos hubieran evolucionado para ya no tener pelo. Claro que Paula me miró como si estuviera loco al momento en que se lo dije y no dejó de recordarme que ella casi pierde el pie por "Ese animal salvaje que tenemos en la piscina"

Aunque los comentarios de Paula no me han sacudido lo que siento hacia Daisy, el haberle gritado la teoría a alguien en la cara si me hizo darme cuenta de algo. De nuevo, tenía ese punzón detrás de la cabeza que me decía algo.

Revisé los videos de las cámaras subacuáticas de la piscina fechados el 4 de marzo. Me veía a mí mismo metido en el agua con el traje de neopreno y con Daisy nadando amistosamente alrededor mío. Cuando estaba bajo el agua mi falta de visor hizo que no pudiera ver todo lo que pasó con claridad y que el agua fuera salinizada artificialmente no me ayudó en nada, pero al encontrarme frente a los monitores los movimientos que hacía alrededor mío me resultaban casi familiares.

Hice algo de investigación y comparé con videos de otros animales que hemos recibido y que guardamos en nuestros archivos en caso de que algún día tuviéramos una situación de investigación como esta, y lo que descubrí es lo que me tiene haciendo estas notas del día.

Daisy no estaba queriendo jugar conmigo; sus movimientos eran muy similares a los que hacen algunos tipos de delfines cuando se encuentran en temporada de apareamiento y buscan "Cortejar" a otro de su especie. Palabras más o palabras menos, pero cabe la posibilidad de que Daisy me estuviera confundiendo con un macho de su especie y quería que yo le siguiera el ritual que lleva implementado en su instinto.

Aquel ritual que intentaba y el hecho de que hace tan solo unas semanas hubiera animales tan cerca de la costa... No estaba en mí recordarlo, después de todo soy un especialista en comunicación, pero nos encontramos a poco tiempo de que comience la temporada de aparición de delfines, ballenas, y aparentemente, de sirenas también.

Y solo como nota adicional. Encontré la razón por la que Paula me gritaba que estaba bajo un embrujo de sirena y le daba el porqué parecía exhalar ese aire de celos: En el video de mi experiencia con Daisy se ve claro como es la primera vez que le digo por su apodo cariñoso en voz alta y como tengo una cara de tonto, pero de un tonto feliz. Y si soy realmente sincero conmigo, es que en el momento no pude evitarlo.

NO amo a Daisy, no de la misma manera en como amaría a una chica humana, mi vida y mi trabajo no son una película de ese director tan famoso. Se que aunque de alguna manera pudiera concebir esos sentimientos en mí y que por alguna coincidencia ella también, ambos saldríamos con el corazón roto por ser imposible en tantas maneras diferentes. A mi parecer, es como si una foca y un delfín intentaran unirse.

Una percepción incorrecta de la humanidad es que todo lo que hay fuera de nuestra sociedad o de nuestra especie no puede ser tan complejo como nosotros. Por supuesto que amo a Daisy, pero en el sentido de que me impresiona observarla y darme cuenta de que todo eso son palabras vacías de gente ignorante o con un complejo de superioridad dotado por nuestros pulgares oponibles.

Tormenta de Ojos NegrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora