♡ | DÍA O1. MOCHI

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— Más estás tardando en hacer los mochis, en lo que la niña cachetona va a tardar en tragárselos de un bocado

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— Más estás tardando en hacer los mochis, en lo que la niña cachetona va a tardar en tragárselos de un bocado.

— ¡Jin, cállate! ¡Me estás desconcentrado!

Ese día muy cerca a ser la hora en la que ya debería de estar partiendo para ir al metro e ir directo a la escuela; está Toga metida en su labor de terminar los últimos detalles del envoltorio donde metió los esponjosos y rosados mochis que había preparado en la noche.

Por qué en esta vida hay prioridades y Toga tiene bien planteadas las suyas.

Y esa es Ochako Uraraka.

Así que tiene que verse perfecto, todo tiene que ser tan bello y digno para Ochako. Por qué ella se merece lo mejor de lo mejor.

Así que el moño rosa pastel que envuelve la caja debe de verse digno de una foto aestheric de las que aparecen mucho en Pinterest. Todo esto debe de ser especial, por lo que agregó una carta sobre una esquina de la cajita, dando la vista de un sobre en blanco con letra curvilínea que indica el nombre de la destinataria.

— Toga — la insistencia de Jin suena de nuevo—. Se te hará tarde.

— shhh

Jin solo suspiró al ser callado otra vez. Porque tendría que volver hacer, lo que siempre hace, cuando Toga se envicia en algo que no piensa soltar.

— Iré por las llaves del auto — avisa el rubio—. Esta más que claro que con lo atenta que estarás con ese regalo, es más que probable que dejes tu maleta tirada por algún lado del metro. Y no pienso otra vez ir a buscar tus cosas por toda la ciudad.

Por qué si, probamente eso es lo que pasaría. No, eso es lo que sucedería.

Ya que ese lunes para regresar a la UA, lo único en mente en Toga no es seguir su normalidad como siempre ha sido con el montón de estudiantes del departamento de estudios generales.

Lo que más ronda es el poder entregar al fin los mochis que ha estado aprendido para poder darle a Uraraka sus favoritos de fresa, nada más y nada menos que hecho por sus propias manos.

Por qué para Toga, la importancia de un obsequio es cuando alguien le dedica tiempo a elaborar y detallar. Ya que es equivalente a pensar en esa persona especial en cada momento de construcción del detalle.

— ¡Jin, Jin, Jin! ¿Acaso no luce hermoso? ¡Por qué luce hermoso! Espero que a Ochako-chan le fascine todo.

— Date prisa Toga.

— Jin, por favor responde. Estoy muy insegura con esto. Ayúdame —. La frustración de Toga no hace que Jin continúe en reprender a la chica por el hecho de que ni el cabello aún se ha arreglado.

— Ay niña, por supuesto que está hermoso. Lo hiciste tú, así que es más que seguro que le gustará.

Ante la respuesta, una sonrisa con resplandor aparece en Toga tanto que quiere dar brincos ante la aprobación de su mejor amigo.

Solo espera que a Ochako le guste.

...

Ambas se encuentran sentadas sobre el césped, justo en un lugar tranquilo de los terrenos de la UA que con frecuencia suelen apoderarse en los tiempos libres que comparten.

En esta ocasión, Himiko fue que le entregó el obsequio nada más la vio llegar y sentarse. Apresurando a Ochako para saber su tan ansiada duda de si le gustarían o no.

— ¡Pruébalo Ochako-chan, prueba uno! ―dice con entusiasmo― La carta la puedes leer en privado, ¡Ahora solo prueba un mochi! Por favor, por favor, por favoooor.

Ochako se río por el entusiasmo e insistencia de Toga. Sus ojos brillan tan intensamente que le gustaría poder seguir apreciando por un rato más la muy linda vista que siempre le regala Himiko con su brillante ser.

Pero no quería hacerla espesar, por lo que abre con delicadeza el listón, destapando y sacando uno de los mochis. Lucen tan deliciosos.

— ¿Quieres uno? — preguntó Ochako antes de llevarlo a su boca.

— ¡No bobita! — se apresura a aclarar riendo enternecida de la amabilidad de su novia― Lo que quiero es que lo pruebes y me digas que te parece, así que ándale, ándale.

Sin más, Ochako lo prueba, a lo que queda encantada con el sabor; Es fresa, tiene ese leve aroma como el sabor que se despega por toda su lengua.

Pero tienen algo distinto a los que siempre come, saben diferente a los que ha comprado en máquinas expendedoras o algún otro local.

— ¡Saben riquísimas! ―expresa con total alegría del sabor y sin dejar de dar mordiscos al mochi― ¿Dónde las has comprado?

— ¿Entonces si te gustó? ―inquiere mejor Toga en un chillido animado.

— Por su puesto —habla con la boca llena del resto de mochi.

— ¡Que bueno, por qué yo los hice!

— ¿Cómo es que sabes hacer mochis y nunca me contaste? ―pregunta sorprendida.

— Por qué no sabía ―comienza a relatar, con un repentino nerviosismo que la consume―Yo... recién aprendí.

Toga no necesita maquillarse de rubores sus mejillas. Por que cada vez que estaba con Ochako aparece el ligero rubor rojo que son el delatador de su sentir.

― Para poder preparar unos para ti, por qué sé que te gustan ―Fue lo que termina diciendo Toga después de que empieza a juguetear con uno de sus mechones rubios.

—Esto es muy lindo― alaga Ochako encantada ― Me siento muy agradecida, no tenías por qué.

— ¡Por supuesto que sí! ―exclama― . Tu rostro se ilumina al comer mochis. Te escuché siempre diciendo que son tus favoritos. Así que tuve que aprender, para también... ¡Poder ser parte de lo que te hace feliz!

— Oh toga — deja con cuidado la caja muy seca de su muslo y procede a sostener las manos de la otra de manera tan delicada— Tú ya me haces feliz.

La sola respuesta manifestó la euforia en Toga. ¿Acaso Ochako usó su quirk en ella? ¡Siente como si estuviera flotando!

— ¡Te amo te amo te amo! —Toga se avienta a abrazar a Ochako, por lo que causa que se vayan para atrás.

— ¡Oh no, los mochis! ―dice preocupada de que se pueda arruinar el regalo de Toga.

— ¡No importa, te haré los que quieras ¡Cuánto quieras o cuando quieras!

Ambas se miran tan fijamente, con las caras completamente coloreadas de rojo y rosa.

— Gracias Toga, Por todo.

Y Ochako procede a darle un beso en la mejilla.

Togachako week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora