❬ 017. Tercera prueba ❭

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Ya había pasado unos pocos días de su pelea, y la prueba final del torneo llegó.

Cada una se sentía muy triste por dejar a la otra, eran todo lo que tenían y a la única con la que podían contar, pero ahora ya no.

Los participantes del torneo se encontraban en el medio, listos para entrar al laberinto.

El público alentaba con gritos, carteles, camisetas, etcétera. Todo se sentían muy felices, por ahora.

—¡Soporus!— el público se calló— Hoy en la mañana el profesor Moody colocó la copa de los Tres Magos en el laberinto, solo él sabe su exacta posición— comentó Dumbledore.

Formó un círculo con los participantes, les dijo algo y se dió la vuelta.

» ¡Qué empiece él torneo!— gritó—, a la cuenta de uno——

El cañón se disparó antes, entonces Cedric y Harry emtraron primero.

Martina miraba a su alrededor, por puro instinto, buscó a su ex mejor amiga, no la encontró.

Lo que se le hizo raro, pero trató de ignorar dichos pensamientos y disfrutar del torneo.

Mientras tanto, Amy, estaba en dónde la copa, que era un teletransportador, te llevaba.

Su cara era seria y no tenía alguna expresión.

—Has hecho muy bien en venir, Black, tal como lo haría tu familia— Voldemort hablaba con una voz áspera y grave, pero no podía ver la chica porque era una extraña cosa viscosa. 

Cedric y Harry luchaban por librarse de lianas y tomar la copa. Y así fue.

Tomaron la copa, juntos, y esta los llevó a un cementerio.

—¿Qué pasó?— preguntó Cedric— ¿Dónde estamos?

Harry miró el lugar, algo le decía que él ya había estado ahí.

—¡Toca la copa!— exclamó el chico al notar en donde se encontraban.

La tumba de Tom Riddle.

Pero fue muy tarde, Peter Pettigrew, Amy Black y Lord Voldemort, iban hacía ellos.

—¿Quiénes son y qué quieren?— preguntó valiente el castaño.

El hombre hizo un movimiento y la chica pronunció un hechizo:

—¡Avada Kedavra!— al instante en decir aquello su cuerpo y el de Diggory cayeron al suelo en un golpe seco, y el hechizo que estaba sobre ella acabó.

—¿¡Amy!?— casi gritó Harry al verla.

Trató de recordar lo ocurrido antes de aquello.

—Amy, necesito que vengas conmigo— dijo el profesor.

—¿A dónde?— cuestionó ella.

—Espera un momento, debo hacer algo— se lo notaba apurado.

Corrió hacía una parte de su oficina, la chica lo siguió por curiosidad, y se encontró con la escena de ver a un hombre mil veces más joven convertirse en el profesor Moody otra vez.

Aquel notó que ella lo vió y trató de borrar su memoria, ella intentó escapar, pero él se la llevó al laberinto para poner la copa y aprovechó, para que no hablara, dejarla en las manos de Peter Pettigrew.

Este le puso la maldición imperius, y hasta ahí llegó.

Levantó su cabeza y las lágrimas llegaron al ver lo que había hecho, para ese punto, Peter estaba haciendo algo para volver a Voldemort a la vida.

Mortifagos llegaron al lugar minutos después, todo estaba fuera de control.

Voldemort y Harry comenzaron una guerra de varitas, luces salieron de ellas, y también una especie de fantasmas, los cuales hablaban con Harry.

Hicieron un plan, Harry dejó el hechizo y junto a Amy, quién entendió las miradas de Harry, tomó el cuerpo de Cedric murmuró un accio copa para tocarla y volver al lugar.

Cuando volvieron todos festejaban, pero Harry gritaba.

—Él volvió, él volvió— lloraba— Voldemort volvió.

—Ese, profesor, m-me hechizo— chilló la chica también.

Dumbledore miraba desconectado a los dos chicos. Los aplausos y festejaciones pararon al ver a Cedric en el suelo.

Martina notó a Amy ahí, y como se la veía desesperada, bajó, así como muchos otros también.

—¡Ese era mí hijo! ¡Mi niño!— lloró el padre de Diggory, la gente lo consolaba.

Dumbledore miró a Amy, quien no estaba tan conmocionada como Harry y podría hablar.

—¿Qué ocurrió?

—Él volvió— sollozó. No pudo decir mucho.

El profesor Moody se llevó a Harry cuando nadie lo veía, Amy notó esto y se lo hizo saber a Dumbledore, quién persiguió al supuesto profesor.

—A-amy— Martina se le acercó.

Ella la miró desconcertada y aún con lágrimas en los ojos.

Solo se abrazaron.

—L-lo siento— dijo la castaña—, por no haberte dicho nada, realmente lo siento, no te lo quería ocultar...

—Esta bien, también lo siento, no te preocupes— termimaron el abrazo.

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—Hoy sentimos una terrible pérdida— comenzó Dumbledore levantándose de su asiento hacía los alumnos—. Cedric Diggory era, como saben, un trabajador incansable, infinitamente honesto, y lo más importante, un fiel amigo. Por lo tanto creo que tienen derecho a saber cómo murió.

Hermione emitió un gemido.

» Si, a Cedric Diggory lo mató Lord Voldemort. El ministro de magia no quería lo dijera, pero el no hacerlo lo consideron un insulto.

Martina y Amy se mantenían abrazadas escuchando atentamente el discurso.

» Creo que Cedric Diggory fue una gran persona, y por eso debemos recordarlo como aquello. Nunca lo olviden.

Aplaudieron hacía el discurso.

Para Harry fue una gran pérdida y su amigo lo acompañaba en aquel  momento.

La rubia veía desde el banco de atrás la escena de Ron ayudando a Harry.

Su corazón se rompió al verlo así.

—Va a estar bien— apoyó su amiga.

Martina dió una sonrisa triste.

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n/a: casi último cap, lloro😭

LOVE POTION | Ron Weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora