BBRae Week 2021

Día 5: Días soleados

Rachel no comprende el entusiasmo de todos, ella solo quiere huir de ahí lo más pronto posible y refugiarse bajo la fresca sombra de algún árbol, o volver a casa, lo que ocurra primero.

Pero en cambio, está ahí de pie, junto a Kory y Karen, a quienes parece que el sol no les hace ningún efecto. Se supone que debería unirse a la emoción del público, que disfruta eufórico de la banda en turno que toca sobre el escenario. Pero en su lugar, Rachel solo se pregunta si no tardará mucho en llegarle alguna insolación.

Y entonces la banda termina, y Rae piensa que ella no es portadora de tanta suerte; su sufrimiento aún no termina. Sus amigas la invitan a ir a comprar algunas cervezas, pues nadie conoce a la banda que sigue, que solo hará de intermedio para lo realmente bueno. La chica teñida en violeta se da la vuelta y comienza a seguir a sus amigas, pero el sonido de una guitarra la detiene. Le da algo de curiosidad el ritmo con que esa banda ha comenzado a tocar y se gira a verlos. Kory se gira con ella, y parece que algo ha llamado también su atención.

Rachel está segura de que es el día tan soleado lo que le está causando tener ideas tan estúpidas, pero tampoco es que esté haciendo un esfuerzo por auto controlarse.

Así que de nuevo se queda de pie junto a sus amigas, -al parecer también Karen posó su vista en alguien-, y disfruta del divertido espectáculo que está dando el chico de batería con el pelo teñido en verde. El hombre toca con ritmo, pero, sobre todo, toca con plena pasión, y es terriblemente contagioso, al menos para ella.

Al cabo de unos minutos, de nuevo hay algo de público aclamando a la banda en turno. Sus amigas ya se han marchado, Karen le ha prometido a Kory presentarle al cantante, pues el guitarrista que le acompaña es su viejo amigo Víctor, y seguro él no le negará ese favor.

Pero Rachel aún permanece en el mismo lugar, contemplando con una ligera sonrisa al torpe baterista que no deja de sonreír al público. Y entonces sus miradas se cruzan. Ella está segura de que no se lo ha imaginado, aquel chico de ojos azules le está mirando solo a ella, y ahora le ha guiñado un ojo.

Rachel sabe que sus mejillas están ardiendo, y se siente muy estúpida por esa reacción en ella. Tan pronto como pasa el -quizás imaginario- coqueteo, ella aparta su vista del musico desconocido y decide que es momento de enfriar su mente; en definitiva, el sol le ha afectado.

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Karen cumple su palabra, Rachel nunca dudó de ella. Ahora las dos contemplan desde la barra de la cocina de un departamento desconocido a su amiga pelirroja, comiéndose a besos a aquel cantante que al parecer se llama Richard.

Pronto Víctor se lleva a Karen, pues necesitan ponerse al corriente sobre sus vidas, y de nuevo Rae está sola.

Desde donde está, observa divertida cómo un muchacho de mechón blanco, quien le han dicho es el hermano de Richard, gritarle al hombre, exigiendo que tenga algo de pudor y al menos se lleve a la chica a su propia habitación.

Comprende la molestia de "mechón blanco", pero sabe que su amiga tampoco es ninguna santa.

La idea de marcharse pasa por su cabeza, ella ya ha cumplido con acompañar a sus amigas, y no duda que están en buenas manos. Pero entonces, de nuevo lo vuelve a ver. "Cabello verde" entra al departamento, y sus amigos le reclaman por llegar tarde. Rachel se pregunta si alguna vez aquel chico deja de sonreír.

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Rae no abandonó la pequeña reunión que terminó convirtiéndose en fiesta, pues, aunque lo hubiese intentado, Garfield no la habría dejado. Ella supone que todo fue culpa del terrible sol que hubo ese día, del alcohol del cual consumió de más, y, sobre todo, por culpa de lo idiotamente encantador que fue aquel baterista.

Quizás ella no terminó acostándose esa misma noche con un desconocido como Kory, pero sabe que no tardará en hacerlo si el torpe chico de ojos azules no deja de molestarla con dulces mensajes y salidas adecuadas.

Si todo sale bien, Rachel no dudará en volver a salir con sus amigas cuando estas la inviten a algún festival de música bajo pleno sol veraniego. Y si tiene suerte, incluso irá con un lindo acompañante.