Oliver es un misterio.
Lucas es demasiado curioso para su bien.
Ambos son una combinación desastrosa.
Muchos secretos rondaban la vida de Oliver, por ejemplo ¿Por qué lo llamaban Ris? O ¿Por qué parecía que los profesores le tenían cierto estima...
Curiosidad #4 A Oliver le gusta la música antigua. Lo poco que vi de su reproductor lo demuestra.
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Despeinó su cabello por tercera vez. Al tener grandes rizos que caían y se desbarataban a todos lados, el lucir bien no fue una tarea relativamente fácil. Estuvo cerca de dos horas frente a su armario viendo lo que se pondría. En todo ese lapso su cabello había secado de la ducha antes tomada. Lucas incluso con el frío que pasaba por su desnudo pecho no se percató del tiempo.
Para suerte suya Lorena llegó a su rescate con un conjunto de ropa que había sacado de la lavadora. La mujer tenía entre sus manos unos pantalones rasgados negros, una camiseta blanca y una chaqueta negra ancha y larga. Lorena le sonrió y dejó el conjunto en la cama mientras alzaba los dos pulgares dándole ánimos para lo que sería su cita y es que Lucas confió en ella para contarle sobre lo emocionante que sería esa tarde.
El conjunto con sus grandes botas negras le hicieron lucir como un chico malo, completamente distinto a lo que era, pero parecía ser lo que atraía. Lucas estuvo a punto de salir, sin embargo la mano de Lorena lo jaló hasta el cuarto de su hermano. De entre sus cosas, la rubia tomó una secadora y un cepillo circular. El sonido del aparato caliente lo asustó un segundo.
—Vamos a darle forma a tus rizos —agregó ella.
Con el cepillo arreglaba cada rizo en aquella castaña cabeza y Lucas solo se limitó a observar la delicadeza con la que lo peinaba. No se le escapaba ni un solo mechón, sonrió al pensar en que esa sería la forma en la que trataría a su sobrino. Lorena tenía de fondo en su habitación alguna especie de música movida con la que se balanceaba de vez en cuando para bailar un poco.
Lucas siguió el ritmo suavemente con la cabeza unos segundos hasta que finalmente su peinado estaba listo. No se parecía nada a como estaban sus rizos antes, de ninguna manera. Lucían más ordenados en su propio desorden. Los bucles caían con suavidad sobre su frente y orejas. Con un spray Lorena se aseguró de que ningún mechón se saliera de lugar.
—No te quedes quieto cuando la veas —indicó ella mientras guardaba su secadora—. Intenta iniciar una conversación, sé amable hasta cierto punto y si eso no tiene su atención intenta lo contrario.
Lucas asintió, su rostro serio no daba ninguna señal de broma en él. Iba a tomarse aquella cita muy en serio. Ese sería el primer paso para acercarse a ella.
Lorena le dio un poco más de dinero para que pueda invitar a Olivia un helado o algo parecido. Había tomado gran parte de efectivo porque quería dar una gran impresión, lo sacó de sus ahorros. Además debía ayudar para que su amigo también consiga a la muchacha que le gustaba.
Cuando dieron las cuatro y media tomó su celular, dinero, llaves y salió a toda prisa. Mientras caminaba sus piernas temblaban por el nerviosismo. Olivia le parecía demasiado linda incluso para él. Temía asustarla con cualquier cosa que diga o haga, por lo que en su cabeza estaba ensayando lo que haría, diría e incluso como caminaría con ella.
