Del odio al amor (Legolas)

Capitulo 3

Narra Ellelyn:

- Mirensen- interrumpió Tauriel- ya comienzan a parecer una pareja. 

- ¿Y tú con Kili?- hable- Parecen llevarse muy bien

- Te la robo, Legolas- me agarró Tauriel y me llevó a mi cuarto. Cerró las cortinas y me miró- ¿Por qué discutían?

- No le gusta que te guste Kili. 

- No me gusta Kili- levanté una ceja- bueno sí, pero sería una traición a la sangre. 

- No lo es. El amor es un sentimiento único. 

- Hablas igual que mi madre.

- Lo mismo me dijo Legolas- me tiré sobre mi cama. Ella sonrió- ¿Por qué sonries?

- Legolas amaba a nuestra madre. Está sintiendo algo por tí. Lo sabía. 

- Vamos a pasar toda la vida juntos. Quizas sienta algo por él en el transcurso de estos años.

- No mientas. Todas las elfas mueren por él. Tú no eres la excepción. 

- Que sea lindo no significa que sea tolerable. Estoy haciendo un gran intento de no clavarle una daga. 

- Necesitas pensar. Debes dormir, mañana es el baile de la luna, estas obligada a ir con Legolas. 

Nos despedimos y me cambié. Me tiré en la cama. Mucha información en un día. Ya estaba comprometida y pasaría el resto de mi vida aquí. Los ojos se me cerraron y me quede profundamente dormida. Unos golpes sonaron en la pared. Me levanté y me vestí rapidamente. Corrí las cortinas y Legolas estaba ahí:

- Debemos ir a desayunar. Como prometidos, casi todo lo debemos hacer juntos- habló. Suspiré. Esta sería una larga vida. Bajamos y entramos a una sala, ahí estaban Tauriel y Thranduil. Desayunando. Solo había dos sillas juntas." Todo juntos"  nos sentamos y miré que había. Tomé una manzana y un poco de jugo de fresas. Cuando terminé, por respeto, me quedé esperando a que Legolas terminara. Solo quedabamos nosotros: 

- Hoy es el baile de la Luna. Debemos ir juntos- habló, acostandose en su silla.

- Me lo dijo Tauriel. 

- No deseo ir. Pero ahora tenemos que, un principe debe presentar a su prometida- me miró- tengo una idea. Iremos y cuando nos cansemos fingiremos irnos a una habitación. 

- Mas vale que sea fingir- dije levantando mi dedo. Legolas rió. Nos levantamos y caminamos por unas escaleras. Llegamos a un gran salón. Cientos de elfos preparaban mesas y sillas. Dos elfas pasaron cerca y saludaron tímidas a Legolas. Me reí y sacudí mi cabeza- tienes sientos de elfas que te aman. Siento que me quieren apuñalar- rió y se me acerco.

- Pero tú les ganarias-me sonrojé- en belleza y fuerza.

Se fue. Sentí que estaba roja. Unas manos tomaron mis hombros y me dieron vuelta. Tauriel  me sonreía. Sabía a la perfección que me iba a decir. 

- ¿Qué te dije?- habló- le encantas. A él y a otros elfos de por ahí- señaló un grupo de elfos que me miraban y estos se dieron vuelta- son una pareja perfecta. Ambos guerreros y hermosos. 

- Sí, pero hay un problema. Creo que un par de elfas me clavaran dagas. 

- Oh, no te preocupes, él te protegerá. 

Reí y fuimos a mi habitación. Abrí el baúl que había ahí. Había decenas de vestidos. Y ahí estaba la carta. La tomé pero pesaba un poquito más. Un anillo se resbala y cae al suelo. Tauriel lo toma y lo mira:

- Este es el anillo que le debes dar a Legolas-  me lo devolvió- debo enseñarte que debes hacer en el baile de la Luna.

- Es facil, debemos bailar. 

- Oh, así te irá mal. Legolas te tendrá que presentarte a los elfos más importantes. Luego comerán. Y recién ahí bailarán. Yo no estaré ahí. No me gustan los bailes. 

- No es tan dificil. O eso parece. 

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Hola!!!! 36 visitas y 2 favs. Eso es mucho para mi body. Les deseo suerte en su día y disfruten. 

Foto del sensual Legolas