La novia de Nahoya (Takashi Mitsuya)

Capítulo 2

Me encontraba sentado junto a Bloom mientras veía jugar a Sam. La destreza con la que se movía y la rapidez.

- Es muy buena, sin ella no hubiéramos llegado a tener la oportunidad de entrar - la miraba orgullosa.

- Lo es - asentí

- Está realmente emocionada por las nacionales, se está esforzando más de la cuenta. Deberías invitarla a salir para que se tome un descanso - se rió.

Era realmente tan obvio que me gustaba? En eso vi como Sam saltaba alto para rematar la pelota, una de las chicas no la vio y chocaron. Ambas calleron al piso.

- No puedo moverme, me duele! - dijo Sam llorando.

Rápidamente corrí hasta donde estaba - Tranquila voy a llevarte a la enfermería, que te duele? - la miré

- El brazo izquierdo - dijo como pudo.

La agarre alzandola con mucho cuidado, realmente estaba preocupando. Bloom nos acompaño a la enfermería, también parecía preocupada.

- Sientala en la camilla - dijo la enfermera - que sucedió?

- Cayó sobre su brazo izquierdo - dijo Bloom.

Reviso el brazo de Sam - Está quebrado, necesito que salgan un momento, esto le va a doler- nos miro la enfermera.

Realmente no quería dejarla ahí. Sobre todo porque me miraba con miedo. Bloom me saco de ahí arrastrándome.

- Ella va a estar bien - me dijo, aunque parecía que se lo decía a ella misma.

Escuchamos un grito, no pude contenerme, volví a entrar.

Estaba poniéndole un yeso en el brazo - Estarás bien, no puedes jugar por un mes. Trata de no mojar el yeso - le indicaba la enfermera.

- Me asustaste - le dijo Bloom - te dije que no te esforzarás tanto. Casi nos matas de susto - Sam solo seguía llorando mirando al piso bastante triste - Tómalo como un descanso, lo necesitas, eres la mejor del equipo. Por cierto seguí tu consejo, Mitsuya hará nuestros uniformes de equipo, serás su modelo - Ella suspiró en respuesta - bien me voy, si te veo llorar mañana le diré a Chifuyu, te lo advierto - puso los ojos en blanco y se fue.

- Deberías llamar a tu padre para que te venga a buscar Sam - le dijo la enfermera.

- Yo puedo llevarte - asintió, todavía no me miraba, me puse su mochila y la alze denuevo.

- Vine en mi auto - me pasó las llaves - es el Jeep rojo.

Llegamos a su auto, la senté en el asiento de copiloto. Y me senté en el del volante - Creo que es hora de decirte que nunca maneje un auto - le dije algo nervioso.

- Y aún así me vas a llevar? - me miró sonriendo.

Por fin había logrado que me mirará - Si, no creo que sea tan difícil - dije encendiendo el auto.

- Está bien, confío en ti - dijo poniéndose el cinturón - Mejor prevenir por las dudas.

Ambos reímos. Quise encender el aire acondicionado pero en lugar de eso puse los parabrisas, volvió a reírse, había logrado que deje de llorar. Logré sacarlo del estacionamiento, y manejar hasta su casa. Estacione en la entrada de su casa, apagando el auto. La saqué del auto alzandola.

- Déjame en el sofá - dijo algo apagada.

Entre y la senté en el sofá - Necesitas que te traiga algo? - la miré