Aparte de nuestras diferencias [Katsudeku]

Katsuki Bakugou

Se hizo de noche y la policía seguía buscándolo. Habían pasado unas cuatro horas después de su desaparición, y se notaba bastante, sobretodo en las calles de alrededor de su casa, por las que la gente pasaba una y otra vez asegurándose de que no se habría escondido por allí.

-Los héroes profesionales también han salido en su búsqueda, Inko- mi madre se estaba informando a través de su teléfono y se lo iba diciendo a la otra.

-Muchas gracias por toda la ayuda- ella intentaba sonreír mientras nos lo decía, pero su dolor y pena eran demasiado grandes.

Sabía cuánto daño le estaba haciendo esa situación, más que nada, porque yo también sentía lo mismo; Deku desapareció única y exclusivamente por mí culpa, yo hice que quisiera alejarse de todo su mundo porque lo traté mal. Tal vez si solo hubiera aceptado su sándwich, o simplemente si no me hubiera metido en su "relación" con Uraraka, todo estaría bien ahora.

-¿Se puede señora Midoriya?- demasiada educación, una voz firme... Tenya...

-Claro, pasad- ¿"pasad"? Me da que no solo se refería a Tenya, levanté mi cabeza y la vi.

-Muchas gracias señora Midoriya- su sonrisita y su vocecita siempre estaban presentes en ella.

-Por mucho que quieras hacer frente a la situación con buena cara, no sonrías, Uraraka...

-¡¿Bakugou?!- como si Tenya no me hubiera visto la cara nunca, qué imbécil...

-Eso es porque tú nunca sonríes, Bakugou- se creía que podía dejarme por los suelos, y realmente lo hizo, pero no lo permitiría, menos a ella.

-Cállate, idiota.

-¡PAREN DE PELEAR, ESTAMOS BUSCANDO A MIDORIYA!- qué inútil era el cuatro ojos, si realmente hubieran venido "buscando", no estarían molestándome en estos instantes.

-Oh sí chicos, podéis salir a buscarlo, con la condición de que vayáis juntos- entendía que quería que fuéramos juntos porque era de noche, aunque no creo que yo aguantara con ellos.

-Bruja, no creo que sea una buena...- antes de que dijera nada, el cuatro ojos ya estaba interrumpiendo.

-Iremos si es lo que desea- me importaba una mierda lo que "deseara".

-Muchas gracias chicos

-No se preocupe señora Midoriya, al fin y al cabo es nuestro amigo- ¿Cómo podía decir que era su "amigo"?, aparte de que estaba claro de que tenían algo más, aún le llamaba "amigo" a pesar de que no estuvieron allí cuando él desapareció.

Me levanté del sofá con las manos en el bolsillo y saliendo por la puerta.

-Si realmente queréis ayudar moved vuestros patéticos traseros- sin siquiera mirarlos a la cara comprendieron que debían ir.

-¿Tienes acaso pensado ir a alguna parte, Bakugou?

-¿Ni con tus cuatro ojos me ves la cara de no saberlo?- ellos ya sabían que yo me comportaba así, pero igualmente se ofendían.

-No le digas así a Iida-kun- parecía más enfadada que Tenya por mi forma de decirle.

-¡No me digas qué hacer!- y yo más molesto que ellos por mis actos.

Se quedaron en silencio mientras me seguían los pasos e iban murmurando entre ellos, tal vez sobre mí, o puede que fuera sobre dónde se había metido Deku.

-¿Qué pasó con Midoriya?- Tenya siempre estaba muy seguro de lo que hacía, pero esta vez le dio miedo preguntar.

La pregunta que hizo me chocó, no supe qué responder, ni siquiera sabía qué pasó allí dentro. Mi cabeza parecía querer olvidarse de aquello, como si hubiera sido tan doloroso que me dejara inconsciente, al igual que en una pelea.