xvi. «¡vuelve aquí!»

164 21 61
                                    

xvi. «¡vuelve aquí!»

Me estaba empezando a doler la cabeza. Harry seguía sin romper con Hollis pero no se había presentado en casa desde nuestra última conversación —y eso era muy raro, porque Harry vivía en mi casa—, yo todavía no sabía qué ponerme para la boda de la hermana de Zayn, había recibido un anuncio de desahucio —Hablaría con Tom. Si le había podido convencer estos dos meses, le podría convencer un tercero— y estaba hasta el mismísimo coño de las fiestas con mis amigos. Y de mis amigos. Probablemente no era su culpa, pero estaba hasta el coño de ellos.

Los padres de Hollis se iban a no sé qué conferencia de trabajo y tenía la casa sola este fin de semana, así que había organizado una fiesta para nosotros y para la gente de la universidad. Me sentía como un puto adolescente. Incluso el alcohol se servía en esos vasos de plástico rojos, y en el piso de arriba había una mesa de ping-pong en la que se jugaba a uno de esos juegos de beber de las fraternidades.

He perdido a Harry. Supongo que estará en el piso de arriba o en el cuarto de su novio. Zayn está hablando con una chica que parece tener problemas en el cerebelo, porque se inclina todo el rato hacia él. Decido ir a ver qué se cuentan Liam y Niall y me deslizo entre musculosos cuerpos de universitarios y partes superiores de bikinis, hasta que un chico me para.

—Me encantan tus ojos.

Es guapo. ¿Merece la pena? Tiene cara de niño bueno, como Hollis. Louis, por favor, deja de pensar en Hollis.

—Gracias —digo, trazando una sonrisa falsa —. A mí me encanta... Tu altura. Me encanta tu altura.

Vaya que sí me encanta. No me queda otra que que me encante. El tío debe de medir dos metros, lo sé porque es más alto que Harry y Harry mide un montón. Para, Louis. Deja de pensar. Le has echo reír, mira.

—Juego a baloncesto.

Qué interesante.

—¿Quieres follar?

Todo un Shakespeare del siglo XXI.

—No estoy lo suficientemente borracho. Vuelve a preguntarme como en una hora y media o así.

Le veo asentir antes de perderle por completo de vista y reunirme con mis amigos.

♥️

Estoy lo suficientemente borracho. Y el tío, menudo cuerpo tiene. Se podría rallar queso en ese torso. Y si me aferro a su pelo y escondo mi cabeza en el hueco de su cuello, puedo fingir que es Harry con más facilidad. Su color de pelo es un poco más oscuro, pero quizá la borrachera me está afectando más de lo que creía.

Aunque hay más diferencias. Besa como un sapo. Es demasiado húmedo y demasiado... necesitado. Un poco asqueroso. Pero es igual. Me concentraré un poco. Tal vez no tenga que hacer esto, pero el alcohol tira por tierra mi código moral. Y mi sentido común. Y mis esfuerzos por no acabar en un hospital por un ataque de pánico.

El tío abre la puerta y yo no me puedo creer la mala suerte que tengo.

—Oh, perdón —dice el tío.

Hace ademán de cerrar la puerta para dejarles tranquilos, pero no estoy lo suficientemente borracho, no. Estoy demasiado borracho. Y la abro de golpe y me zafo de se agarre. Un dedo inquisidor apunta a Harry.

besos ; lsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora