༄ Capítulo 5: No puedo estar lejos de ti

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~☆ Bella pov.

Irme fue la decisión más difícil de toda mi vida, me recliné contra un suave montículo de nieve, dejando que la nieve seca se acomodara en torno a mi peso. Mi piel se enfrió hasta que ya no sentía el aire a mi alrededor, y los pequeños pedazos de hielo se sintieron como terciopelo bajo mi piel. No estaba mejorando nada. Seis días habían pasado, seis días me escondí aquí en el vacío y deshabitado Denali, pero no estaba ni cerca a la libertad, todavía me costaba creer que tuviéramos una discusión Rosalie y yo por Edward solo porque era un lobo.

-¿Bella?.-Tanya se sentó a lado mio.-Irina y Kate dicen que debo dejarte solo. Ellas piensan que te molesto.

-Para nada.-le aseguré.

-¿Que te pasa? Desde que viniste estas evitando a todos.-suspire.

-Tuve una discusión con Rosalie.-respondí.

-Hay algo más ¿Verdad?.-Preguntó Tanya. Pensé que la distancia me ayudaría pero no, siento un enorme vacío desde que me fui.-problemas con un hombre.-Adivinó, solté una carcajada triste.

-Algo así, es más complicado que eso.- dije pensando en Edward, ¿Porque lo había defendido de Rosalie? Pude haber ignorado sus palabras pero...

-No importa qué sea...o quién sea...lo que te atormenta. Tú lo enfrentarás. Tú eres así.-Tanya tenía razón desde pequeña me había enfrentado contra Renée, no dejaría que Rosalie me afectara con sus insultos.

-Gracias Tanya, volveré con Carlisle.- Cuando dije las palabras, pude verlo. Pude verme de vuelta. Siendo lo suficientemente fuerte para volver al lugar en donde quería estar.- Gracias de nuevo. -Se puso de pie con un ágil movimiento, y luego se alejó corriendo a través de la nieve tan rápido que sus pies no dejaron huellas. Apoyé mi barbilla en mis rodillas y fijé nuevamente mi vista en las estrellas. De pronto me sentí ansioso de comenzar mi camino de regreso.

Sabía que Alice me vería llegar a casa, y se lo diría a los demás. Esto los haría feliz a Carlisle y Esme especialmente. Pero miré a las estrellas nuevamente por un momento, tratando de ver más allá del rostro en mi cabeza. Entre yo y las brillantes luces en el cielo, un par de desconcertados ojos verdes esmeralda me miraron fijamente, sentí una calidez desconocida al recordar a Edward.

Si corría, estaría de vuelta al auto de Carlisle en menos de una
hora... Apurada por ver a mi familia y deseando fervientemente ser la Bella que enfrenta sus problemas. Corrí más rápido de lo normal por el campo nevado, sin dejar huellas. Al llegar a casa mis padres se alegraron de que volviera por otra parte Rosalie no estaba nada contenta.

-¡perfecto! ¡La domadora de perros ya vino!.-exclamó Rosalie con disgusto.

-Para tu desgracia Rose, no me importa lo que opines.-bufé molesta.

-No te das cuenta, ese perro es nuestro enemigo.-siseo Rosalie. Después de que Carlisle y Esme intervinieran, él amigo de Edward vino buscándome diciendo que era urgente.

-Nuestra hermanita no va ir a ninguna parte.-dijo Emmett poniéndose adelante de mi en forma protectora.

-Emmett, Bella necesita ir.-intervino mi padre, no entendía nada ¿porque es necesario que vea a Edward?, por algún motivo que no comprendía yo también lo quería ver. Cuando llegamos a la casa de Edward, seguí a Jacob hasta la habitación de él, se veía
mal, sus padres estaban a lado de el, la señora Masen se veía triste, cuando él me vio sus ojos brillaron con entusiasmo, le sonreí tímidamente y me acerqué con pasos cautelosos.

-Hola Edward, un gusto conocerlo señor Masen y señora Masen.- ¿Desde cuando me ponía nerviosa?.

-el gusto es mio....

-Bella, Bella Cullen.

-Dime Elizabeth.- hizo una pausa.-lo mejor es que los dejemos solos.-jalo la mano de su esposo y salieron de la habitación junto con Jacob.

-¿Porque te fuiste?.-preguntó.

-Rosalie ha estado de mal humor, pensé que estabas enojado conmigo por lo que le pasó a tu amiga. Así que decidí tomarme un tiempo lejos, descubrí que no funciono a cambio me sentí peor.-confesé desviando la mirada.

-Todo ha sido mi culpa, exagere las cosas.-sabía que se refería a ese día en que él se transformó en lobo.

-Creo que la que exagero las cosas fui yo.-repuse, el rió entre dientes.

-los dos somos un desastre.-Edward pensó en voz alta.

-ya lo creo, ¿Porque querías verme?.-me senté a su lado.

-Cosas de lobos.-respondió restándole importancia, aunque sentía que algo me ocultaba.- Soy todo un fenómeno.- negué con la cabeza.

-yo diría que eres especial.-sus ojos verdes se enfocaron en los mios, puse mi mano en su hombro, nos quedamos unos minutos viéndonos fijamente hasta que mi teléfono sonó, era Emmett, decidí no contestar después iría.-¿De que te enfermaste? Pensé que los lobos eran resistentes.

-No puedo estar lejos de ti.-Edward se ruborizó al decirlo.

-ni yo de ti.-dije sonriendo me despedí de él, no quería que mis hermanos hicieran un escándalo en su casa, me sentía tan cómoda a lado de él y algo más que quería ignorar.

Al día siguiente había decidido que no me importa si él era un lobo, yo me sentía bien a lado de Edward, no dejaría que Rosalie me fastidiara Jasper tenía puesta su mano ligeramente debajo del codo de Alice, guiándola hacia adelante mientras caminábamos en grupo hacia la pequeña cafetería.

Rosalie y Emmett conducían el camino, Emmett viéndose ridículo como un guardaespaldas en medio de un territorio hostil. Rose se veía cautelosa, también, pero mucho más irritada que protectora. "Por supuesto que lo está" Me quejé.

Su comportamiento era absurdo. No le veía nada malo al hablar con Edward.

-Bella no puedo ver nada cuando tus decisiones tienen que ver con él pe... Edward.-se quejo Alice, aunque sonrió.

-¿Porque sonríes enana?.-preguntó Emmett.

-Pronto lo sabrás.-se limitó a responder.

-Pon atención.- Le dijo Rose a Emmett. - ¡Alice sabe que Bella terminara enamorándose de un perro! ¡Qué clásico Bella!- Ella hizo un sonido de asco. A duras penas la oí. Voltee a ver a Edward al parecer lo había escuchado.

-¿Qué?.- dijo Emmett, sorprendido. Luego su atronante risa hizo eco en la cafetería y Jasper me miraba Incrédulo.

-imposible.-se rió de nuevo. - mi hermanita solo quiere una mascota. -

Sentí su mano en mi hombro y la sacudí automáticamente. No le podía poner atención.

-¿Enamorada de un lobo?. - Repitió Jasper en su aturdida voz.- ¿Qué es lo que ves, Alice? Exactamente.- preguntó Jasper. Ella se volteó hacia él; yo continué mirando aturdida al perfil de su rostro. ¿Como podían pensar eso? ¿un lobo y un vampiro juntos?.

-Alice no tener visiones te esta afectando, él y yo solo somos amigos a ver dime como un vampiro y un lobo ¿pueden estar juntos?.- Me resultaba imposible creer en esa posibilidad.

-No lo se pero has escuchado sobre el destino, el se puso tan mal cuando te fuistes y tu no estabas mucho mejor. Tal vez no vea tu futuro pero mi intuición nunca falla.-dijo Alice sin quitar su sonrisa, me preguntaba si los vampiros podían estar en shock porque Jasper y Emmett parecían estarlo, mientras que Rosalie murmuraba: Alice tu intuición tiene que fallar.

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