el trío de sombras

Agresividad

Uno, dos, tres. Solo tres segundos, tres segundos de silencio, de nada. Solo tiempo, tiempo de sobra para ser fulminado con la mirada y para dejar de respirar, durante tres segundos nadie habló y solo los observé, tres chicos. No me detuvé a preguntarme si eran guapos, si me gustaba su ropa, solo observé las botas de la chica, botas de combate, pesadas cadenas colgando del cuero negro, las botas perfectas para alguien agresivo, alguien peligroso, aguien con el que no quería relacionarme.

-Muévete.-Levanté la cabeza, uno de los chicos.

-¿Perdón?- En ese momento no interpreté mi pregunta como un desafío o una burla, simplemente dije lo primero que me vino a la cabeza. Sin embargo ellos si que lo hicieron y con un solo movimiento fluido levantaron sus varitas, sus ojos delineados en negro lanzaban destellos amenazadores.

-Estás en nuestro camino.- Era impresionante como la voz de una chica tan pequeña podía ser tan fría y... peligrosa. Inmediatamente me moví contra la fría pared de piedra. Una vez que los chicos se fueron me deslicé por la gris superficie haste sentarme en el suelo.

-Mon dieu ¿Océane, estás bien?- Sophie Mellier, mi única amiga de Beauxbatons aquí en Hogwarts se precipitó a mi lado. Asentí con la cabeza no pudiendo contestar. 

Una sola imagen grabada a fuego en mi mente, unos ojos color esmeralda.

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P.O.V. Narrador omnipresente.

El chico en cuestión caminaba con Rose y Scorpius en dirección al lago y una vez que estuvieron lo suficientemente lejos del colegio comenzaron a hablar.

-¿Quien era esa chica?-

- Océane dumont, una de los chico que se vinieron a Hogwarts después de los ataques a Beauxbatons.-

-Me sentí mal por actuar así con ella pero...- Albus interrumpió a su prima.

-Lo sabemos Red- El chico le frotó la espalda a su abatida prima.

-Bueno tenemos dos opciones: podemos actuar como deprimidos adolescentes todo el día o podemos hacer lo que vinimos a hacer realmente.- Dijo el rubio con una sonrisa divertida, sacando un bote de helado de su mochila.

Esa tarde los jardines de Hogwarts se llenaron de risas y gritos de "¡Cerebro congelado!".

Y por un momento, tres adolescentes, fueron eso mismo, adolescentes, y se olvidaron de sus tormentosos pasados.

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Hola, sé que no tengo perdón y tienen todo el derecho de mandarme crucios y avadas, no es que no quisiera escribir pero tuve un bloque de escritor y no supe como continuar, por otro lado estoy haciendo esto en clase ya que no aún no tengo computadora :( Espero poder actualizar más pronto la próxima vez :D

Besos, 

Tamo :*