Presentándose...

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Llevaba unos veinte minutos ahí dentro, en la casa de un extraño que me a salvado de la gran tormenta.

Su casa era bastante acogedora por lugar de el salón, al entrar había una mesa con cuatro sillas a la izquierda, hacia delante había una puerta que supuestamente te llevaba a la cocina, al fondo había una tele encendida con el programa de noticias y delante estaba el sofá.

El me había dejado sentarme en su sofá de el salon mientras se iba a buscar unas mantas para mantener el calor y poder secarme de lo de antes.
Así que, obviamente dándole las gracias me diriji hacia el sofá de el lugar, con lo que así me pude enterar de que el no vivía solo. Habían dos personas sentadas en el nombrado, un chico de sudadera roja y otra con una morada.

— B-buenas noches — Les dije antes de sentarme en el sofá. — Y eh... Lo siento por las molestias. —

— Oh, no pasa nada, tienes suerte de estar por aquí, hoy la tormenta es fuerte. — Me respondió el pelirrojo de sudadera morada.

— Si, la verdad, y fue de mucha ayuda que me hubierais dejado entrar. — Le respondi ya sentada entre ellos dos, con algo de incomodez.

En ese momento se escucho como un sonido de cosas caer de un lugar desde una habitación de la casa.
Así haciendo que todos nos quedemos en silencio.

— ¿Otra vez Edd? — Se escucho a alguien proveniente de la cocina

— ¿Vive alguien más con vosotros? — Pregunte con curiosidad.

— No. — Dijo el de sudadera Roja.

— Si, si vive alguien mas — Interrumpio el de a mi lado mirando con frialdad a otro.

— Meh — Respondió frustrado el contrario.

Y entonces salió ese tal dicho de la cocina,
alguien de sudadera azul y ojos... ¿Negros?
Le debe gustar los creppypastas, supongo...

De tanto mirarlo con rareza y curiosidad, giró su cabeza a mi dirección, como si tratara de recordar que hago allí, claro, nunca lo estube, por eso, puso cara de confuso.

— ¿Desde cuando dejamos que Tord traiga prostitutas a casa? — Pregunto el mismo.

— ¡Tom! Eso es de muy mala educación — Replicó el de morado.

— ¡YO NO TRAIGO...! — Me miro cortés — Perdón, yo no traigo a esa gente, ya no voy de eso, y menos aqui. — Respondió de brazos cruzados.

— O-ok, ehm... Creo que nos hemos conocido de mala manera — Me levante de mi sitio y me diriji al tal "Tom" — Soy ______ — Le dije dándole la mano.

Cuando yo hize esa accion pude ver como el se ponía nervioso a cada segundo que pasaba, pero después de eso, me devolvió el saludo.

— Yo... Tom. — Me respondió guardadose las manos en sus bolsillos. — El de morado es Matt y el de rojo... No importa, ¿Como es que estas aqui? —

— Bueno, había una tormenta afuera y... No tenía donde cubrirme porque mi casa estaba muy lejos. — Dije para después soltar una risa nerviosa. — Así que, tu compañero Edd me dejó entrar y ahora —

— ¡Traigo mantas para mantener el calor! — Término de decir por mi la frase llegando al lugar en donde estábamos.

— Oh, gracias. — Le dije.

— Denada — Me respondió tapandome con una de ellas.

"La verdad ya se sabe" Tom X Lectora.(no se si seguirla) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora