#3: Shorter Wong Pt 1.

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Ven a desayunar mañana

Ah, sí, la invitación que Shorter Wong estaba esperando.

Era un adulto (o al menos eso lo decía su identificación oficial) y debía comportarse como uno, pero estar tantos años alejados de la tierna pareja habían comenzado a afectarle pese a que estaba muy alegre por la familia que habían logrado hacer Aslan junto a Eiji. Porque nunca imaginó que aquel niño que conoció en el reclusorio sería su mejor amigo, tampoco imaginó que sería su padrino de bodas y el tío favorito de sus hijos.


Así que sí, llámenlo egoísta pero él extrañaba a sus amigos con todo el corazón y deseaba pasar un rato con ellos incluso si era ayudándoles cambiando los pañales de Jade o peinando a Yurika. Su determinación se había vuelto muy fuerte por lo que en cuanto Ash le invitó a su hogar,  se dispuso a buscar su mejor ropa cómoda, programar su alarma y revisar que su tarjeta del banco aún contara con mucho dinero.

Quería que todo fuera perfecto.

Al día siguiente esperaba con paciencia fuera del departamento mientras removía inquieto las bolsas del mercado llenas de ricos ingredientes y postres, tal vez unas cuantas bebidas. Sonrió al escuchar la apacible voz de Eiji detrás de la puerta, cuando el japonés abrió no pudo evitar lanzarse a sus brazos.

—¡Ouf! ¡Shorter, hola!—saludó Eiji mientras le daba palmadas en el hombro al mencionado. Permanecieron unos cuantos segundos así antes de que el japonés le arrebatara las bolsas y lo condujera dentro, Shorter sintió un nudo en la garganta cuando vio como Ash perseguía a Buddy quien corría con un peluche probablemente de Yuri en el hocico.

—¿Quién lo diría?—susurró antes de reír, Eiji a su lado lo imitó.

—Ya le hemos dicho a Yuri que no tire los juguetes pero no entiende—Eiji negó con la cabeza mientras se dirigía a la cocina—Ella y Jade se durmieron otro rato, ni siquiera me molestaré en levantarlos porque es culpa de Aslan, que se encargue él.

Shorter asintió antes de sentarse en un taburete viendo con orgullo como Eiji asentía por los ingredientes que había elegido con suma precaución. La noche anterior el japonés apenado le había pedido por un audio que comprara las cosas para el desayuno pues había olvidado que su cónyuge y sus pequeños habían decidido asaltar la alacena.

—¿Me ayudas?—Shorter regresó en sí cuando Eiji le señaló las cacerolas listas para usarse.

Aceptó de inmediato.

Demostrarían que las habilidades culinarias asiáticas eran las mejores.

Se sintió un ligero calor familiar dentro del lugar. Los dos hombres hablaban tranquilamente mientras Shorter medía la harina adecuada para los panqueques, Eiji estaba haciendo unas empanadas de elote con jamón y queso mientras le hablaba fascinado de los lugares a los que había llevado para que los niños jugaran. Poco después Aslan se les unió.

—Ya sabes—Ash habló antes de recibir un manotazo por parte de Eiji al haber robado una cucharada de nieve que tenían planeado ponerle a los desayunos de sus hijos—Podría pedirles a Max y a Jessica que cuiden a los niños...

Los asiáticos miraron al rubio con sorpresa, pues Aslan nunca quería separarse de sus gatitos, para nada.

—Podríamos ir a un restaurante o a un bar...y pasar el rato como lo hicimos ese día en Cape Cod.

Antes de que Shorter pudiera lanzarse contra su mejor amigo para abrazarlo, sintió como un cuerpo diminuto chocaba contra sus piernas. Miró hacia abajo encontrándose la mirada brillosa de Yuri quien soltó una carcajada alzando las manos para que el mayor le levantara.

Shorter miró a sus amigos quienes asintieron, y dado el permiso, levantó a Yuri enternecido.

—¡Tío tonto!—gritó la niña ganándose una ceja arqueada del susodicho y una carcajada de sus progenitores.

—¡Te dije que no llamaras a Shorter así! Ahora Yuri lo identificará de esa forma—regañó Eiji a su esposo quien solo le embarró la mejilla con nieve antes de inclinarse y limpiarlo con sus labios. El japonés miró sonrojado a Ash quien antes de poder besarlo sintió como algo chocaba contra su cabeza.

—¡Ugh! ¡Asquerosos!—la niña volvió a gritar lanzando un pedazo de mantequilla al mayor.

El desayuno nunca pudo efectuarse ya que se convirtió en una pelea de comida.

Y aunque Shorter consideraba asqueroso tener queso y elote en la cara, sintió que valió la pena al ver a aquella peculiar familia sonreír ampliamente.

Solo esperaba que nunca volvieran a separarse.

Rezaba a los dioses del universo por ello.

Me siento sumamente avergonzada por este capítulo porque Shorter merece más que esto y además, ¿realmente me tardé más de un año en hacerlo? Imperdonable, por eso habrá otra parte

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Me siento sumamente avergonzada por este capítulo porque Shorter merece más que esto y además, ¿realmente me tardé más de un año en hacerlo? Imperdonable, por eso habrá otra parte.

¡Lamento la larga espera y que terminara en...en esto!

Entré a la Universidad, el semestre me estresó. Luego en noviembre falleció mi abuelita y ese mismo día me diagnosticaron cálculos biliares. A inicios del mes de diciembre me tuvieron que operar por esto de emergencia y sí, me deprimí mucho y ya no quise publicar nada...Me entró una ansiedad cañona, y luegooooo sacaron la segunda temporada de mi anime favorito de favoritos y me mudé a trabajar en ese fandom...Y me alejé del de Banana Fish aunque tenía miles de ganas de volver a esta historia.

Me esforzaré para terminar esto y ver si continuo escribiendo de ellos, en verdad mi fiebre por Tiger & Bunny me tendrá lejos de aquí muchooooo tiempo.

¡Espero estén bien y muchas gracias por leer! Comentarios y estrellitas son bien recibidas <3 Perdón los horrores ortográficos y gramáticos.

Little momentsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora