5. Verdades en secreto

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-¿Qué hago? ¿Qué hago?...- me dije desesperada.

Ya me había transformado totalmente, pero ahora no es solo el cabello, sino que también tenía algunas marcas en forma de espiral en el brazo y en la mejilla. "Esto va de peor en peor" pensé. Escuché que se abría la puerta y me escondí dentro del armario donde están las cosas de limpieza. Miré por las rejillas de la puerta. "¿Un chico?". Era de cabello negro y piel pálida, tenía el uniforme del colegio pero no recordaba haberlo visto antes. Parecía que estaba buscando algo. "¿Qué hace en el baño de chicas?".

Después de registrar todos los cubículos de retretes, estaba por abrir la puerta del armario, mi corazón estaba a punto de estallar de miedo. Entonces apareció de la nada una chica. "¿Cómo puede ser?" literalmente, apareció como si fuera un fantasma... o tal vez era invisible. No la podía ver bien a través de las rejillas, pero se me hacía conocida. Ella apareció atrás de él y le dio una patada el se dio un golpe contra la puerta, se levanta rápidamente y se pone en posición de pelea. Él contraataca con los puños y ella los bloquea con los brazos, luego ella hace un giro bajo y le patea las piernas haciéndole caer, pero con una vuelta en el aire se para de nuevo. Intercambian más golpes pero ella logra aprisionarlo con un brazo en el cuello contra la pared.

-¿Qué estas buscando aquí, Zaner?- se oía enojada. "Esta voz es de alguien que conozco... ¡No puede ser!"

-¿Y eso qué te interesa?- dijo Zaner.

-¡Confiesa!

-¡Kuh!

En ese momento la manija de la puerta se abre y yo que estaba apoyada sobre ella me caigo hacia delante tirando algunas escobas y trapos. Ella se voltea hacia mí. "¡Imposible!"

-¡¿Sofía?!

-¡Camil!

Entonces suena la campana de última hora. Zaner se libera de Sofía y de alguna manera se convierte en algo pequeño (¿Una rata?) y escapa por debajo de la puerta del baño.

-¡Eh!- grita Sofía y corre hacia la puerta.- Rayos, escapó.- va hacia a mí y me ofrece una mano. Me levanto y ella se me queda mirando. Abre los ojos como platos y dice:

-¡¿Camil?!¿Qué rayos...?

-Jeje, supongo que el primer día ya lo descubriste- dije apenada- después de todo ¿qué fue eso? ¡Estuviste increíble! Espera... ¿Y tú brazo? ¿Qué pasó con tu cabestrillo?

-Supongo que yo también te debo explicaciones, pero primero, debemos salir de aquí antes que nos pillen. No creo que quieras que te vean en esa forma.

Aqua: Successione della NaturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora