7. ¡Qué días más extraños!

65 7 0
                                    

Ese día Sofía se quedó en mi casa. Yo le conté mi historia también, por supuesto. Aún teníamos cosas que aclarar. Como: ¿¿¿cómo rayos se lo diremos a Mónica???. Somos como el trío de oro, así que si hay algo que dos saben, tenemos que decírselo a la tercera. Es un acuerdo que hicimos entre las tres, así que es algo obligatorio, mas o menos. Sería un lazo de confianza o algo así. El único problema es, que esto es mas que sólo un secreto, ¡es algo sobrenatural!. ¿Cómo le decimos a alguien derepente que ha ocurrido algo imposible?

- Podemos decirle y BAM, mostrar nuestros poderes- sugirió Sofi.

- No se, a la mejor y se desmaya del susto, además, yo no tengo poderes, simplemente es una condición. No puedo controlar esto- dije señalandome mi cabeza- aparece cuando se acaban los efectos del AAQ.

- ¡Vámos! Debe haber algo más que sólo eso. Además, ya pronto deben acabarse los efectos, podemos probar algúnas cosas...

- ¡Ese no es el punto! Tenemos que ver que le decimos a Moni, es la única que no sabe, pero es algo tan enorme que nadie sabría cómo explicarlo.- suspiré.

Seguimos discutiéndo diversas maneras de cómo decirle a Moni, pero no se nos ocurría ningúna conveniente. Seguimos discutiéndo hasta que nos quedamos dormidas como sea en el piso de mi habitación. Otro día extremadamente raro. Pero se me olvidó algo...

- ¡¡¡AAAAAHHH!!! ¡Camil! ¡¿Qué rayos te pasó?!- dice una voz. Abro mis ojos y me di cuenta que estaba empapada. La que gritaba era mi madre.

- ¿Eh? Mamá...- dije un poco atontada. Miré mi brazo izquierdo y tenía las marcas extrañas que habían aparecido el día anterior.- ¡Ah, el AAQ! ¡Se me olvidó tomarlo!

- Dios, que eras descuidada dijeron.- dijo Sofi con los brazos cruzados y conteniéndose para no reir.

- Ja ja ja, graciosilla. Al menos a tí no te pasa esto.- dije cruzandome de brazos. había formado un charco en el piso. Mamá tenía los ojos ojipláticos.- Es cierto, mamá, estos son los nuevos efectos del Aquaris Quistica. Espera... ¡no te caigas!

A mi madre ya le habíamos contado todo lo sucedido ayer, excepto la parte de Zaner, por lo que sabe todo los poderes de Sofía, solo que también se me olvidó decirle a mamá lo de los cambios en los efectos del Aquaris Quistica.

- El mundo se está volviendo loco...-dice mi madre. al parecer esta última semana no ha sido buena para la salud de mamá.

- Mamá, no te procupes, los efectos no me hacen daño, solo me cambiaron el físico.- dije tomando el botecito donde contenía el AAQ. Estaba dispuesta a tomarlo cuando Sofía me detuvo.

- Hey, ¿no te dije que íbamos a ver si había mas es esto?

- Espera, ¿qué?

- Vamos al patio.- dice jalándome de la mano al patio de detras de mi casa. Mi madre nos siguió.

- ¡¿Cómo rayos piensas que haga... algo?!- dije cuando ya habíamos llegado al patio.

Se voltea con una sonrisa traviesa (Y malévola, debo decir) y me dice:

- No tengo ni idea.

- ¡¡¡¿¿¿EEEHHH???!!!

- A ver, empecemos.- dice como si nada- Mmmmmm... Abre la palma de tu manos y ponla en frente de tí.-Y así lo hice- Ahora, imagina agua en tu mano.
- Oye, no se si esto...
- Vamos, no pierdes nada con intentarlo.- dice levantando el pulgar.
- Vale.
Cerré mis ojos. Me concentré. Imaginé agua fluyendo de la palma de mi mano saliendo hacia afuera. Agua... Presión... Hidrógeno de carbono... Oxígeno... Me concentré durante un rato hasta que alguien sacudió mis hombros. Abrí mis ojos.
- ¡Oh Dios, Camil!- dice acelerada y emocionada Sofía- Por Dios... Wow. Jeje. ¡Te dije!
- ¿Lo hice?- dije un poco confundida. Obserbé a mi alrrededor. Todo estaba empapado: las paredes mojadas, la casa, Sofía, mi madre...- Que rayos...

Aqua: Successione della NaturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora