coffee - GoYuu

01

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Yuu...

 — ¿Si Noba? — Las luces fueron prendidas así que se tuvo que sentar en la cama para poder verla.
Nobara se acomodo en su cama y miro directamente a Yuuji

 — Mi mamá... Bueno, nuestra mamá no me quiere contar porque te veías triste y por que llorabas pidiendo que no te hagan daño el día que llegaste a casa. — La castaña jugó un poco con sus manos — y... y bueno, yo creo que estuvimos jugando mucho, por lo cuál yo, ya te considero como mi hermano, así que quiero ayudarte. Entonces ¿Podrías contarme que te paso para que estés en el orfanato y no con tu mamá o papá? — el menor trago saliva y miro sus manos.

— No quiero que te preocupes por algo que ya paso. — Sonrió cerrando sus ojitos, evitando a toda costa, las ganas de llorar. — Además ya estoy bien, Noba...

Yuuji se despertó algo desconcertado, se levanto rápidamente de la cama al no ver a Nobara en el cuarto y se dirigió hacia una de las habitaciones

— ¿Nobara?  — Hablo cuando prendió  la luz, despertando a la niña — Quiero contarte algo...

Dé repente se sintió en el aire. Sintiéndose poco después incómodo e indefenso ante los toques ajenos sobre su cuerpo; Las ganas de llorar lo consumían ante aquellos recuerdos que para peor no se notaban para nada borrosos.

El chico se sintió asfixiado al no poder gritar para pedir ayuda.

Su vista se torno borrosa al ver de cerca la cara de un hombre barbudo y arrugado.
Escuchando a lo lejos palabras vulgares saliendo de la boca de esos adultos.
Se retorcía en el lugar con los ojos llorosos, todo su cuerpo dolía.
Abría su boca con el objetivo de gritar en busca de su madre pero no podía, su voz se había ido y ahora sollozaba en silencio queriendo decir un "basta" ante aquella sofocante situación. No le gustaba nada de lo que estaba pasando.

Yuuji? 

Yuu, cariño

 ¡Yuuji!

Tomo una gran bocanada de aire y se sentó rápidamente en la cama, comenzando a llorar al sentir que era abrazado.

— Tranquilo, tranquilo...

— ¿El café vainilla latte le gustara? 

— ¿Y si es alérgico a la vainilla? deberías preguntar.

La mujer que preparaba el desayuno miraba a la teñida con la ceja arqueada ¿Así quería ayudarlo a que encuentre el verdadero amor y se enamore?

Yuuji la miro mal hasta caer en la cruel y triste realidad. — Y si no viene?

— ¿No dijo que iba a venir si es que estaba feo el café que le preparaste? — Yuuji asintió pero negó al rato con su cabeza.

— Pero si el café estaba rico... ¡Él no volverá! — derramo un poco de lágrimas pero en seguida fue golpeado en la cabeza con un rollo de diario 

— No llores por alguien que ni siquiera conoces. Lo siento, eres mi hijo pero debo hacerte razonar — La mujer volvió a hablar cuando la mirada del menor se dirigió a la suya — a penas lo viste ayer ¿Y si tiene pareja, hijos o le gusta otra persona? ¿Y si no le gustan los hombres? ¿Y si ni hoy ni el mes que viene regresa al café? no solo existes tu, y además como dijiste "parecía alguien ya de unos veinte y algo, además vestía de traje, de seguro es empresario" ¿Y si lo es?, Yuuji ni siquiera cumpliste los veinte.

El castaño odiaba que la señora tuviera razón pero después de todo era su madre y quisiera o no, ella no se equivocaba en lo que decía.

El menor se sentó en la silla y puso su cabeza sobre la mesa. — No me dejan si quiera ilusionarme, son malas.

— No queremos que llores — dijeron al unísono. Ambas conocían perfectamente a Yuuji, él se podría enfrentar a muchas cosas en un día sin llorar pero luego de uno o dos días podría llorar por aquella situación al menos por un mes.
La adulta dejo una taza con té y otra con chocolate tibia sobre la mesa, una para Yuuji y otro para Nobara.

— Apúrense que hay que ir a trabajar y luego deben ocuparse de sus tareas.

— ¿Te sientes bien? Mamá dijo que tuviste una pesadilla en la noche

— Mejor y sí, tuve una pero ¡Eran como dos sueños en uno! — dé repente su expresión alegré despareció, preocupando un poco a Nobara — fue raro...

— ¿Otra vez ese tipo de sueño? — Ella ya lo sabía, sabía lo que le había pasado a Yuuji desde más pequeño, al igual que las pesadillas que solía tener a veces.
Aún no entendía que tan mierda tenían que ser esas personas para hacerle tal daño a un niño.

Yuuji solo asintió con su cabeza recuperando su humor — ¡Seis cafés para la asistente que llegara en uno, dos y..! — La puerta fue abierta dejando entrar a la asistente, quién camino y acomodo sus lentes para pedir lo de siempre. Nobara no grito el pedido, simplemente entablo una conversación con la chica.

— ¿Nombre? vienes hace ya cinco meses aquí y ni siquiera se tú nombre... — Nobara hizo todo lo posible para que su voz sonara algo coqueta.

— ¡Yo si lo se! — Grito Yuuji desde su lugar de trabajo, logrando sacarle el buen humor a Nobara — ¡Cállate!

La de lentes rio — Me llamo Maki — Nobara sonrió 

— Y-yo Nobara, un gust.. 

La de cabello corto la interrumpió — Ya se tú nombre — Su vista se desvío hacía lo que parecía la cocina a simple vista — él me lo dijo.

— ¡Yuuji! — Enojada camino hacía dónde estaba el menor.

La adulta miraba desde el fondo todo, eran unos idiotas; se lo esperaba de Nobara ya que era biológicamente su hija pero ¿Yuuji? no, de él no se espera que fuera un bobo más.

Claramente lo decía con ternura, eran inteligentes si se lo proponían y eso lo pudo notar cuando sin querer dejo algunas evaluaciones de segundo año que debía darlos para resolver al día siguiente sobre la mesa y al buscarlos estaban dos hechos perfectamente por Nobara y Yuuji, que recién entraban al cuarto grado de primaria.

— ¡Hasta luego! — Yuuji la despedía con una sonrisa a pesar que Nobara le gritaba que deje de meterse en su vida y que no le hablara más a Maki.

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De a poco vamos sabiendo un poco más del pasado de Yuuji, aunque muy poco y no detalladamente.
En fin, se que me va a doler mucho escribir el oscuro pasado de mi chiquitín :((