¡Au moderno!
A Gojo Satoru le gustaba el café, era como tomar alcohol, le hacía olvidar algunas que otras cosas
A Yuuji Itadori no le gustaba tomar café, prefería mil veces tomar algún té pero amaba prepararlo, por eso siempre trataba de satisfacer...
Las nueve en punto marcaba el reloj, ya habían atendido a los clientes y hasta ahora nadie entraba
— Hoy salgo con Megumi ¿Quieres venir?
Yuuji miro a su hermana y sonrió asintiendo con una sonrisa — Claro, además hace mucho que no lo veo. Deberíamos invitarlo a dormir.
Una persona tosió tratando de llamar la atención de los dos. Yuuji iba a hablar para preguntarle qué era lo que quería pero Nobara le ganó de mano — ¿Qué va a querer?
— Quisiera entrar al lugar en donde prepara el café, el barista; Yuuji — Contesto con simpleza
— Lo siento pero...
— Pase por el costado y sígame — Yuuji comenzó a caminar para dirigirse a la cocina, en cambio Satoru le dirigió una sonrisa a la castaña y siguió al menor.
— Creo que es Satoru — murmuro la de cabello corto.
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— ¿Por que no usas lo que esta colgado o en los cajones? — Satoru se apoyo con sus manos sobre una de las mesadas mirando el menor
— Me gusta preparar el café con mis cosas. — Fue algo cortante pero aun así sonrió.
Satoru por su parte asintió con su cabeza y volvió a hablar. — ¿Te gusta el café?
Yuuji lo miro de costado y negó con su cabeza concentrándose en lo suyo — No, prefiero el té
— ¿Por que lo preparas entonces?
Yuuji apoyo sus manos sobre la mesada y suspiró para luego seguir ordenando las cosas amas básicas para preparar un café mientras contestaba la pregunta del mayor. — Me gusta poder transmitir lo que siento a través del café o bueno, mejor dicho, si una persona esta de mal humor y pide un café... Cualquiera de todos, tratare de complacerlo y que pueda degustar el café para que se olvide de sus problemas... Algo que podría hacer el alcohol
— ¿Y si tu estas de mal humor?
— Muchas preguntas. — ¿Qué tipo de café quieres?
— No lo sé, realmente no sé mucho de cafés.
Yuuji lo miro por un rato, alguien normal pensaría que era alguien amargo a simple vista, pero algo le decía que era todo lo contrario.
Terminó suspirando. No estaba seguro de lo que le decía su subconsciente pero comenzó a preparar un café con leche más dulce de lo normal, además de agregarle algunas chispitas de chocolate tras ponerle la crema primero. En todo momento Satoru miraba con seriedad al chico, se veía totalmente concentrado y aquello le provocaba no querer siquiera emitir sonido alguno que lograra desconcentrar al menor.
— Termine. ¿Lo tomarás aquí o fuera?
— ¿A qué te refieres con fuera? Ya me quieres echar? — Su voz sonó triste apropósito y Yuuji se arrepintió de lo que dijo
— ¡nonono! con afuera me refiero a donde estabas antes, donde se sientan los clientes o aquí.
El peli blanco río — Ya lo sabía. Lo tomaré aquí — Termino diciendo tras divisar una silla cerca suyo.
El castaño iba a agarrar el café para dárselo al de ojos azules pero no fue posible ya que el mas alto lo había tomado primero.
Al más bajo no le quedó otra que simplemente lavar y ordenar sus cosas.
— Yuuji, te ves menor ¿Estudias o solo trabajas aquí? — La pregunta lo tomo por sorpresa y por ello casi se le caen algunos granos de café.
— Lo siento. Sí, estudio además de trabajar aquí. — Contesto. — ¿Trabajas de algo que tenga que ver con una empresa o...?
— Así es, aunque estamos teniendo perdidas debido al fallecimiento de mi padre.
— Oh, lo siento...
El albino negó con su cabeza para luego dar un sorbo al café — No hay porque preocuparse, ya pasó y ahora estoy a cargo.
El castaño asintió con su cabeza. — ¿Cómo está el café?
— Me gusta, es más que un diez — Confesó el mayor y Yuuji formó una sonrisa en sus labios.
— Bien, si seguimos con las preguntas ¿Tienes hijos?
— ¿Es una insinuación? — Satoru sonrió con gracia y Yuuji desvió la mirada con una sonrisa nerviosa, que claramente indicaba que aquella pregunta tal vez era una insinuación.
Tal vez y ambos tenían los mismos pensamientos.
— Si tú piensas que es así, tal vez lo sea — Yuuji comprimió sus hombros
— Bien... No, no tengo, tampoco quiero tener uno — Yuuji asintió con su cabeza metido en sus pensamientos — Me imagino que tú no tienes hijos ¿O me equivoco?
— No, no tengo. Aunque si sería posible me gustaría tener uno cuando sea más mayor
— ¿Estas dando a entender que eres menor? ¿Cuántos años tienes?
— Eeh, ¿dieciocho?
El albino le dio un sorbo a su café — ¿Olvidaste tu edad? ¿realmente tienes dieciocho?
Yuuji asintió con la cabeza, estaba nervioso
El mayor al notar el nerviosismo del menor, quiso sacarlo de aquello diciendo, por poco, su edad — Entre veinte y treinta
— ¿Uh? — El menor ladeo su cabeza y Gojo evito reírse.
Yuuji tal vez era algo idiota.
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— Como hablas de él se nota que es buena persona — Confeso Megumi tras escuchar a su amigo hablar de aquel hombre llamado Satoru
— No le digas eso que se va a ilusionar, Megumi. — El de cabello oscuro elevo sus manos a la altura de sus hombros y miro hacia un costado sonriendo.
— Yuu, debiste preguntarle cosas personales cuando le estabas preparando el café
— Lo hice. Él trabaja en una empresa algo grande que anteriormente era de su padre y no tiene hijos, ni tampoco le gustaría tener uno
— ¿Sexualidad? — Yuuji se quedo en silencio, esa era una pregunta muy delatadora pero debía habérsela preguntado
—No, eso no. — Megumi rio por lo bajo y Nobara ni siquiera se molesto en reírse disimuladamente. — No debí contarles de él...
Megumi dejó de reír para mirar seriamente a su amigo — Espera, Yuuji... Estas diciendo que gustas de él?
Yuuji negó con su cabeza — Claro que no, se me hace atractivo. Es casi lo mismo que siento por tu padre — Soltó tratando de molestar al pelinegro y que la conversación sobre Satoru quedara olvidada
— Que dices? — murmuró tomando su celular para evitar molestarse.
Nobara simplemente reía y Yuuji decía las cosas que le gustaban de Toji.