Capítulo 45: Venganza y remontada. (Parte 2)

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Estaba en el lugar maldito. Ya no sabía cómo sentirme. Fuuka, Shizuku, Kotarou...

Estoy cansado de todas estas preocupaciones. Estoy cansado de todo.

Puse mi mano derecha en mi cara.

- En serio... Yo venía buscando huir de la desesperación y acabé así... -dije, en voz baja-

Entré con una mirada triste al lugar maldito. Esta iba a ser mi última vez.

Pregunté por Kotarou, y cómo siempre, me enviaron a la sala más al fondo. Ya estaba listo para acabar todo esto. Bueno... No del todo. Lo de Fuuka sigue siendo un problema.

- Buenas, Kazuya-kun. ¿Ya lo hiciste con Fuuka? -dijo Kotarou-

Kotarou... Eres insoportable...

- Silencio, Kotarou. -dije-

- Que borde eres, Kazuya-kun. Y yo que me interesaba porque tuvieras una novia mona. -dijo Kotarou-

- Kotarou, no estoy saliendo con tu hermana, así que corta el rollo. -dije-

Ahora mismo no sé si eso es una mentira o una verdad. -pensé-

- Que mal, Kazuya-kun. Vas a poner triste a mi hermana. ¿No te gusta? -dijo Kotarou-

- Kotarou, no he venido a hablar de estas cosas. Tu hermana no quiere verte. Me echó de tu casa solo por mencionarte. -dije-

Kotarou rió ligeramente.

- Que típico de ella... Eso me encanta... Fuuka, quiero verte de nuevo... -dijo Kotarou-

Puse cara de asco.

¿¡Pero que le pasa a este!? -pensé-

- Pues yo cumplí mi promesa. Kotarou, deja tranquila a la chica que Miyuki ordenó atacar. -dije-

- Vale, vale, sé que has cumplido. No le haré nada. Por cierto, Kazuya-kun, ¿por qué tanto interés en esta chica? ¿Es tu novia? ¿Por eso no has salido con mi hermana? ¿Eh? ¿Eh? -preguntó Kotarou-

- No es por eso. Bueno, pues yo ya he hecho lo quería. -dije-

Miré a Kotarou de reojo.

- Hasta nunca, Kotarou. -dije-

Kotarou se levantó de la silla en la que estaba sentado.

- ¡Kazuya-kun! ¿¡De qué hablas!? ¿No vas a volver? -preguntó Kotarou-

- No, no voy a volver. Ya no tengo motivos para regresar, Kotarou. -dije-

- ¿Qué? Kazuya-kun, ¿en serio? ¿Llevas años viniendo aquí para ahora decir esto de repente? Esto no me gusta, Kazuya-kun. -dijo Kotarou-

- Kotarou, yo no he venido en años. A quién has visto es a Miyuki. -dije-

- ¡¡Miyuki eres tú!! ¡Sólo es el nombre de tu estado deprimido! -dijo Kotarou-

- Y sabes perfectamente que en ese estado soy una persona totalmente diferente. Quiero olvidar todo ese pasado. Quiero dejar la desesperación atrás. -dije-

- ¿Desesperación? ¿Otra vez? ¡Maldita Toyama! ¿¡Por qué te tuvo que meter esas cosas en la cabeza!? ¡Una persona que no conoce la realidad habla de ella! ¡Que gracioso! -dijo Kotarou-

Me giré y me acerqué a la ventana, mirando a Kotarou con cara amenazante.

- Kotarou... ¿Qué más da eso? ¿De verdad tú eres el más apropiado para hablar de eso? Te lo voy a decir bien claro: Deja a Shizuku en paz. Ella no tiene la culpa de nada. Me parece insultante que digas eso de la persona que casi consiguió juntarte con Rikka-san. -dije-

- ¡¡Cierra la boca!! -dijo Kotarou mientras golpeaba el cristal-

- Eso es lo que hizo que todo el mundo te odiara, Kotarou. Eres la hipocresía andante. Asume la realidad y deja de vivir debajo de la capa de tus mentiras. -dije-

Kotarou apartó la vista de mí y pareció calmarse.

- Kazuya-kun... Realmente creo que no entiendes nada. -dijo Kotarou-

- ¿Qué es lo que no entiendo? -dije-

- De verdad crees que puedo vivir mirando a la realidad... Kazuya-kun, yo no puedo vivir en la realidad ni tener esperanza en nada. Soy alguien enfermo, alguien con pensamientos que no tienen lugar en este mundo. Es imposible que pueda seguir viviendo de forma normal, Kazuya-kun. Pero la verdad es que eso no me importa... Siempre que aquellos a los que quiera sigan adelante. Por eso insistía en que salieras con mi hermana, Kazuya-kun. Sois las dos personas en quiénes más confío. Quiero que estéis juntos. -dijo Kotarou-

Kotarou... En serio... Te alegraría saber que estoy con ella... Peleado, pero con ella...

- Kotarou, deja de ser tan pesimista. -dije-

Me di la vuelta y me dirigí a la salida.

- Kazuya-kun, es totalmente imposible. Y si te pierdo aún más. -dijo Kotarou-

- Entonces intenta corregirte. -dije-

- ¿Eh? ¿De qué hablas? -dijo Kotarou-

- Si consigues volver a ser alguien decente y salir de aquí, volveré a hablar contigo. -dije-

- ¿E-en serio? -preguntó Kotarou-

- Sí, así es. -dije-

- Es imposible, pero... Realmente quiero intentarlo... -dijo Kotarou-

- Ese es el Kotarou que yo conocía. -dije-

- ¿Qué? -preguntó Kotarou-

- Nada. Bueno, nos vemos. -dije mientras me iba-

- Kazuya-kun. Esto no es un adiós definitivo. ¡Volveremos a vernos! -gritó Kotarou-

- Sí, volveremos a vernos. -dije para mí-

Después de eso, salí del lugar. Intenté hablar con Fuuka, pero no me cogía el teléfono. Pensé que quizás sería una de sus rabietas temporales, pero quizás estaba siendo muy optimista. Cuando volví a mi casa, volví a hablar por los grupos por los que no había hablado en un tiempo. Me recibieron calurosamente. Eso me hizo muy feliz. Desgraciadamente, cuando me preguntaron las razones por las que dejé de hablar, tuve que mentir, ya que prefería no contar todo esto. Tras mi recuperación, preparé mis cosas una vez más para ir a otro viaje, pero esta vez en solitario. ¡La casa de la playa de Shizuku! Acepté ese viaje sin pensarlo, pero sinceramente, creo que ella no me habría dejado negarme, aunque lo rogara. Shizuku realmente es ese tipo de persona... Bueno, la verdad es que ir a la playa ahora tampoco está tan mal del todo. Sólo espero que estos no se enteren, porque pajero lo permito, pero que me llamen infiel ya sería demasiado. Con todos estos hechos, ya casi todo está solucionado, pero falta una cosa...

Que Fuuka me vuelva a hablar y volvamos a estar juntos.

Al día siguiente...

Me levanté, ilusionado por el viaje con Shizuku. Quería hablar de muchas cosas con ella, y ya hacía bastantes años que no nos veíamos, por lo que estaba feliz de poder estar este tiempo con ella... Espera... ¿¡Cuánto tiempo voy a estar!? ¡No me dijo nada de eso! Bueno, ya se lo preguntaré luego.

Salí de casa en dirección a la estación, lugar en el que acordé encontrarme con ella. Una vez allí, esperé diez minutos hasta que ella llegó en su caro coche.

- ¡Kazuya-kun! ¡Sube! -dijo Shizuku-

- ¡Vale! -dije-

Cuando entré, no solo estaba Shizuku, sino que había además más chicas.

- ¿Eh? ¿Quién es, Shizu? -preguntó una de ellas-

- Oh, es el kokoro. -dijo Shizuku-

¿Kokoro? -pensé-

- ¡Oh! ¡Encantado! -dijo la misma chica de antes-

- Sí, encantado.

En ese momento, tuve la sensación de que esto sería un viaje casi tan loco como el de Kamakura. Esperemos que sea tan bueno como aquel viaje.

Arco de Payback Revenge.

Fin.

¡Mi novia es una Pokéfan!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora