❌¹𝗖𝗛𝗘𝗥𝗥𝗬𝗕𝗢𝗠𝗕 ✶ cinco hargreeves

15.━━━ el piano

15.━━━ el piano

18 AÑOS ATRÁS

Los niños corrían de un lado a otro por el patio entre risas conforme jugaban. Habían venido al parque finalmente luego de meses, luego de haber estado en una de las misiones más difíciles que la Academia Umbrella había podido estar, Reginald se los había compensado ordenándole a Grace que los trajera al parque.

 Todo era risas y diversión, los niños reían escandalosamente mientras varios niños se les unían. Sin embargo, Ocho Hargreeves se había sentado en una de las bancas con una mueca mientras veía su rodilla.

Se había caído, y tenía varias lagrimas en sus ojos. Pero no estaba llorando por el hecho de caerse, si no porque horas atrás le había dicho a su padre si podía empezar a tocar el piano, ya que como Vanya tocaba el violín, a ella siempre le había traído tocar el grande y elegante piano.

Reginald le gritó y le dijo que no.

Juno no le contradijo y salió de allí con lágrimas a punto de bajar por sus mejillas, se sentía tan mal y frustrada, sin entender porque él no le permitía siquiera divertirse en aquella Academia. Ella siempre intentaba ser excelente, siendo de las más rápidas y hábiles a la hora de las pruebas, sobre todo en las peleas.

Su cabeza cuando usaba mucho su poder palpitaba con dolor, siempre terminaba con dolor de cabeza luego de cada misión o de cada prueba.

Siempre.

El sobre esfuerzo que ponía Juno Hargreeves en las misiones y pruebas sus mismos hermanos lo podían ver, por lo que era tan injusto que Reginald no se lo compensara, ni a ella, ni a sus hermanos.

—¿Jun?—la rubia alzó la mirada con tristeza cuando un pequeño Ben se posó delante de ella, era divertido como siempre había sido más alta que su hermano, aquello a la castaña le parecía lindo.—¿Estás bien?

—Sí...es solo qué...me duele..—murmuró con la vista sobre su rodilla, Ben tragó saliva y miró a todos lados.

—¿Quieres que llame a Cinco?—preguntó tocándole el muslo, ella negó.

—Trae a mamá..

Ben enseguida asintió y salió corriendo en busca de mamá. La rubia suspiró y alzó la vista viendo a varias personas mayores paseando por el porque, jugando alguna partida de ajedrez, o simplemente conversando. 

Aquello le pareció bonito, Juno Hargreeves siempre le había interesado el mundo en sí, ella no era alguien que siempre tenía la oportunidad de salir con libertad, por ende todo lo que implicaba este mismo le interesaba.

Tan bonito, tan colorido.

Aquello le hizo sacar una media sonrisa.

—¿Juno? ¿Cariño?—Grace se acercó con cara preocupada hacia Número Ocho.—¡Ay! preciosa, ¿estás bien?—Grace se arrodilló delante de ella, tomando su cara con preocupación, a su lado se encontraban Ben y Cinco.

—¿Por qué papá no quiere que toque el piano?—murmuró con tristeza, Grace hizo una mueca.

—Juno, cariño...Reginald solo quiere que te concentres en tus habilidades, sin distracciones.—ella le brindó una sonrisa de boca cerrada, pero Juno negó.

—Me parece injusto, ¡Vanya toca el violín! ¿por qué yo no puedo tocar el piano?

Grace suspiró.—Hablaré con él, ¿Qué te parece?—la androide le sonrió para tratar de animarla, a Juno le brillaron los ojos y asintió con una sonrisa.

—¡Sí, sí, sí!—Cinco sonrió al verla así.—Seguro te escucha, ¡gracias mamá!

Grace también sonrió de vuelta, siempre le gustaba ver a sus hijos sonreír.

Cuando llegaron a casa, Grace cumplió su promesa y inmediato fue a hablar con Reginald, explicándole que la joven Juno quería ansiosamente tocar el piano ya que le gustaba mucho.

Reginald no la escuchó y la echó de su oficina.

Al día siguiente se llevaron el piano.

Juno lloró mucho.