...y la tormenta.

14 2 0
                                    

AVISO: Este capítulo, al igual que el anterior, son complementarios para el quinto capítulo de la segunda temporada, siendo este el cierre del mismo principalmente.


- ...Creo, que necesito ir a casa -decía bajando las escaleras, dándole la espalda a Luz-.

Eso había ganado, era lo único que pasaba con estos actos. ¿Por qué? ¿Por qué fue tan tonta al confiar en Luz? Su cabeza punzaba, ardía demasiado, sintiéndose demasiado enojada; a su vez, las manos estaban heladas, de pena, de vergüenza... por la tristeza.

Amity solo pensaba en que tan bien estaba su vida antes de que Luz llegara, como muchas cosas ya no serán como antes, todo por querer ayudarla; Por estar cegada e ir rumbo a lo desconocido perdió su trabajo en la biblioteca.

Luz siempre se entromete de más, lo único que ha hecho desde que la conoce es quitarle las cosas por las que tanto ha trabajado: sus calificaciones, el prestigio para el aquelarre del emperador y puso en riesgo a su familia intentando lucirse hace no mucho. Era muy obstinada, inconsciente, incapaz de ver hasta donde dejar de entrometerse con las personas... ¡No sabía cuánto molestaba a las personas!

Tanto trabajo y esfuerzo en ganarse el empleo, se fue. Solo un error. Un endemoniado error. San se acabó. ¿Por qué Luz era tan torpe e impulsiva? Lo único que ella exclusivamente le pidió era guardar silencio y es lo primero que decide no hacer. No... podía pensar en otra cosa, estaba demasiado frustrada.

Nadie lo notaba, pero mientras caminaba, Amity estaba echando chispas, se encontraba en una ira muy profunda. Lo mejor había sido irse, no quería dirigirle la palabra en este momento a Luz. Únicamente quería ir a su casa y encerrarse a su habitación. A creer que todas esas tonterías jamás habían pasado; que el día de mañana tendría su vida de vuelta, tal como le gustaba.

Afortunadamente no encontró a nadie conocido de camino a la mansión Blight, no quería dejarle morado el ojo a alguien o en un caso extremo, tumbar dientes. Sencillamente y por primera vez en mucho tiempo, quería sentirse sola.

Entró y solo espero no encontrar a sus padres. Por favor, que Edric y Emira...

- ¿Amity? -oía la voz de -Emira, desde su cuarto-.

- ¡Au! ¡Oye fíjate que haces! -decía Edric, quejándose-, nos emociona como le fue a Manoplas per-.

Sonaba un pequeño golpe en el suelo, como un pisotón

- ¡Au! -refutaba Edric-.

Por favor, ahora, sencillamente no tenía ganas de tratar con nadie ni que la vieran en ese estado: tratando de subir las escaleras lo más rápido que podía, no alcanzo a hacerlo lo suficiente, pues chocó con Emira, en el momento exacto en que salía de su habitación, donde estaba con Edric... ¿Con una mascarilla en la cara y pepinillos en los ojos?

Ambas en el suelo, la primera en hablar, como era de esperar, fue Emira.

- Oye, para un segu... Amity, ¿Qué pasó? ¿Qué tienes? -decía esto, mientras su hermanita no podía hacer más, que echar lágrimas, por impotencia y negación-.

- Yo... no, nada -alzando la vista, limpiando sus ojos-, nada que a ustedes les importe -en tono más autoritario, sintiendo ley lo que decía-.

Edric se retiraba todo lo que tenía en la cara, con cierto desconcierto... recordaba el tono algo mandón de su hermanita, pero no que les haya hablado tan golpeado antes. Algo pasó. Debían de saberlo, sin el fin de molestar, sino para tener en cuenta lo que le dirían a Luz la próxima vez que la vieran. Algo pasó entre ambas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 31, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Lo que no demuestro por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora