Capitulo 61

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Ya estamos acá en el Caribe y puedo sentir la emoción en el ambiente, el hotel de papá está genial, es tipo rústico, pero tiene absolutamente de todo

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Ya estamos acá en el Caribe y puedo sentir la emoción en el ambiente, el hotel de papá está genial, es tipo rústico, pero tiene absolutamente de todo. No han venido los hermanos menores de Amanda y Matías ya que por lo que dijo él, los abuelos quisieron quedarse con ellos y hacerle un poco más ameno el viaje.

En cuanto llegamos nos pasan la llave de cada uno de nuestros cuartos, Aidan le dice a Matías que nos ayudará con las maletas y luego irá a su habitación y cuando se ofrece a ayudar le ponemos alguna tonta escusa por lo que termina yéndose a su cuarto. Acompaño a Amanda y Aidan a la habitación por unos minutos y luego me entrega la llave de la habitación por lo que me escabullo sin que nadie me vea. Por suerte los adultos están en el piso de arriba.

Al llegar a la habitación que supuestamente le toco a Aidan y Matías, puedo ver que tiene una sala con un sofá y una pequeña mesa para comer, me dirijo a la habitación y lo veo de espaldas a mi desarmando su maleta por lo que lo tomo por la cintura pillándolo despistado y que se voltee extrañado.

- Ya decía yo que Aidan se estaba comportando extraño ¿Qué haces aquí? - pregunta con el ceño fruncido

- Pues... Dormiré aquí

- Me designaron con Aidan

- Intercambiamos - digo con una sonrisa

- Esta tu padre - responde alzando una ceja

- No se tiene que enterar

- Planeo pasar vivo estas vacaciones y no morir a manos de mi suegro mafioso

- Lo dejo hace unos meses - respondo rodando los ojos - No seas miedica. No se enterará

- Conste que serás responsable de dos muertes porque de seguro mi tío también querrá matar a Aidan - dice finalmente abrazándome para luego besarme

- La pasaremos bien los dos solos y de paso ayudamos a nuestros primos a que se acerquen

- Debería cuidar a mi prima de chicos. No dejarla con uno porque una bella chica me sedujo para hacerlo - responde divertido

- Aun no te he seducido - Me coloco en la punta de mis pies para besarlo y enredar mis dedos en su cabello

- ¿Qué quiere decir eso? - pregunta al separarnos

- Ya lo veras - digo con una sonrisa coqueta dándole un pequeño empujón haciendo que pierda el equilibrio quedando, sentando en la cama y yo colocarme a ahorcajadas sobre él y volver a besarlo, con sus manos recorre mi espalda hasta llegar a mi culo y darle un apretón habiendo que suelte un pequeño gemido. Llevo mis manos a su polera pensando que todo está saliendo como planee pero se levanta y me vuelve a dejar en el piso

- Debemos bajar a almorzar

- ¿Ahora? - preguntó incrédula

- Si. Nos deben estar esperando

Caminos cruzados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora