Cuando por fin Taehyung abrió la puerta del departamento, en un tercer piso, y encendió la luz, Jungkook entendió por qué no quería estar allí. El lugar era bonito, sí, y tenía un balcón con buena vista, sin embargo, sentía un ligero atisbo a polvo y había demasiadas cajas apiladas.

–Pensaba limpiar un poco mi habitación y empezar a abrir cajas viejas –comentó Taehyung mientras se dirigía a dicho cuarto.

–¿Lo que dejaste en casa de tus padres? –preguntó el azabache mientras retiraba su chaqueta de cuero y la botaba sobre unas cajas.

–S-sí –contestó a duras penas el castaño que lo observaba embobado. Tragó saliva con dificultad y se dirigió por los utensilios de limpieza.

Comenzaron con Taehyung barriendo el piso mientras que Jungkook trapeaba y sacudía el polvo de algunos muebles.

–¿Cómo está Jimin? –soltó el castaño intentando sonar casual.

–Bien, bien, lo veo de vez en cuando.

–Oh, ya veo. Creí que eran más cercanos –murmuró decaído.

–Lo somos. –Sus miradas conectaron por unos breves segundos, hasta que Kook retomó su tarea–. Aunque desde que terminamos la carrera lo veo menos.

–Pensé que estarían juntos. –el azabache detuvo todos sus movimientos y observó a un Taehyung evasivo con confusión.

–¿Por qué dices eso?

–Ya sabes... –La mirada que le dirigió el castaño era vacilante.

–No, no lo sé, Taehyung –dijo firmemente, enfrentándolo.

–Sólo, sólo olvídalo.

Jungkook apretó sus labios en una fina línea, mirando cómo Tae se alejaba para guardar la escoba. Continuó trapeando hasta terminar y observó al castaño abrir un par de cajas. Decidió ayudarlo en silencio a desapilar las cajas más pesadas.

¿Por qué demonios estaría con Jimin? Habían sido muy apegados, sí, incluso llegaban a salir juntos pero nunca fue algo más a pesar de que Jimin lo insinuó brevemente, más que nada en los primeros semestres. Su mente hizo click, pues también en ese entonces dejó de hablar con Taehyung.

Estaba tan concentrado que a penas notó lo que sucedía hasta que comenzó a sonar una melodía que conocía perfectamente, su corazón comenzó a latir con el ritmo de la guitarra. Taehyung lo miraba con una mueca divertida, radiante, y comenzó a balancearse con movimientos leves mientras mordisqueaba su labio inferior. Simplemente precioso, atractivo.

Where do you go with your broken heart in tow?

Lo llamó con su mano para que se uniera al baile.

And what do you do with the left over you?

Jungkook no pudo evitar la sonrisa que se desbordó desde su interior, era como si nada hubiera cambiado.

And how do you know when to let go?

Se acercó vacilante al principio aunque siempre sonriente. Taehyung había encontrado su vieja grabadora, seguramente con el disco aún dentro pues fue lo último que bailaron la noche antes de despedirse.

Where does the good go?

Sí, habían cambiado, pero su esencia era la misma, sus sentimientos lo eran. Y si es que habían cambiado, quizá tenía que ver con la añoranza y resignación que ahora era combustible para incendiar todo a su paso.

Where does the good go?

Terminaron bailando al conjunto, a un metro de distancia, entre cajas viejas y sonrisas de toda la vida.

My Euphoria | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora