Capítulo 8

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Volví a la segunda planta para poder darle su pastilla Aukan y afortunadamente estaba despierto, ninguno decía nada después de la discusión que habíamos tenido y era mejor así, lo último que me apetecía en este momento era hablar con él y tener que lidiar con su malgenio, no volví a toparme con Amira hasta la hora de la cena que estuvo en el cuarto de su hermano haciéndole compañía mientras yo estaba en la planta baja con el resto del personal de servicio, todos estaban muy interesados en saber el progreso del joven Aukan.-así se referirían a él.-y decían que todos estaban rezando por su pronta recuperación, les agradecí con una sonrisa tierna, era evidente que todos en esa casa le tenían un gran aprecio a la familia.

Luego de ayudar a dejar la cocina limpia me dispuse a irme a mi habitación y quitarme esos horribles lentes de contacto y esta molesta peluca, una vez puesto el pestillo fui a darme un relajante baño de agua caliente liberándome de todas las tensiones que había acumulado esta semana, me puse la pijama y me acosté, estaba agotada en más de un sentido y era justo y necesario que descansara unas horas, entre la universidad, las pasantías y ahora esto necesitaba todas energías posibles, lastimosamente mi sueño fue interrumpido por un fuerte grito proveniente de la planta alta logrando que saltara de la cama y me dirigiera rápidamente a la habitación de donde provenían los gritos, el cuarto de Aukan. Sus gritos eran desgarradores y llenos de dolor, abrí la puerta y le leve luz de luna se colaba en su habitación dejando ver que su frente estaba bañada en sudor debido a la pesadilla que estaba teniendo.

-¡AZAI! ¡AZAI! ¡AZAI!

-¡Aukan despierta!-después de sacudirlo un poco sus ojos se abrieron como platos y su respiración estaba muy agitada.-ya tranquilo, respira, fue solo una pesadilla.-su respiración poco a poco estaba volviendo a la normalidad.- ¿estás bien?

-Necesito hablar con Azai, pásame mi celular por favor.-sin pensarlo lo tomé de la mesita de noche y me indicó cual era el patrón de desbloqueo, encontré el número de Azai debajo del de Amira y le di a llamar, le puse los audífonos y empezó a hablar con su mejor amigo, tan solo quería asegurarse que él estaba bien y logró sonreír un poco cuando su amigo le hablaba, se disculpó por haberlo despertado y se finalizó la llamada.-gracias.

-No es nada, ¿seguro que estas bien?

-Sí es solo que...desde el accidente tengo muchas pesadillas, siempre son relacionadas con el accidente.

-Y...su amigo Azai, ¿estaba con usted en el accidente?

-Sí, fui a buscarlo en una fiesta porque estaba borracho y tuvimos el accidente cuando lo llevaba a su casa.

-¿Y él está bien?

-Mejor que yo, de eso puedes estar segura.

-No me refería a...olvídalo.-estaba dispuesta a ir cuando me llamó.

-¿Podrías quedarte por favor?-que bueno que las luces estaban apagadas o vería como mis ojos casi se salen de sus cuencas.

-¿Es enserio?

-Sí, bueno si no te importa.

-No claro que no.-me dijo donde había unas cobijas y que frente a la ventana había un sofá donde podía acostarme. Permanecimos en silencio por unos minutos hasta que él lo rompió.

-Oye Jessica.

-¿Si?

-Gracias.

-¿Por qué?

-Por venir cuando más necesitaba de alguien.-él no podía verme pero en mi rostro había una enorme sonrisa.

-Ni lo menciones, es parte de mi trabajo.

Un cambio por amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora