Capítulo 9

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-Tenías razón.

-¿Qué?-me volteé hacia él.

-Hubiera sido una pena desperdiciar este día tan hermoso en las cuatro paredes de mi habitación.-me sonrió ampliamente y le devolví la misma sonrisa.-gracias por sacarme.

-Fue un placer.-en este momento sentía que las palabras sobraban, me senté en el césped y contemplarlo mientras él miraba el cielo.

No recuerdo haber visto algo tan perfecto en mi vida como él, no hablo solo de su físico, sino de lo que transmite con su sola presencia, Aukan para mí era el ángel más hermoso que había podido toparme en el camino, en esa escuela de niños ricos donde en más de una oportunidad me salvó de alguna vergüenza y quienes formábamos parte de su vida nos defendía como el mejor de gladiadores. Así solía, mi gladiador. Para mí Aukan era un guerrero como lo indicaba su nombre, que en un principio me sorprendió pues es tan poco común como el mío, por lo visto nuestros padres fueron muy creativos al escoger nuestros nombres y eso me hizo saber que él era especial, diferente al resto.

-Ya empezaba a extrañar este lugar, ¿ves ese árbol que está detrás de los rosales?-asentí.-ahí di mi primer beso a los doce.

-¿A los doce? ¿Usted siendo un culicagado y pensando en amores?-dije entre risas y él se contagió.

-En mi defensa esa niña me gustaba mucho y solo duró cinco segundo.-sonrió.

-¿Y qué le pasó a esa niña?

-Se mudó, nunca más supe de ella, además ser mi primer beso también fue mi primer corazón roto.

-Mi primer beso fue a los catorce, en la fiesta de quince años de mi prima, el pelado me traía loquita desde que lo conocí en el colegio.

-¿Y qué pasó con él?

-Pues que no era muy buena conducta y lo expulsaron de mi escuela.

-¿Y besaba bien?

-Tan bien como puede hacerlo un pelado de catorce años. ¿Y su vecina, besaba bien?

-Tan bien como puede hacerlo una piccola ragazza de doce años.-ambos reímos.-mi familia y yo nos venimos en cuanto Amira nació, me acuerdo que no quería venir porque allá estaban mis amigos y mis abuelos y se me ocurrió la idea de hacer huelga.-me acomodé para quedar frente a él y bajó la mirada.-me encerré en mi cuarto una semana y en las noches me escabullía en la cocina a buscar comida, fue la primera vez que mis padres me castigaron, y cuando entré a la escuela conocí a Azai. Unos niños me estaban molestando y él fue el único que me defendió, vino a casa conmigo a hacer tareas y a comer helado y después de ese día no pude sacarlo nunca más de aquí.-le sonreí.-, Azai se volvió parte de la familia y...por eso no pude dejarlo el día del accidente, tenía que estar ahí para mi hermano.

-¿Lo quieres mucho, cierto?

-Mucho, te caería muy bien, y seguramente te enamorarías de él, todas se rinden a sus pies.-él ríe un poco.-bueno, no todas, conocí una excepción.-yo también conozco a esa excepción.

-¿Y se puede saber quién es la mujer maravilla que se resistió a los encantos de su amigo?

-Neferet, mi novia; bueno en realidad...mi ex novia.

-¿Puedo preguntar por qué es tu ex?

-No quiero hablar de eso ahora.-guardé silencio porque muy en el fondo no estaba lista para escuchar lo que tenía para decir, la primera vez dolió, la segunda vez quemó, ya la tercera seria masoquismo.

-¿Por qué no me cuentas algún recuerdo bonito que tengas?

-Bueno...desde que tengo siete años todas las mañanas y noches venía a esta piscina a nadar, era lo primero que hacia al despertar y lo último que hacía antes de irme a dormir, siempre me ha gustado nadar, de hecho conseguí una beca de natación para poder estudiar medicina.-recordaba esos tiempos donde lo acompañaba a las competencias y como veía a más de una suspirar por el cuerpo de dios grecorromano pero él solo tenía ojos para su costeñita.-era de las mejores partes de mi día y cuando no lo hacía sentía que algo me faltaba.-le sonreí.-¿sabes? La sonrisa también es tu mayor atractivo, ¿tu novio no te lo había dicho?

-No tengo novio.

-¿Puedo preguntar por qué?

-Porque fue un idiota que me engañó.

-Nunca he podido entender eso.

-¿Qué cosa?

-A las personas que tienen pareja y terminan engañándola.- ¿en serio, él lo está diciendo? ¡Hello, te recuerdo que me engañaste a mí idiota!

-¿Nunca le fuiste infiel a tu novia?

-Ni siquiera con el pensamiento, y en nuestra escuela habían chicas muy hermosas pero...ninguna como ella.- ¡¿perdón?! ¿Está de coña verdad?

Le di una sonrisa sin dientes y nos quedamos en silencio sintiendo como el viento soplaba, estuvimos unos minutos más en el jardín hasta que me pidió que fuéramos a su habitación, junto con el jardinero que nos ayudó lo volvimos a llevar a su cama y me dijo que lo dejara descansar hasta el almuerzo, cerré las cortinas y la puerta. Bajando las escaleras me puse a pensar en lo que me dijo.

<<Ni siquiera con el pensamiento, y en nuestra escuela habían chicas muy hermosas pero...ninguna como ella. >>

No podía estar hablando en serio, ¿Cómo se llena la boca diciendo que no me fue infiel si en el hospital me dijo todo lo contrario? Algo no me encaja, ¿Por qué me mentiría? ¿Por qué me lastimaría de esa manera? ¿Por qué nada de esto tiene sentido? ¿Cómo puede llegar a ser tan cínico? Como me habría gustado quitarme la peluca en ese momento y gritarle cuan hipócrita es.

Llego a la cocina y cojo una manzana para comerla con las mías preguntas en la cabeza y hasta más, por más vueltas que le doy al asunto sencillamente no encuentro explicación alguna, siento que me falta una pieza esencial para armar este rompecabezas tan difícil que por su culpa he creado en mi cabeza.

-¡Nef aquí estas!-dice Amira entrando por la puerta de servicio.

-Shhhh, ¿estás loca? No vuelvas a llamarme así estando aquí.-la sorpresa le golpeó dándose cuenta de la torpeza que había cometido.

-Lo lamento, es que...venia pensando en ti y se me salió, ¿Cómo está mi hermano?

-Bien, hoy amaneció de mejor humor, salimos al jardín trasero.

-¿De verdad, me estás hablando en serio?-en sus ojos podía ver el inicio de sus lágrimas que estaba segura eran de felicidad-no sabes lo feliz que me haces con esa noticia, Jessica.

-A mí también me hizo muy feliz, está muy amable y hasta simpático.

-Es un inicio ¿no?

-Si...Amira hay algo de lo que quiero hablar contigo.

-Claro, ¿Qué pasa?-se acercó a la nevera a buscar algo de jugo y un vaso para servirse.

-Aukan me comentó ayer que desde el accidente a estado teniendo pesadillas.

-Sí, casi todas las noches sueña con el momento del impacto.

-Anoche casualmente tuvo una, así me enteré.

-¿Ah sí?

-Sí, y por un momento pensé que estarías ahí ya que tu habitación está más cerca de la mía, pero no te vi.-noté como poco a poco sus mejillas se iban tornando rojas.

-Seguramente estaba muy cansada, ya sabes que la esgrima me deja exhausta.

-Tan exhausta que no te vi en toda la mañana y andas con ropa de noche.-no me miraba a los ojos.- ¿Dónde estabas Amira?-por primera vez se atrevió a verme.

-Así como tú tienes tus secretos yo tengo los míos, me encantaría contarte pero no puedo.

-Muy bien, entiendo, solo...prométeme que no estas metida en algo que te ponga en riesgo.-me regala una sonrisa sin dientes y me abraza.

-Te lo prometo.-besa mi sien.-lo único que te puedo decir es que...es algo que jamás pensé que pasaría.-se va y me deja con otra gran interrogante ¿en que estará metida la pequeña Miller? Ya me dirá después, por ahora tengo un misterio mucho más grande que resolver que sus pequeñas escapadas: el gladiador de ojos grises.

Pero Amira... ¿Dónde andabas metida corazón? ¿será que Aukan si le mintió a nuestra costeñita? ¿Ustedes que dicen?

Si este capitulo llega a 15 votos y 20 comentarios les hago maratón, porque la cosa se está poniendo buena.

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