¿ puedo chuparla ? ──── minayeon.

ᨳ ── three.

"Escojo reto" La menor se preparó para lo que venía, seguramente Nayeon le pondría algo del tipo besa a un perro o coquetea con la vecina.

"Te reto a que me dejes chupártela".

Mina caminaba lentamente por los pasillos de la Universidad, esta vez, sin su amiga al lado. Sus pensamientos nublados y fijamente centrado en la Coreana hacían que se descompensara por completo. Recordar lo que casi pasa la noche del sábado hacía que se estremeciese.

El recuerdo de Nayeon acariciando su polla con suavidad por encima de su bóxer mientras le hablaba al oído sólo la ponía más dura, recuerda cuando su pene quedó al aire frente a la mayor, recuerda como esta lamió sus labios y dijo que lo que poseía era un festín. "Minaa, ¿Puedo chuparla?" Pregunta que la dejó más perpleja de lo que estaba.

Recuerda como su gran miembro palpitaba y sus venas se marcaban, recuerda como Nayeon lo tomó con una mano y la movió de arriba abajo. Recuerda como Nayeon casi la masturba.

— ¡Minayah! —Aquel grito la sacó de sus pensamientos, sonrió a la mayor. — ¿Ya nos podemos ir a casa?

—Oh, sí.

La mayor sonrió, ella hizo lo mismo. Nayeon le ofreció su mano, ella la tomó. Nayeon caminó hacía el campus, ella la siguió. Nayeon abrió la puerta del departamento y ella entró. Mina repetía todo lo que la contraria hacía, sin pensar que esta sería una de las razones principales que harían disfrutase la mejor mamada de su vida.

Sentada en el sofá pudo ver que la Toalla de su amiga yacía arrugada en un rincón al lado del televisor. Inmediatamente recordó que esta se había metido a bañar, así que la tomó y se dirigió a la habitación contraria.

Empujó la puerta con suavidad y se adentró, no sabía sí hablarle o simplemente entrar al cuarto de baño como si nada y dejarla ahí. Pensó en la cama, pero seguramente la habitación quedaría mojada mientras Nayeon se dirige a esta.

Estaba demasiado ocupada pensando en qué hacer, tanto que olvidó que la mayor podría salir en cualquier momento.

Y eso fue exactamente lo que pasó.

— Mina.. — Una Nayeon desnuda y mojada se hizo presente.

La Japonesa sintió una corriente eléctrica recorrerla por completo, juró que jamás en su vida su polla se había despertado tan rápido. Sus ojos recorrieron el cuerpo de la mayor sin vergüenza, entrando en un trance estúpido cuándo observó sus pechos. Imaginarse lo que podría hacer con esos lindos pechos grandes hizo que la excitación la dominara.

Ahora se centró en cada detalle. Su cabello despeinado y mojado, las gotas de agua cayendo por su cuerpo aún, eso la hacía ver jodidamente sexy.

Falsos escenarios por segundo inundaron los pensamientos de Mina, el bulto en su pantalón era muy grande esta vez, la Japonesa no quería aguantarse esta vez.

— Oh, Minari, tu amiguito se está moviendo. — Nayeon avisó con una sonrisa en su rostro. A paso lento se acercó, Mina fue la misma que se encargó de sus propios pantalones y bóxers. Dejando fuera la gran erección que tenía.

Las venas se marcaban, su polla se veía jodidamente necesitada de atención, se movía. La mayor cruzo sus piernas, mentiría si decía que tal imagen no la había excitado, el glande rosa de Mina gritaba por sus labios. El pene en general gritaba por estar en su boca.

La mayor abrió la boca para decir algo, mas no fue posible de acuerdo a que Mina tomó sus manos y la puso de espalda. — Ahí, en cuatro. — Señaló la cama, dándole a entender que debía subirse por completo y practicar aquella posición. Ella lo hizo.

Mina finalmente se acercó, rozó su miembro palpitante por todo el pliegue de la intimidad contraria. —¿Esto es lo que querías Nayeon? — Metió el glande aplicando algo de fuerza. La nombrada ahogó un gemido. — ¿Sí verdad? querías que te follara duro. — Ahora metió la mitad de su extensión y yeon no hizo más que morder la almohada. — En un instante estarás gimiendo tanto como querías que te hiciera gemir. — Finalmente, lo metió todo por completo.

Tomó posesión de sus caderas y las apegó a su cuerpo, iniciando a moverse dentro con un vaivén lento. Mina sintió satisfacción al estar así, hace mucho no tenía sexo y Nayeon le estaba dando la oportunidad de estar dentro de ella desde hace rato. ¿Cómo pudo haberla desaprovechado tantas veces? Sí estar dentro de ella es delicioso, sus paredes y líquidos envuelven su gran pene que al embestir siente el cielo.

— Ahh.. Ah.. ah.. — Las piernas de la mayor temblaron. — D-dios es realmente grande.. más duro min- ahh..

Así fue, Mina lo hizo tal como su amiga le ordenó, empezó a embestirla más duro. Sin embargo, el ritmo que llevaba era suave, por fin una persona que sabe diferenciar entre "Más rápido" y "Más duro"

La Japonesa mordía su labio inferior, seguro ella tenía la mejor vista. Podía ver con claridad como su polla entraba y salía del gran culo de su mejor amiga, mientras este rebotaba y chocaba contra su pelvis. Mina también gemía, pero la mayor estaba demasiado ocupada con sus propios ruidos y no podía concentrarse en Mina gimiendo maldiciones.

La excitación recorría a Mina de arriba abajo, finalmente perdiendo la cordura y acelerando el vaivén que llevaba de una manera impresionante. Ahora la chica en cuatro era una mar de gemidos, ella igual.

El sonido de sus carnes chochando era realmente estimulante. — Amo como suena cuando te penetro...¿Te gusta que lo haga así? — Dio una estocada. — ¿Te gusta que te folle así? — Dio otra.

— M-min ahh.. mgh.. me encan.. ah.. — La pobre ni hablar podía.

La menor sonrió, siguió sus movimientos. Duraron más de una hora con treinta minutos, Mina no era alguien que se venía rápido, Nayeon tampoco. Mina acabó fuera, la cama de Nayeon ahora era un desastre de fluidos y la Toalla que antes estaba en un rincón pasó a estar en otro.

Nayeo por fin se dió vuelta, estaba agitada y sus piernas habían quedado temblando. — Mina, que bien follas. — La menor sonrió leve.

— Fóllame de nuevo.

(...)

Tal vez debí dejar una advertencia.
Tal vez no, igual, sabían que pronto
iban a coger.