¿ puedo chuparla ? ──── minayeon.

ᨳ ── five.

Y sí, los planes de Nayeon aún no terminaban. Nada terminaría hasta que no tuviese a Mina follando su boca con brusquedad.

Hoy se apegó a la menor más de lo normal, parecía un omega a punto de entrar a su celo. Pedía mimos y palabras bonitas por parte de la contraria, quién aunque estuviese colorada y apenada al ser la primera vez que la coreana se lo pedía, se lo concedió.

La mimó todo el día y le dijo muchas cosas lindas que hacían a las dos sonreír. También, de vez en cuando compartían pequeños besos en los labios.

Fuera de tener sexo, estos momentos suaves, cálidos, llenos de amor y ternura, causaban un revuelco de emociones en cada una. Sin embargo, le darían importancia a esas mariposas extrañas luego ya que disfrutar los momentos juntas jamás estaba de más.

Aún así, la mayor no descartó el maravilloso plan que tenía en mente. Dándole marcha y desarrollo poco después de las diez p.m.

— minari—Canturreó mientras se metía en la cama de la otra.

— ¿En dónde estás, Yeonnie?—Escuchó su voz desde la cocina, así que la nombrada se dedicó a avisarle que yacía en su habitación. Mina no tardó en entrar y esbozó una sonrisa al ver que su unnie estaba cubierta de pies a cabeza, apenas dejaba que se viesen sus ojos brillantes— Dime.

—Ven, te quiero hablar de algo. —Palmeó a un lado, la japonesa notó que sus ojos se volvían media lunas, seguramente estaba sonriendo bajo la sabana e hizo que otra sonrisa apareciese en su rostro.

—¿Qué es? —A un lado suyo, se atrevió a preguntar, pues había quedado con evidente intriga.

— minari, estoy muy enojada—Hicieron contacto visual, la mayor se destapó.

—¿Por?

— porque la persona que me ha estado follando es muy cruel—Se tendió encima de ella, estaba iniciando una especie de drama confundiendo a mina por segundos.

— aham, ¿Por qué cruel? —Arqueó una ceja, sus manos se posaron en el cabello de la mayor y comenzaron acariciarlo por si solas.

Nayeon disfrutó la sensación, así que no se movió un instante, sin embargo, su drama no paró. — No me da paleta, quiero.

—¿Paletas?—Asintió inmediatamente—Debiste mencionarlo antes, iré a comprarte unas. —Un beso en su sien— ¿Rojas o Azules?

Ella rió leve y atrajo el rostro de Mina tomándola de las mejillas para dejarle un pequeño besito. Luego negó—No minari, tu paletita, debería decir, paletota. Quiero chuparla.

La Japonesa quiso desaparecer del mundo. Se había sonrojado bastante y sentía que era en cuestión de segundos que su nariz comenzaría a sangrar. Tapó su rostro con una mano, trató de hablar pero realmente no sabía que decir.

Eso tan repentino la había mareado. ¿Cómo podía decirlo tan naturalmente y viéndola a los ojos? Im Na Yeon no conocía la vergüenza, eso era seguro.

— No digas nada. Sólo dame un sí o un no, aunque claramente no aceptaré el no. —Sonrió— ¿Puedo chuparla?

— No.

—¡Qué hice para merecer esto!

—¡Estás mal!

Nayeon negó con la cabeza —Súper perfecta estoy, ¡El problema eres tú! Andando por ahí, respirando como si nada.

Ahora la menor tenía un ataque de risa.

—¡Deja de reírte!, tu respiras y me mojo.

Mina sonrió, la exageración que ejercía Nayeon en sus palabras era realmente graciosa.

Pronto decidió hablar.

—Haremos esto, esta noche tendrás que cumplir algunos requisitos. Luego de eso, me podrás chupar la polla todo lo que gustes. —La decisión de repente extrañó a Nayeon, ¿No era esa pequeña quién estaba sonrojada hace un minuto? Bueno, cambiaron de papeles.

La mayor asintió sin perder tiempo, esa noche no dormirían y el día siguiente sería una maravilla para ella.