La lluvia azotaba con estrépito las calles de Constantino, uno que otro trueno se escuchó y la ciudad se iluminó con el rayo azul que caía del cielo de vez en cuando, cualquiera que se detuviera en el lugar podría notar el ambiente cargado de melancolía y tristeza, pero ¿Por qué? Era la pregunta, bueno, eso se resolverá pronto.
Si bajamos por la calle central nos encontraremos con el corazón de la ciudad, que, en estos momentos, se encontraba lleno de sus habitantes con paraguas en mano mirando hacia una dirección: el escenario.
Era increíble, un concierto estaba a punto de empezar en medio de la ciudad y, como no, en medio de una tormenta que puede tornarse violenta en cualquiera segundo, sin embargo, eso no parecía ser el ojo principal del público o ser una preocupación en absoluto porque todos los ojos estaban puestos en el chico alto de cabello afro y rizado que trataba de colocar el micrófono de manera correcta, él no llevaba paraguas, pero el agua que caía contra su cuerpo parecía no afectarle debido a que continuaba con su tarea como si nada, alzó la vista y entre el público se encontró con su emocionada madre, con una versión medio borracha de su padre, sus molestos hermanos y con su novia Kyra que lo veía desde lejos con una tierna sonrisa que él respondió con un intento de sonrisa.
Otro trueno se escuchó, pero ya para ese entonces Guillermo y su banda tenían montado el equipo necesario para hacer la "presentación", solamente quedaba que el reloj diera las 7:00 de la noche, para ello faltaba nada más y nada menos que un minuto.
El cual no tardó en llegar.
La banda empezó a tocar y el contraste de instrumentos creó una melodía bastante agradable para el público que estaba entre maravillado, ansioso, temeroso y melancólico por la melodía y el ambiente en el que se encuentran, nadie dijo nada, solo algunos se pusieron a bailar con otros al ritmo de la canción y otros simplemente se quedaron a la expectativa.
"Yo, soy el cantante
Que hoy han venido a escuchar
Lo mejor, del repertorio
A ustedes voy a brindar
Y canto a la vida
De risas y penas
De momentos malos
Y de cosas buenas
Vinieron a divertirse
Y pagaron en la puerta
No hay tiempo para tristezas
Vamos cantante, comienza
Eh, le le, le le
Me paran, siempre en la calle
Mucha gente que comenta
¡Oye hector, ha! tú estás hecho
Siempre con hembras y en fiestas
Y nadie pregunta
Si sufro, si lloro
Si tengo una pena
Que hiere muy hondo
Yo soy el cantante
Por qué lo mío es cantar
Y el público paga
Para poderme escuchar
Eh le le
Yo, soy el cantante
Muy popular donde quiera
Pero cuando el show se acaba
Soy otro humano cualquiera
Y sigo mi vida
Con risas y penas
Con ratos amargos
Y con cosas buenas
Yo soy el cantante
Y mi negocio es cantar
Y a los que me siguen
Mi canción voy a brindar..."
Su voz era fascinante, era como si el mismísimo Héctor Lavoe estuviera dando un concierto en vivo, pero estando atrapado en el cuerpo de un joven de tez morena y de mirada vacía, sin duda la canción hacía contraste con el ambiente lluvioso, todo era perfecto, a excepción de algunas personas del público, ellos no entendían la situación, con esa misma canción empezó toda esta locura, ¿Significaría eso que era el fin? o ¿Esta vez nadie resultaría herido o lastimado?
"Escucha bien ese toro, dice todo sí, señores
(Hoy te dedico, mis mejores pregones)
Ay quienes cantan con falda, yo canto con pantalones
(Hoy te dedico, mis mejores pregones)
Vamos a ser una descarga, con los cantantes mejores
(Hoy te dedico, mis mejores pregones)"Kyra observaba a su novio de lejos, decir que no estaba más que impresionada sería mentira, su corazón estaba enternecido, pero al mismo tiempo, temía que pasaría después, se encuentra pérdida al igual que los demás, lo único que queda es esperar a que se acabe la canción.
"Mi saludo a Celia, Rivera, Feliciano, esos son grandes cantores
Hoy te dedico mis mejores pregones
Ellos cantan de verdad, siempre ponen a gozar a la gente
Hoy te dedico mis mejores pregones
Escuchen bien su cantar, aprendan de los mejores
Hoy te dedico mis mejores pregonesLe-Le-Lee
Le-Le, le-le
Le-Le, le-le
Le-Le"Y acaba.
Un silencio fantasmal es lo que queda tras el último instrumento que dejo de ser tocado, entre el público, Kyra empieza a aplaudir lentamente, eso capta la atención de Guillermo el cual se queda callado y queda expectante, los demás lentamente copian los mismos movimientos de Kyra para, poco después, entrar en confianza y aplaudir con ganas, silbidos son incluidos, también hay personas que comentan sobre el talento tan natural que tiene el chico de cabello afro a la hora de cantar, el hace pequeñas reverencias y sonríe de manera amplia, a Kyra se le detiene el corazón, piensa en que nunca se cansara de ver esa sonrisa tan hermosa que posee su novio y que la vuelve loca sin siquiera esforzarse.
—El reino del horror ya ha acabado. —Dice inesperadamente Guillermo mirando a la nada. —El problema es que esta tierra esta maldita y debemos de evacuarla inmediatamente.
—¿Por qué? —Pregunta alguien del público.
—He tenido una nueva visión proporcionada directamente por las elegidas, dicen que deben destruirlo antes de que sea demasiado tarde.
La gente no espera mucho antes de salir cada uno a sus casas a empacar todo, las malas vivencias anteriores les sirvieron como motivación para hacerle caso sin rechistar, Guillermo es una especie de profeta de los malos augurios, eso lo había aprendido la ciudad de Constantino a las malas, pero no por culpa de Guillermo, sino, por la misma gente que habita la ciudad, por hacer oídos sordos.
—¿Qué es lo que se aproxima? —Dice Kyra una vez que se acerca a él.
—Una avalancha o un derrumbe de una de las montañas hacia nosotros. —La miró e inconscientemente miró hacia los labios de su novia.
Ella lo notó y se rió por lo raro que puede llegar a ser su novio a veces.
—¿Enserio estás pensando en tener un apasionado beso ahora en vez de estar empacando para largarnos?
—Sé exactamente cuando pasará, tenemos tiempo todavía.
Tras esto posó sus manos en el trasero de la chica y la atrajo hacia sí para darle el tan ansiado beso que Kyra no pudo resistir, sin duda Guillermo había cambiado, extrañaba algunas actitudes que el tenía antes de su desaparición, pero no puede negar que esta nueva faceta de él la atraía de maneras inexplicablemente tentadoras en otros aspectos, solía ser mas cariñoso, ahora lo es pero en ciertas ocasiones que el considera convenientes, y cuando lo es, no podría quedar más maravillada.
Sus manos fueron a su nuca, atrayendolo más hacia ella y así profundizando el beso para que ahora fuera con lengua, ella no pudo evitar pensar en lo increíble que hubiera sido estar en una habitación solos y tranquilos en vez de esta situación casi apocalíptica; duraron así unos segundos más hasta que se tuvieron que separar para respirar un poco.
—Ya, ahora sí tenemos que irnos. —La tomó de la mano sin esperar respuesta y corrieron hacia la casa de los padres de Guillermo.
A los lejos, la primera advertencia de que lo que vendría no sería bueno se escuchó entre las montañas.
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El Cantante
ParanormalSu pasión era cantar, lo hacía mejor que nadie en la Ciudad de Constantine, al principio pocos eran los suertudos de poder llegar a escuchar su voz, transmitía perfectamente el dolor, la melancolía y la nostalgia mediante su voz y prefería hacer cov...