prólogo

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Vivir en una ciudad como lo es Los Ángeles es el sueño de toda persona que desea trascender en la vida.

Músicos, artistas, amantes de la fiesta. Es una enorme oportunidad para destacar, encontrarte a cualquier celebridad en un momento inesperado o simplemente vivir el sueño americano.

Lo era para Harry.

Un joven músico con sed de reconocimiento.

Siempre supo que la música era lo suyo. Cuando era apenas un infante aprendió a dominar la guitarra y el piano, después comenzó a mostrar avances en su voz. Finalmente a la edad de quince años había compuesto al menos diez canciones.

Su familia siempre halagó ese talento que tenía y sobre todo lo impulsaron a conseguir sus sueños.

Así llegó a Los Ángeles. La ciudad de los sueños.

Poco sabría que esta misma ciudad algunas veces no coopera a conseguir estos sueños. Y que tristemente, los aplastaría.

( 🌟 )

Ruido.

Los días de Louis se resumían en eso.

Una casa que era un completo caos. Comenzando por el pequeño detalle que solamente contaba con tres habitaciones.

¡Tres!

Era el mismo infierno siendo Louis el mayor de siete hijos.

Él compartía habitación con sus dos hermanas menores: Lottie y Felicité. El cuarto frente al suyo era un pequeño espacio con dos literas donde sus hermanas Phoebe y Daisy, así como los gemelos Doris y Ernest compartían. Finalmente, pasando el pasillo estaba la habitación más grande, donde su madre y padrastro dormían.

Louis tiene un enorme amor a su familia. No lo mal entiendan.

Pero compartir habitación, despertar con gritos y el llanto de sus hermanos menores no es precisamente su cosa favorita.

Su madre lo describe como un chico dulce y gentil, con un enorme corazón.

Tampoco tiene muchos amigos, a excepción de Liam y Zayn. Ellos dos son simplemente extraños a su manera, incluso Louis puede asegurar que en medio de sus constantes peleas existe un romance oculto.

Otra cosa.

Louis desea convertirse en un diseñador de modas exitoso. Su sueño es poder crear su propia línea de ropa, tener su marca y organizar hermosos y elegantes desfiles.

Sin embargo sabe que para lograr eso debe de hacer un enorme sacrificio: dejar su hogar.

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