La Familia Todoroki.

Cap. 31: "El Origen de Tipper (parte 2)"

Declaime: los pjs de BNHA no me pertenecen.

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Llanto, temor, miedo, soledad, oscuridad. Era lo que sentía ese pequeño niño en ese oscuro callejón. Que fue lo que hizo? Lagrimas caían a más no poder mientras se miraban sus manos... sus manos que ya no eran como recordaba, sus manos que ahora eran garras, sus manos que ahora estaban cubiertos de sangre...

Escuchó unos pasos acercarse desde la oscuridad, se giró espantado de que pudiera ser quizás ser otra víctima más o que quizás lo vean como un monstruo, un monstruo que ahora debería pagar...

-Vaya incidente has provocado- soltó aquel hombre que poco a poco iba saliendo a la luz- realmente eres un pequeño hermoso monstruo- dibujo una sonrisa en sus labios y esos ojos grises lo miraban con plenitud, aquel hombre había encontrado una joya...

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-Aquel día me dijiste "ven conmigo y te mostraré lo que es el poder... te mostraré lo que es vivir"...- pensaba Tipper mientras seguía en su asiento de tren- y vaya que me lo mostraste...- sonrió irónico y dirigió su vista al niño que se encontraba desmayado en su lado- al precio de trabajar para ti... al precio de ser un asesino para esta organización... aunque a decir verdad...- cambio de vista hacia la ventana- no me arrepiento de nada, no me arrepiento de todas las personas que maté; hombres, mujeres, niños...- volvió a dirigir su mirada al infante- ...después de todo los odio- sentencio para cerrar los ojos y se dispuso a dormir, aun le quedaba dos horas de viaje.

....

-Es todo lo que tienes?!... LEVANTATE SHOTO- ordenó Enji con su típica mirada fría- si sigues débil jamás podrás siquiera ingresar a la UA... solo falta un año- seguía.

Shoto por su parte lo miraba desafiante desde el piso, en donde apenas si podía mantenerse con los brazos en ello. Hace horas que comenzó con su tortuoso entrenamiento otra vez, otra vez lo molía a golpes, otra vez lo torturaba con ser mejor que All Might, otra vez lo miraba con esa miraba fría sin una sola pizca de compasión.

-Sr disculpe- interrumpió la criada mostrando una carta antes de recibir un reproche.

El héroe miró con atención aquel sobre- lo dejamos hasta aquí por hoy- ordenó saliendo del lugar y tomando la carta para marcharse en su despacho.

El adolescente solo lo miró desde el mismo lugar donde estaba, su maldito padre jamás paraba un entrenamiento por nada, ni por el trabajo, ni por su familia, mucho menos por su suplicas. Sin embargo, cada que recibía una carta así lo dejaba. Sí, no era la primera vez que pasa. Quien era el remitente? Tan importante era?.

Tocio una par de veces y escupió sangre, era común después de años de "entrenamiento". Dejo de lado esas dudas, después de todo que le importaba a él esa carta.

....

Pasaron una hora de viaje, todo iba tranquilo. Aun quedaba más de la mitad del tramo para llegar, no podía bajar la guardia. El niño seguía dormido a su lado, él por su parte estaba con sus ojos cerrados pero atento a cada minúsculo ruido.

Sintió un hipido proveniente de su lado, abrió los ojos para ver al menor.

-Eh? Qué te pasa?- pregunto atento pues el mocoso estaba abrazado a su mochila espantado, temblando de miedo- ey que sucede?- pregunto ya levantándose.

Sintió como el tren empezó a temblar, parando de golpe.

-Maldición!- exclamó tomando al niño con la guardia alta mientras las luces del tren se apagaban.