Extra 2

1K 49 2
                                    

-¡JODER!- grite maldiciendo.

-¿que ocurre?- Vinnie llego a la cocina con Sai en sus brazos. Y este no paraba de gritar en llanto.

-que no se como hacer esto, estoy harta, en verdad no puedo- dije exasperada.

Deje todo sobre la isla y camine a la puerta. Salí desesperada y tome mi auto, necesitaba respirar.

Todo estaba solo, no había ni un carro pasando o saliendo de los edificios.

Mi pequeño Sai apenas cumpliría los 3 meses de nacido, y yo jamás me había separado de él. Verlo me hacía sentir emociones que no conocía, y no se como nombrarlas.

Lo amo, amo a mi bolita de masa mas que nada, pero ser una mala madre siempre me atormenta.

A este punto ya estaba sentada en la parte de afuera aun encima del auto, ver la ciudad me relaja y eso es algo que ya había descubierto hace tiempo.

Sin duda aún no estaba lista para esto, ser madre no es algo que yo desee, sin embargo lo hice, lo hice porque Vinnie lo deseaba, Vinnie estuvo para mi en momentos que ni yo misma podía conmigo, amo a ese maldito hombre, tanto que tuve un bebe por el.

Cuando me enteré de Sai tenia mucho miedo, miles de discusiones pasaron por nuestra relación respecto a el y eso me causaba ansiedad. Tanta que una vez desperté en el hospital y aun no recuerdo la razón.

Di una larga calada al cigarro electrónico en mi mano y expulse el humo por mi nariz y boca.

-¿ya estás mejor?- una manta cubrió mis hombros.

-¿donde esta Sai?- pregunte cuando no lo vi en sus brazos.

-Charli- dijo.

-lo siento- voltee mi rostro de nuevo.

El se quedó en silencio, como si esperara algo más de mi, algo que si obtuvo.

Un jadeo salió de mi cuando las lagrimas cayeron y mi respiración rebotó. No me sentia bien, no estaba bien.

Rodeó sus brazos por mis hombros y me acercó a su pecho.

-lo siento tanto...siempre- tome aire -siempre has estado para mi y...y yo...yo solo soy una estupida adolescente que se aleja de sus problemas- grite dejando salir varios espasmos.

-te prometí que seríamos un equipo- suspire -yo te lo prometi y al final termine siendo una jodida cobarde -el solo estaba callado y escuchándome.

-no puedo Vinnie, enserio no puedo con esto, siento que me derrumbo por dentro, siento que todo los va afectar..y-yo no...yo no quiero dañarlos, ustedes son lo único en mi vida...pero esto es tan dificil- solloce como nunca en mi vida, mientras el solo acariciaba mi cabeza.

-cariño...se que es difícil, yo también soy nuevo en esto- inicio -se que es muy difícil y tal vez pienso que jamás debí haberte pedido que tuviéramos un hijo- bajo la cabeza y se quedo en silencio.

-si yo no te hubiera contado mis ilusiones tal vez no estarías de esta forma, me lastima Chiara, me lastima ver lo mal que estás, me lastima ver esas malditas marcas en tus putos brazos, porque te necesito conmigo, te necesito para hacer esto- dijo de manera...triste.

Las lagrimas salian de sus ojos y su mirada estaba fija en algún punto del suelo. Ambos destrozados frente a la ciudad entera.

Rodee mis manos por su espalda y me acerque a el. Lo abrace y el me abrazo a mi.

Como si solo dependiéramos de ambos, como si solo existiésemos nosotros en el mundo. 

-te amo Chiara, te amo tanto, joder eres la maldita mujer de mi vida, gracias por darme un hermoso hijo, gracias por dejarme ser parte de tu vida, te amo- ambos nos mirábamos.

Nuestros ojos se conectaban tan bien, qué tal vez podriamos pasar horas de esta forma.

-te amo Vincent...amo la forma en la que me haces sentir, tus abrazos, tus besos, todo, absolutamente todo, te amo a ti, como no tienes una idea-me acerque a el para abrazarlo y mis brazos rodearon su cuello.

Nos quedamos así, demostrándonos todo el cariño del mundo, mientras la fría brisa pegaba en nosotros.

Entonces el celular de Vinnie comenzó a vibrar y este contesto de inmediato.

-tranquila...vamos para allá...eres una exagerada...oh okey- hablaba hasta que colgó.

-Sai no para de llorar, debemos ir por el- me dijo y yo asenti con una gran sonrisa.

Subimos a mi auto y el condujo hasta su casa, que no quedaba tan lejos de la nuestra.
Una vez ahí en frente bajamos y tocamos el timbre.

Chase salio, su pelo estaba desordenado y las ojeras eran notorias.

-se quedó dormido- anunció Charli en cuanto se acercó a la puerta.

Sonreí y lo tome en brazos.

-¿estas bien?- puso una mano sobre mi mejilla y acarició un poco.

-ahora lo estoy- le sonreí cálidamente y ella asintio.

-adios, y gracias- dije cuando estábamos un poco alejados.

Ambos asintieron con una sonrisa y nosotros entramos al auto.

Y entonces una vez dentro, Sai soltó una risa y sus ojos se abrieron por completo.

-ohh, eres un grosero- dije riendo.

Beautiful Lies; Vinnie Hacker //en corrección//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora