don't call me angel│𝘁𝗮𝗲𝘁𝗲𝗻

🌹║09

Agosto llega rápido. El clima es lluvioso la mayoría de los días y las personas se quedan dentro de sus hogares, principalmente para esconderse del aire húmedo y pesado. La noche de los viernes ahora son diferentes, Taeyong estaba acostumbrado a las aceras demasiado transitadas y a los clubes sofocantes, pero esta noche todo está excepcionalmente tranquilo.

Se sienta frente al bar de un club nudista. Sus ojos están enfocados en el Omega que reluce unas bragas metálicas de encaje con un par de tacones rojos en sus pies. La música suena a través de los altavoces y el bailarín articula la letra de la canción mientras mueve su cuerpo a través del escenario. Las luces rebotan sobre la purpurina que adorna su piel, y sus ojos almendrados destellan brillantemente.

Taeyong le da un sorbo a su bebida, el bourbon es su favorito. Mantiene su mirada fija en el Omega curvilíneo quien escala el tubo plateado solo para deslizarse hacia abajo con sus piernas envueltas alrededor de este, su piel está ligeramente bronceada y contrasta con la escasa ropa que viste. Billetes son arrojados al escenario y los Alfas gritan en el momento que Ten se inclina, exponiendo su culo y guiñando el ojo coquetamente por encima de su hombro.

Taeyong reprime un gruñido cuando la mano de Ten impacta contra una de las mejillas de su culo. La carne se sacude dentro de la prisión de sus bragas y él inmediatamente ordena otro bourbon. Poco después, el espectáculo de Ten termina y Taeyong observa como un Alfa camina hasta uno de los guardias. Eric Mun le enseña un fajo de billetes al guardia antes de desaparecer en el pasillo que te dirige a las habitaciones privadas.

Taeyong es un cúmulo de nervios, para este momento él literalmente ya se ha ahogado en alcohol, pero su rápido metabolismo es eficiente para ponerlo sobrio de nuevo. Observa como Ten camina por el pasillo usando unas bragas diferentes mientras otro Omega comienza a bailar en el escenario. Taeyong pide dos copas de bourbon antes de seguir al Omega.

Esto es para lo que se han estado preparando. Ten y Taeyong lo han planeado por semanas, manteniendo todo en secreto y pasando sus noches envueltos en los brazos del otro. Sin embargo, todo esto es demasiado arriesgado. Este plan es lo que Ten ha querido hacer por un largo tiempo, y ahora que conoció a Taeyong, fue capaz de ponerlo en marcha. Con los recursos que le brinda la estación y su título de policía, esto va a funcionar.

Tomó mucha planificación. Conocer las rutinas de Mun, y seguirlo cada vez que estaba en la ciudad. Tienen evidencia de los burdeles, todo gracias a Taeyong que tuvo que hacerse pasar por un Alfa millonario. La vista de los burdeles escondidos dentro del hotel lo hicieron sentir enfermo, Ten estuvo ahí para consolarlo mientras vomitaba todo lo que había en su estómago.

Todo lo que necesitan es al hombre, pero no pueden simplemente denunciarlo, incluso si Taeyong forma parte de la policía y su palabra es altamente fidedigna. Mun podría pagarle a cada oficial del departamento, pero seguramente no haría lo mismo con el jefe. El hombre es demasiado bueno como para permitir que la injusticia salga victoriosa, pero Taeyong no confía ya que el mejor amigo de Mun, Jung, podría tratar de convencerlo de que todo lo que dice es falso.

Taeyong va con Jooheon quien está dentro de una de las habitaciones privadas, justo enfrente de la habitación donde se metió Ten y Mun. Obviamente Jooheon no creyó ninguna palabra que salió de la boca del Omega hasta que Taeyong le enseñó fotografías y videos de uno de los hoteles del Alfa.

—¿Él estuvo bien? —Taeyong pregunta, dándole a Jooheon un vaso de cristal con licor.

—Si, balanceó sus caderas, soltó un par de risitas y todo eso. —los dos cierran las cortinas cuando ven que un hombre camina por el pasillo.— Sabía que lo iba a seguir. —Jooheon dice, justo en el momento que otros pasos conocidos entran a la habitación que está enfrente.

—Eso fue lo que dijo Ten que pasaría. —Taeyong trata de tranquilizar a su lobo quien está enfurecido de solo imaginar a su Omega con dos Alfas trastornados.— Me dijo que ha visto como hacen lo mismo con sus compañeros de trabajo, esta noche él dio lo mejor de sí para llamar la atención de esos dos.

—Él definitivamente atrapó sus miradas. —Jooheon se recarga en la pared, dándole un sorbo a su bebida.— Esto es peligroso, deberíamos intervenir.

—Ten dijo que le diéramos cinco minutos, así que vamos a darle cinco minutos.

—¿En serio podrá conseguir una confesión? —Jooheon pregunta seriamente.— ¿De los dos?

—Todo lo que necesita es a uno de ellos y todo se acaba. Te sorprendería ver lo suave que es cuando está consiguiendo lo que quiere. —Taeyong trata de deshacerse de esas obscenas imágenes en donde Ten está envuelto entre sus sábanas. El Omega tiene un fuerte poder sobre él, fácilmente podría aletear sus pestañas y su Alfa estaría de rodillas.

Jooheon gruñe como respuesta, sus dedos alcanzan su pistola que está dentro de su funda. Taeyong lo mira con cuidado.

—Espero que te mantengas calmado, hombre. ¿Cómo crees que me siento yo? Es mi chico el que está ahí con esos Alfas putrefactos. —Taeyong gruñe.

—Lo lamento. —Jooheon se disculpa y palmea el hombro de Taeyong.— Cinco minutos nunca se me hicieron tan eternos.

—Joder, siento como si fuera a explotar. —Taeyong bebe lo último de su bourbon.— Ten dijo que no podía hacer esto sin nosotros. —duele decirlo, pero es la verdad.— Dijo cosas sobre que le tomarían ventaja y sería ignorado. Eso es algo que no va conmigo.

Necesita mantener controlado a su lobo o podría arruinarlo todo. Ten necesita esto, y todo lo que tiene que hacer es morder su lengua. Taeyong saborea la sangre dentro de su boca en el cuarto minuto.

El reloj de Taeyong suena cuando los cinco minutos se agotan. Se siente como si hubiera pasado una hora en el momento que Taeyong entra a la habitación, en donde la vista del culo de Ten sobre el regazo de Mun le da la bienvenida. Aprieta el agarre del vaso que tiene en la mano y aclara su garganta.

—¿Te estas divirtiendo, Girasol?

Ten lo mira por encima de su hombro, sus labios están fruncidos.

—Para nada.

Mun es un hombre rico, pero no uno inteligente. Después de todo, compró sus estudios con sus conexiones y con el dinero de su padre. Ahora el hombre está desmayado con su cabeza inclinada hacia uno de sus costados, el oficial Jung está junto a él.

—¿Qué les hiciste? —Taeyong camina cuidadosamente dentro de la habitación, la música se sigue reproduciendo.

—No necesitas saber. —Ten se levanta, se dirige hacia una pequeña repisa y regresa con una cámara y una grabadora. Se para delante de Taeyong con sus diminutas bragas y sus tacones.— Me encantaría quedarme, pero ambos sabemos el plan.

Los ojos de Taeyong bajan hasta el ombligo de Ten en donde una pequeña joya de plata cuelga.

—Lo sé. —hay un tirón doloroso en su corazón.

—Bien. —el Omega susurra, inclinándose y lamiendo los labios de Taeyong.— Adiós, Alfa.

⊱⋅ ─── ❴✾◐✾❵ ─── ⋅⊰

Al día siguiente, todas las noticias televisivas y los periódicos hablan acerca de Eric Mun, el hombre más rico de la ciudad de Nueva York y su organización secreta de tráfico de Omegas. Hay una orden de arresto para el oficial Jung y Eric Mun, añadiendo la misteriosa aparición de un Omega stripper en el video, nunca se había visto tanta acción en la ciudad. Todo esto gracias a que Taeyong y Jooheon enviaron una copia de cada uno de los videos a todas las compañías de noticias y al propio jefe de policía.