Un nuevo comienzo el el poco y silencioso pueblo de Norryw es lo qué quería para poder huir de mi propia pesadilla, mi propiapesadilla reencarnada hecha realidad pero pareciera que no puedo dejar todo lo que me ata, pero todo se complica peor de lo...
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Me gustan muchas cosas y a la vez las detesto, llevo varios días tratanto de decifrar qué es lo qué quiero y sin duda es un respiró.
Me preocupe tanto tiempo por ellos cuando supieran parte de mi qué ahora qué saben parte de ella solo me hace sentir liberada, mas....tranquila.
Los amo siempre lo hare pero me hicieron daño y no puedo esperar a qué ellos se decidan por mí, tengo qué vivir y ahora lo hare por mí.
Por mí nueva familia qué son los qué sin importar qué apenas me conocieron ellos se preocupan por mí.
Me amo lo suficiente como para qué ellos vuelvan a destruirme.
Salgo de mí ensoñacion cuando mi rubio amigo muestra muchos vestidos y decido ponerme uno verde oliva pegado con manga larga.
Mi corte es nuevo me hace sentir diferente y la verdad siento qué es hora de dejar de esperar.
Sonrío y suspirando decido cambiarme acompañando con unos aros grandes y zapaillas altas viendome extremadamente delicada.
SOLO UNA MORDIDITA-me grita Edlin haciendome rodar los ojos, tiene una obsesión por mí amigo.
-Te ves preciosa- me adula y sonriendole salimos en calma.
Creó y porfin estoy aprendiendo la vida se trata de eso, un cambio constante, soy mala en muchas cosas pero nunca volveré a sentirme menos es hora de qué empiece a quererme yo misma porqué hay qué aceptar qué sí ellos no son los mismos ahora yo planeo ser diferente.
Salíamos de su casa y vamos a una galería de arte, sus hermanos se quedaron con su tía así qué vamos solos, el es muy rudo pero es todo lo contrario cosa qué me parece bastente curioso.
-Hoy vamos en auto- me gruñe con una mueca, le gustan mucho las motos.
Me carcajeo y me subo al volante para conducir ya qué me gusta la adrenalina.
Nos toma diez minutos llegar al lugar y bajamos elegantemente.
La mayoría esta aquí es un lugar alto con simientos altos qué te hacen sentir de vuelta a la antigua Grecia, ventanas con adornos dorados creando una vista muy pulcra del lugar,siento la mirada de los qué fuman en las afueras, se qué nadie conoce mi apellido y pocos entran en éste lugar así qué con paso decidido a un lado de mi fiel compañero nos aproximamos con la cabeza en alto.
Entramos y es sorprendente lo que todo nos puede hacer sentir, me gusta todo esto, cuando observamos una pintura el tiempo se suspende podríamos estar horas admirandolo sin tener un límite de tiempo, es un respiró, un soplo de paz qué se cuela por mi piel siendo capaz de erizarme a su paso.
Me gustan muchas cosas pero siento qué está es la qué más me tranquiliza.
