CAPITULO 12

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— Pues hazlo, anda follame y dejame de una vez por todas libre —. Lo mire directamente a los ojos

— No es tan fácil Amelia, es cuando tu cuerpo y el mio reclamen atención, cuando tu cuerpo queme al ser tocado por mi —. Soltó mi mano

— Cuando tus labios reclamen por mi boca —. Con la punta de sus dedos rozo mi labio inferior

— Cuando queme tu entrepierna por sentirme muy dentro de ti —. Lo pellizco levemente

— ¿Quieres que siga o que te lo demuestre? —. Su aliento choco con mis labios

Me separe de el abruptamente, lo mire con odio, mire las escaleras, las subí rápidamente hasta llegar a mi habitación.

Azote la puerta tras de mi, pegue mi espalda en ella, me pase las manos por mi cabello frustrada.

Pensando en que podría hacer para poder librarme de ellos, sonreí con satisfacción al pensar en que podría escapar en la noche.

Cuando ellos duerman, esa sería mi última oportunidad, me acerque a la cama, sentadome en la esquina.

Mirando el piso, escuche que se abrió la puerta.

Entro Damián con una enorme sonrisa dibujada en su rostro.

— Prepara tus cosas por que mañana en la mañana salimos —. Se recargo en el marco de la puerta

—No quiero, preparalas tu —. Me levante molesta de la cama

Camine a la ventana, mirando los rayos del sol, qué muy pronto se ocultarian para así llegar la luna.

Me abrace a mi misma, mirando el bosque, ¿Qué tan probable sería qué podría escapar de el?

Busqué con la mirada algún sendero qué me llevara a algún lado, pero solo veía árboles, senti la respiración de Damián en mi cuello.

Me gire queriendo separarme de el, fue más astuto y pego más su cuerpo al mio.

— ¿Empaco si quieres también la ropa que llevas puesta? —. Sonrió con picardia

— No digas estupideces —. Escupí con rabia

— No es una estupidez, solo es una insinuación —. Pego sus dos manos en cada lado de la ventana

— Además de que a mi no me molestaría verte desnuda —. Una pequeña risa salio de su boca

— Te vas a tener que quedar con las ganas Damián Santoni —. Lo mire molesta

— No lo creo Amelia Hilton, yo jamás me quedo con las ganas de probar algo —. Movió su cabeza aun lado

— Pues esta vez si —. Sonreí triunfadora

— Por que conmigo jamás podrás follar —. Puse mis dos manos en su pecho tratando de alejarme de el

— Ya lo veremos Amelia, ya lo veremos —. Miro mis manos en su pecho

Con delicadeza tomo una de ellas, miro mis dedos con detenimiento, lamiendo mi dedo índice.

Entre abrí la boca, sin alejar mi vista de el, lo metió por completo a su boca, y con un pequeño mordisco me hizo alejarlo de el.

Sonrió y beso mi otra mano, se alejo de mi saliendo de mi habitación.

OSCURO DESEO (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora