S.O.S: Código Princesa || Esos 4 ✓

2

Diego

-Lista para el maratón, tío Beto.

Cami bajó los tres escalones restantes muy emocionada. 

-Justo a tiempo, mi querida sobrina.

Roberto ya estaba sentado frente a la televisión, con ella encendida y puesta en el canal por el que verían su maratón.

-Entonces, ¿ya podemos hablar?

Sin darme cuenta, Ilan ya estaba a mi lado, mirándome serio.

-Seguro, vamos arriba.

Subimos las escaleras y nos quedamos en el pasillo.

-Dime que tienes buenas noticias.

-Lamentablemente no, la Doctora dijo que el tratamiento sólo está retrasando todo, no está funcionando.

-¿Y no se puede hacer nada más?

-El tratamiento cansa bastante a Cami, tú mejor que nadie lo sabe.

-Sí, la mayoría del tiempo está dormida.

-Pero tengo esperanza, es decir, hace tres años dijo que podían quedarle seis meses o un año de vida y nuestra pequeña sigue con nosotros.

-¿Y no te da miedo que en algún momento suceda así de repente? Luces muy tranquilo.

-¿Estás bromeando? Me aterra, pero Cami es inteligente, notará que algo nos preocupa, y no le contaré a mi hija que tiene riesgo de morir en cualquier momento.

-Les diremos a los demás, ¿cierto?

-Creo que será mejor decírselo después, ya sabes, si Cami ve a Abi llorar todo se nos va a complicar aún más.

-Bien, mañana puedo llevarla por un helado.

-No, no, tú te quedas para ayudarme con esto.

-¿Cómo harás para que Cami no esté, genio?

-Ni idea, lo resolveremos luego.

-Si tú lo dices.

Luego de esto, comenzamos a bajar las escaleras y nos separamos, Ilan se quedó con Cami y Roberto viendo la televisión, mientras yo me dirigía a la cocina para ver en qué podía ayudar.

-Volví.

-Vaya, hasta que apareces, hijo de puta- dijo Juan.

-Hey, no es mi culpa, me quedé hablando con Ilan.

-Échale la culpa a Ilan-dijo Grady.

-¿Aún no llegan las chicas?

-Abi fue por Vane y Mari, ¿por?- contestó Grady.

-Sólo curiosidad.

-Ah, Vane me pidió que te preguntara si mañana ella y Mari se pueden ir al parque para una tarde de chicas.

Perfecto, así podremos explicarles la situación a los demás.

-Me parece bien.

-Va, ahorita que llegue le digo.

-Oye, wey, ¿qué nos dijo Abril que hiciéramos?- preguntó Víctor mirando al colombiano.

-No mames, Víctor, tú fuiste quien guardó el papel donde lo anotó.

-Es que no encuentro el papelito.

-Vale madres, tenías un trabajo, wey- dijo Grady.

-¿Qué era o qué pedo?

-Pues nos anotó un chingo de cosas que necesitábamos y que quería que hiciéramos para que no tuviéramos mucho que hacer cuando ella llegara.

-Ya valieron verga- dije con una mueca.

-No mames- la voz de Grady nos hizo mirarlo.

-¿Qué pasó?- preguntó Juan.

-Ya encontré el papel.

-¿Dónde está?- preguntó Víctor.

-En la olla del café.

-No mames- dijimos los tres al unísono.

Juan se acercó y comprobó que lo que decía nuestro amigo era cierto, por lo que tomamos unas pinzas para poder sacar el papel sin quemarnos. Lamentablemente, este estaba tan mojado que terminó rompiéndose por completo, por lo que tuvimos que sacar los demás papeles pequeños que se formaron, aunque siendo sincero, no creo que hayan sido todos.

-Listo, aquí no pasó nada, damas y caballeros.

-Si sale algún papelito sin que nos demos cuenta cuando sirvan el café, estamos muertos.

-Afortunadamente yo no tuve nada que ver.

-Puto.

-A ver, ¿cómo chingados terminó el papel en la pinche olla del café?- preguntó Juan.

-Ahora sí te mamaste, Víctor.

-Es que no sé, wey, dejé el papel en la plataforma y de repente desapareció.

-Puta madre, a lo mejor se fue con algo que le echaron después.

-Chance y con la canela o el piloncillo.

-Wey, no mames, es muy diferente la canela y el piloncillo de un papel con instrucciones- dije con obviedad.

-Técnicamente no eran instrucciones.

-¿Y qué verga vamos a hacer? Abril va a llegar en cualquier momento y va a valer madres- dijo Víctor.

-Saben, creo que mi hija me necesita en la sala.

-Ah, no, culero, ahora te toca ayudarnos con este desmadre- dijo Grady.

 -Verga, mejor me hubiera quedado en la sala desde el inicio- dije con una mueca.

-Ni pedo, ahora hay que armar un plan como la vez que Roberto perdió a la niña- dijo Juan.

-Tenemos una conversación pendiente sobre eso.

-Verga, para qué dije.

Espero que les haya gustado mucho <3.