𝖈𝖚𝖆𝖙𝖗𝖔: 𝑒𝑙 𝑝𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟 𝑏𝑒𝑠𝑜

150 22 1
                                    

𝙴𝚕 𝚙𝚛𝚒𝚖𝚎𝚛 𝚋𝚎𝚜𝚘

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝙴𝚕 𝚙𝚛𝚒𝚖𝚎𝚛 𝚋𝚎𝚜𝚘

- Muy bien, Dahyun, ya escuché tu introducción a su extraña relación pero, realmente no tenemos mucho tiempo para que me relates cada día de los últimos seis meses. - la detective se supo de pie, aún cruzada de brazos y visiblemente agotada.

- Bien, ¿le parece que vaya al día en que finalmente Sana cayó rendida ante mí? Lo haré entonces. Ciertamente, ese día fue muy interesante. - Dahyun se reclinó en su silla y sonrió ampliamente, recordando con algo de nostalgia.

°

Fue un mes después de nuestra primera cita, tras mucho ir y venir entre Sana y otras jóvenes. Era notorio que para ella me había vuelto cada vez más indispensable, cuando no podía verme se la pasaba buscándome entre la gente, Sana era quien me contactaba primero. Pocas veces fui yo quién la llamaba para salir, pero siempre estaba dispuesta y aceptó la invitación de inmediato.

Como el día en que decidí que quería ir a caminar y la llame de improviso. Me estacioné frente a su casa, vi movimiento en la ventana que sabía era de su habitación y la llamé. 

'¿Dahyun?'

'La misma. ¿Estás muy ocupada?'

'En realidad no. ¿Por qué?'

Sabía que mentía porque escuché cómo cerraba su libro de golpe. No importaba qué estuviera haciendo, siempre lo dejaba de lado si yo la buscaba.

'Estoy frente a tu casa. Baja y vayamos al acuario'

Colgué y 2 minutos después estaba saliendo de su casa con esa radiante sonrisa que había empezado a adorar. Sana no necesitaba tiempo para hacerse un maquillaje producido, sus mejillas estaban sonrojadas naturalmente y su piel era perfecta, lo único que hacía era ponerse algo de color en los labios y rizar sus largas pestañas.

Para ese momento yo empezaba a enamorarme de ella, solo no lo sabía. Mi egoísmo y estupidez me hacían ciega. Creía que la manera en que la apreciaba y adoraba era solo por mi obsesión de poseerla. Me equivoqué, aunque no del todo.

El problema es que mi ambición por tenerla, mi admiración y posterior amor por Sana crearon un desastre.

Como sea, ese día la pasamos muy bien: caminamos tomadas de la mano, me tomé la libertad de abrazarla por la cintura cada que me parecía oportuno, la halagué con susurros en su oído y besé sus adorables mejillas cuantas veces pude. Sana disfrutó aquella salida, yo a ella y ambas salimos satisfechas de ahí.

♤𝐶𝑅𝑌 𝐹𝑂𝑅 𝑌𝑂𝑈 | 𝑆𝑎𝑖𝑑𝑎 -Pausada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora