𝖘𝖊𝖎𝖘: 𝑑𝑒𝑚𝑎𝑠𝑖𝑎𝑑𝑜 𝑡𝑎𝑟𝑑𝑒

107 17 0
                                    

𝘕.𝘈. 𝘌𝘴𝘵𝘦 𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘤𝘢𝘱𝘪́𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘮𝘢𝘺𝘰𝘳𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘰, 𝘭𝘢 𝘦𝘴𝘤𝘦𝘯𝘢 𝘧𝘪𝘯𝘢𝘭 𝘺𝘢 𝘩𝘢𝘣𝘪́𝘢 𝘴𝘪𝘥𝘰 𝘱𝘳𝘦𝘴𝘦𝘯𝘵𝘢𝘥𝘢 𝘢𝘯𝘵𝘦𝘳𝘪𝘰𝘳𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘯 𝘶𝘯 𝘤𝘢𝘱𝘪́𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘥𝘪𝘧𝘦𝘳𝘦𝘯𝘵𝘦. 𝘊𝘰𝘮𝘰 𝘥𝘪𝘫𝘦, 𝘴𝘰𝘯 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘰𝘴 𝘭𝘰𝘴 𝘤𝘢𝘮𝘣𝘪𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘦 𝘢𝘨𝘳𝘦𝘨𝘢𝘥𝘰. 𝘈𝘶́𝘯 𝘢𝘴𝘪́, 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘪𝘴𝘧𝘳𝘶𝘵𝘦𝘯.


𝙳𝚎𝚖𝚊𝚜𝚒𝚊𝚍𝚘 𝚝𝚊𝚛𝚍𝚎

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝙳𝚎𝚖𝚊𝚜𝚒𝚊𝚍𝚘 𝚝𝚊𝚛𝚍𝚎

- Muy bien, Dahyun. ¿Qué pasó después de aquella noche? ¿Por qué no se hizo una denuncia? - preguntó la detective.

- Porqué los Minatozaki tienen o tenían una facha que mantener. Llegaron a Seúl como una curiosa y rica familia japonesa, el modelo perfecto. Esposa dedicada al hogar y siempre presentable, una hija hermosa y brillante con un futuro prometedor, el esposo empresario que las protege y les garantiza toda la estabilidad que necesitan. - la sonrisa de Dahyun se amargaba con cada palabra que salía de sus labios - Dígame, detective, ¿cree que hubiera sido tan fácil para ellos dejar que se cayera tan bien construida imagen?

- ¿Entonces qué sucedió?

°

Sana estuvo en mi casa a partir de ese momento, no se atrevía a volver a su hogar y su madre le insistía en que no lo hiciera. ¿Cómo volver a un lugar en el que vives aterrada? Estando en su lugar habría hecho lo mismo. El detalle aquí es que... no sabía lo que su estancia iba a traer consigo.

No me mal interprete, todo estaba muy bien. Demasiado a mi parecer: tenerla en casa solo me facilitaba mi tarea autoimpuesta de adueñarme de ella. Había entrado en la cueva del oso, cegada por su amor y su exceso de confianza de mí.

En las mañanas le preparaba el desayuno y algo para que comiera en la universidad, con eso cubría el rubro de "hacerla sentir protegida". La llevaba al campus en mi auto y a su primer salón. El horario escolar era para mantener distancia, jugar con ella un poco. Recuerdo que una ocasión me encontró jugueteando con una chica en los casilleros cercanos al suyo, pero no tuvo valor para decir algo al respecto. En realidad, Sana se volvió callada después de un tiempo, nunca más volvió a hablarme o cuestionarme como el día en que la besé por primera vez. 

Por las noches ella preparaba la cena para ambas sumida en su silencio. Mientras comíamos empezaba a hablarle con dulzura, hasta lograr que bajará su ya muy frágil guardia y, de una forma u otra, volvía a hacerle saber lo hermosa y especial que es hasta lograr enredarla y llevarla a una merecida noche de descanso pues, dado a su frágil situación, los primeros días apenas y me atrevía a tocarla y no pasaba más.

♤𝐶𝑅𝑌 𝐹𝑂𝑅 𝑌𝑂𝑈 | 𝑆𝑎𝑖𝑑𝑎 -Pausada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora