No soy muy buena escribiendo de que se trata más o menos, soy muy mala y si llego a escribirlo acá, probablemente pierdan el interés en la historia :'b.
® Aclaraciones :
-No será como la serie original, no existen los quikrs solo Híbridos o gente no...
—Aver... déjame ver si entendí —Habló (T/N) con un tono algo irritado y serio, seguido mirar al suelo con el ceño fruncido, apretando un poco su celular— ¿Me estás diciendo que falsificaste mí firma, que es algo ilegal ya que podrías terminar en la cárcel, para que pueda tener un Híbrido cuando te dejé más que claro que no quería uno?.
—S-si. —mencionó Uraraka con un tono nervioso desde el otro lado de la línea— ¿E-estas enojado...?
—Oh, no por supuesto que no... no estoy enojado por qué allas falsificado mí firma ni que no me allas avisado que pusiste un contrato de adopción de híbrido a mí nombre. Por supuesto que no... —Habló con un tono sarcástico.
—¡Ah!, Me alegro mucho!, Ese pequeñín estaba muy solo y triste así que pensé en dártelo a ti por tu cumpleaños. ¡Pensaba cuidarlo yo pero Bakugou es muy celoso!.
|Silencio|
El peli-(T/P) alejó el celular de su oreja para luego cortar la llamada, detestaba que su compañera fuera así. Suspiró frustrado, para luego dejar esa esa expresión y ver directo al mueble, dónde ya hacia debajo de el una pequeña y peluda bolita verde que estaba temblando en un rincón. El híbrido de conejo no había salido de ahí desde hace 2 horas.
(T/N) tomó un tazón de la cocina para luego colocar la comida que había sido mencionada en el papel. Se hacerco al mueble y dejó el tazón lleno de comida a un lado de éste, dió media vuelta y fue a su habitación. Sabía bien que el pequeño conejo verde no comería ni en lo más mínimo si estaba presente, después de todo, el animalito no le tenía confianza. Así que solo se dispuso a dejarle su espacio y que se adapte a su nuevo hogar.
El híbrido peli-verde era tan pequeño en su forma animal que parecía más bien una cría con tan solo algunos años, era una pequeña que cabía en la palma de la mano del joven (T/N). El mismo solo se dispueso a ir a su habitación con su celular en mano. No había mucho que hacer por lo tanto intentaría mantenerse ocupado con cualquiera cosa.
Al entrar a su habitación, su computadora estaba prendida, a un lado había una pequeña pestaña que indicaba que había una videollamada grupal. (T/N) se sentó en su mesa para luego atenderla.
La pantaya de su computadora apareció la llamada, sus compañeros de inmediato los saludaron, este solo movio su mano en señal de saludo mientras sonreía muy levemente, casi sin que se vea. Sus amigos eran unas personas encantadoras, nunca se olvidaban de él, siempre lo incluían en cualquier cosa para que no se sintiera solo. Eran irritantes, pero agradables a la vez, unas personas maravillosas a los ojos del de ojos azul marino.
Al terminar la llamada -que fue más o menos por 3 horas-. El peli-(T/P) se dispuso a ir a la sala, cuando estaba por llegar, escuchó unas patitas que corrían aceleradamente hacia un lugar. Cuando llegó, el conejito verde estaba tratando de meterse decesperadamente debajo de un mueble. Metió primero su cabeza pero su parte trasera quedó descubierta, movió sus patitas rápidamente asta que entró por completo debajo del mueble. Luego se vió levemente que asomo su cabeza, mirando con curiosidad y algo de miedo a su ahora dueño. Quien le causó un poco de gracias y ternura la escena que montó el pequeño conejo.
Luego dirigió su mirada al plato, que se encontraba vacío, suspiró aliviado al ver que no era un problema el que comiera. La mayoría de los híbridos no aceptaban la comida por desconfianza, pensó que le costaría que comiera ya que cuidar a un Híbrido era de mucha responsabilidad. Necesitaban atención, cuidados especiales, ect...
El peli-(T/P) dirigió su mirada hacia la puerta de vidrio corrediza que daba al patio trasero. El sol ya se había ocultado y ya casi era la hora de la cena. (T/N) dudó en dejarle más comida ya que no sabía en qué momento comió el pequeño animal, no quería pasarse de comida para que sea saludable. Por lo tanto se quedó mirando el lugar donde el conejo peli-verde estaba escondido.
—¿Tienes hambre?—le preguntó al conejo, este no respondió, solo sacó levemente su cabecita para mirar con inseguridad al joven universitario— ¿Eso siquiera es un sí...?. Escucha, no quiero ser pesado ni mucho menos incomodarte. Pero más tarde va a ser frío, no puedes estar toda la noche debajo de ese mueble y no pienso dejarte ahí.
|Silencio|
—Muy bien, supongo que ese silencio es una afirmación... se que necesitas tu espacio para poder adaptarte aquí pero si no sales por tu cuenta voy a tener que sacarte yo mismo, no quiero que paces frío. —mencionó el joven para luego dar media vuelta y ir hacia la cocina para preparar algo y de paso darle alguna comida al conejito. Este mismo escuchó cada palabra que el más alto dijo, entró en pánico, no quería salir pero su ahora dueño tenía razón.
Al terminar de comer, volvía a la sala, encontrándose con el pequeño conejo fuera de dejabo de el mueble.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(T/N) se quedó callado mirando al pequeño animal, parecía una bolita verde. Pensaba levantarlo para llevarlo hacia su habitación, pero lo pensó bien y descartó la idea, seguramente el conejo se sentiría incómodo o incluso asustado.
-Vamos. -le dijo para luego comenzar a caminar hacia su habitación, pudo escuchar las diminutas patitas del animal, seguirlo por detrás.
El chico abrió la puerta para dejar pasarla al híbrido, quien entró con inseguridad. (T/N) cerró la puerta para luego prender la calefacción y dejarla en caliente, odiaba el calor, pero sabía que él híbrido tendría frío y no quería eso, prefería sentirse incómodo a tener de esa manera al conejo.
El híbrido miraba a su alrededor con curiosidad, pero de inmediato paró cuando sintió unas grandes manos tomarlo de una forma realmente delicada y cuidadosa. Se sobresalto y comenzó a removerse, tratando de salir de los agarres del chico.
—Oye, calmada, no pienso hacerte nada además dudo que puedas subir a mi cama. —mencionó, dejando al animal sobre su cama. Este de inmediato se metió entre las sábanas, poniéndose en un rincón, entre las sábanas se veía el pequeño bulto. El peli-(T/N) suspiro para luego levantar las sábanas y acostarse.
