Dendrofilia.

4. INEFABLE.

Una suave pero constante lluvia cae mientras YiBo ve como se aleja el chico hermoso con gorrito, sin notarlo una sonrisa se dibuja en su rostro al pensar que lo verá de nuevo dentro de unas horas, ni siquiera se mueve de su posición y los tres cambia formas que lo observan desde el pasillo se ríen, porque si YiBo estuviera en su forma lobuna su cola estaría moviéndose demostrando su alegría, es más, pueden jurar que la ven junto a sus inquietas orejas moviéndose para encontrar la voz de Zhan y su nariz al aire para captar la esencia del chico.

«¿Podrías por favor dejar de lucir como un idiota enamorado y llevarnos a casa?» YiBo escucha claramente la voz de YiXuan.

«¿Quieres caminar?» contra ataca el Alfa sin dejar de ver en la dirección en la que desapareció Zhan, porque el chico hace mucho entró a la biblioteca.

Los jóvenes se dirigen al estacionamiento, YiBo en ningún momento borra su sonrisa, ni siquiera cuando el idiota de YiXuan quien era quien más insistía en que los fuera a dejar a casa antes de su cita, se queda conversando con un compañero, los otros chicos están tranquilos esperándolo apoyados en la camioneta de YiBo quien empieza a desesperarse.

—Se me hará tarde —se queja YiBo con Jackson, quien muy concentrado escribe en su teléfono.

—Cálmate, no creo que la reunión de Zhan termine pronto, acaba de irse ¿recuerdas?

Con un puchero y apoyando su espalda en la camioneta, YiBo responde. —Lo sé, pero me parece una eternidad.

—Awww, nuestro Bo Di es tan romántico —dice Wen Han mientras apoya su mandíbula en el hombro de Jackson y se ríe de lo que sea que el mayor escribe en su celular, YiBo los ve con sospecha —. ¿Quién lo imaginaria? Su semblante es tan frío que es difícil creer que ya extrañe a su novio.

La última palabra sale de los labios de Wen Han con mucho énfasis, y es particularmente extraño que sea después de leer el mensaje que Jackson continúa escribiendo, pero del mismo modo esa palabra levanta sospecha despista a YiBo que sonríe embobado con solo imaginar que Zhan sea su novio.

«Apúrate, YiXuan» grita YiBo y el susodicho cierra sus ojos con fuerza y se toma la cabeza con su diestra preocupando a su compañero.

— ¿Estas bien? —le pregunta el chico al ver el comportamiento de YiXuan.

—Sí, estoy bien, es solo un dolor de cabeza, a veces creo que una voz molesta se mete en ella —la última frase lo dice con voz más alta, para que su Alfa desesperado lo escuche —. Tengo que irme, nos vemos mañana —se despide al fin para alivio de YiBo.

YiXuan camina y mira con molestia al líder de su manada que con un movimiento de sus manos le indica que se le hace tarde, según él. — ¡Ya era hora!

— ¡Relájate! —todos suben a la camioneta —. ¡Dios! Si hubiera sabido que te comportarías de esta manera te habría alejado de Zhan en lugar de apoyarte.

—Debo apresurarme, tengo que llevarlos y cambiarme esta ropa mojada y regresar antes de que Zhan salga y no me encuentre, no quiero que piense que lo he plantado.