Capítulo VII

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Continuando con Abigail~

El príncipe Froylan llevó a Abi a el centro del bosque.

—Abigail, ¿Puedo ir más rápido?— preguntó el príncipe Froylan sin detenerse.

—No te preocupes seguro te puedo seguir el paso, solo tendrás que esperar a que me trasforme—a Abi aún no le agradaba su forma de loba, pero sabía que era útil.

—Bueno entonces esperaré y luego continuaremos más rápido—el príncipe Froylan esperó a que Abi se transformara.

No era un inconveniente ya que su ropa se mantendría en su forma normal y se ocultaría al transformarse, es decir, en su forma de loba la ropa sigue ahí pero no se ve, y al cambiar a su forma humanoide la ropa es visible y permanece intacta.

A Abi le incomodaba que el Príncipe Froylan la mirara tan fijamente.

—Príncipe Froylan, ¿me haría el favor de mirar a hacia lado?—El príncipe no entendía por que pero no quería discutir así que solo se volteó.

El cuerpo de Abigail comenzó a cambiar rápidamente, hasta que finalmente, en un pestañear ya era una loba de 1.20 metros de altura, con el pelaje de color morado oscuro y los ojos de color dorado brillante.

—Entonces, ¿vamos? —la voz de Abi no había cambiado y aparentemente podía hablar sin problemas a pesar de tener un hocico en lugar de boca.

—Listo, continuemos— dijo Abi y entonces El príncipe se volteó.

—.......—el príncipe Froylan miró a Abi un rato en silencio.

—¿Sucede algo?......¿es la primera vez que ves un licántropo?—Abi ladeó la cabeza.

—No es nada....continuemos—el príncipe Froylan comenzó a correr y cada vez aceleraba más el paso y tras de él iba Abi.

Abi se movía con facilidad, podía estar detrás de el príncipe Froylan sin problemas, en realidad, podría ir delante del el en cualquier momento pero ese no era el objetivo.

Abi se sentía bien, era la primera vez que se transformaba desde hace 10 años, y para su sorpresa, lo estaba disfrutando, la tierra en sus patas, la los diferentes olores del bosque, el viento en su pelaje....
A pesar de que fue un largo viaje de medio día, Abi no se sintió cansada, al contrario, tenía mucha energía.

Al acercarse al castillo Abi se percató de que no había guardias y el "castillo" era....pequeño. Abi estaba confundida ya que en su reino el castillo era 20 veces más grande y al rededor se encontraban una cantidad considerable de guardias.

—Abigail.

La voz del príncipe Froylan interrumpió los pensamientos de Abi.

—¿Vas a permanecer en esa forma o cambiarás?—el príncipe Froylan preguntó mientras se ponía en cuclillas para ver a Abi a los ojos.

Que se acercara tanto alarmó un poco a Abi y retrocedió. El príncipe se dio cuenta pero no se movió.

—Voy a cambiar, mis patas están más sucias que mis pies así que mejor cambio.

—¿No habrá problema con tu ropa?—preguntó el príncipe aún en cuclillas muestras mirándola los ojos de Abi.

—No...no será un problema, las prendas que llevo están hechas para que los licántropos no tengamos problemas, solo mis zapatos...esos se quedaron atrás.

—Ya veo, entonces acerquémonos más a la entrada para que no ensucies tus pies—El príncipe Froylan miro otro rato los ojos de Abi luego se enderezó y comenzó a caminar.

Abi lo seguía de cerca y algo molesta por cómo la miraba tanto a los ojos.

Ya estando más cerca, el príncipe Froylan otra vez se puso en cuclillas y observo los ojos de Abi.

—¿Tengo algo en la cara o que? o ¿tengo un problema en los ojos?—Abi ya no podía contenerse.

—Oh nonono no es nada de eso—a pesar del comentario de Abi el seguía observando fijamente.

Ya molesta sólo se transformó nuevamente para ver si se espantaba.
Otra vez con su forma humana Abi miro desde arriba a el príncipe Froylan.

El príncipe se veía sorprendido, se enderezó y continuó viendo los ojos de Abi.

—¡¿Algún problema?!—a Abi le comenzó a dar vergüenza.

—Oh perdón, solo cuando vi tu forma de loba me percaté del color de tus ojos, pensé qué tal vez brillaban así por tu forma de loba pero ya veo que no...—el Príncipe Froylan se encontraba pensativo—Bueno entremos, en la entrada hay pantuflas para ti.

Abi seguía confundida, pero entonces concluyó que, el príncipe estaba interesado en ella pero el no lo demostraba, entonces dejó salir una ligera sonrisa.

"Fufufu que bobo, como si tuviera oportunidad"—pensaba Abi con superioridad.

—¿Pasa algo?—ahora él quien estaba confundido era el príncipe Froylan.

—No nada, fufuf—Abi se apresuró a entrar.

El príncipe Froylan no estaba seguro de lo que pasaba pero le preocupó.

—Solo para aclarar el color de tus ojos es novedad para mi por eso me llamaron la atención—el príncipe Froylan temía futuros malentendidos, y temía por la reacción del Rey Iván y los príncipes de Learsi.

—Sisi claro, es normal, mi color de ojos no es común fufuf—Abi pensaba que el príncipe era tímido y por eso no admitía lo que sentía.

El príncipe solo suspiró y entró tras ella.

La cabaña o "castillo" contaba con solo una gran habitación.
En la cual pues solo habían varias estanterías pequeñas con libros, ventanas muy amplias, una chimenea, un sofá una mesita y una cama en el centro al fondo.

—¿Elbama?—no había respuesta y la habitación parecía vacía—E traído a Abigail...—el príncipe seguía pero no había respuesta.

—Parece que el dragón no será lo que esperaba, otra vez—dijo Abi entre gruñidos.

A pesar de que haber escuchado lo que dijo Abi El príncipe Froylan decidió pretender que no.

—Estoy aquí—es escuchó una voz detrás de ellos, entonces voltearon.

Y ahí se encontraba...un tipo alto(aunque no tan alto como Lael), con ojos verde esmeralda, cabello blanco largo, recogido con una trenza de lado (aunque ahora se le veía un poco alborotado) y piel blanca.

—Hola Abi~

Continuará~

La Princesa AbigailDonde viven las historias. Descúbrelo ahora