un poemario más

arruíname

Arruíname, te pido.

Con la más simple caricia, arruina la aspereza de mi piel.
Y tus suaves labios arruinarán los secos míos.
Humedece aquellos de ternura, y arruina el amargura.

Arruina mis diluvios con tu palpitar radial.
Arruina mis versos con tu escencia dominante.
Arruina mis sollozos.
Arruíname la vista posando trepidante.

Danza en la oscuridad, ilumínala.
Canta en el silencio sin dejarlo propagar.
Huye de las penas y llévame entre brazos.

Apesta el ambiente con ese aroma a fruto vivo.
Alegra al muerto en mis ojos, espanta a la pesadilla.
Recuesta en mi regazo arruinándo la soledad.

Arruina mi tristeza.
Arruina la negatividad.
Arruíname.

Arruina cada instante y hazlo tuyo.
Arruina ese mal rato.
Arruina los llantos llenándolos de risas.
Calla al frío con tu cálida presencia.

Arruíname la vida.
Húndete en ella.
Arrebátala de mis días.

Arruíname, y no me sueltes.
Marca tus finas manos en el alma.
Deja huella de presencia.